Movimiento por la Segunda República Argentina - (MSRA)

Comunicado de Prensa No. 5 -  29 de Septiembre de 2006

                        

DENUNCIA CONTRA LAS ORGANIZACIONES AMIA, DAIA Y OSA

 

El pasado 4 de septiembre, el Dr. Juan Gabriel Labaké, el Lic. Enrique Romero, y el suscripto, Adrian Salbuchi radicamos una Denuncia contra los Directivos de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), DAIA (Delegación de Asociaciones Israelíes Argentina) y OSA (Organización Sionista Argentina) por presunta interferencia en la política exterior de la Nación, instigación y apología del Delito, aliento al odio por causas religiosas y étnicas, e intromisión indebida en cuestiones políticas, solicitándo que se les retire la personería jurídica a las nombradas instituciones.   Dicha Denuncia quedó radicada en el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1, a cargo de la Dra. María Servini de Cubría, bajo el Nº de causa 13.710/06

 

Motivaron esta acción las diversas declaraciones, actitudes y acciones llevadas a cabo por estas organizaciones sionistas en nuestro país con motivo de los sangrientos conflictos que el Estado de Israel mantiene con Palestina y el Líbano, que permiten inferir la eventual comisión de los siguientes delitos previstos en el Código Penal:

  • Alteración de las relaciones amistosas del Gobierno Argentino con gobiernos extranjeros, en este caso con los del Líbano, Siria e Irán (art. 219),

  • Instigación a cometer delitos (art. 209),

  • Apología e incitación a cometer delito (art.213),

  • Imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor (art. 213 bis),

  • Alentar o incitar a la persecución o el odio contra personas o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas (art. 3º, in fine, de la ley 23.592).

Es de público y notorio conocimiento que el Estado de Israel atacó ferozmente a la República del Líbano el 12 de julio pasado, hasta que las Naciones Unidas exigieron el cese del fuego, y aún luego de ello, hasta el presente.  De la misma manera que es públicamente conocido en todo el mundo que Israel, en esas acciones feroces, llegó a bombardear arteramente un puesto de observación de la ONU (a pesar de que el mismo le enviara diez avisos de que no lo hiciera), asesinó a miles de niños inocentes intencionadamente (la atrocidad que cometió en Caná fue sólo un caso), sembró de minas asesinas las tierras del sur del Líbano y, según información oficial de la ONU, lanzó el 90% de sus bombas de racimo (arma prohibida que transforma a sus usuarios responsables, en criminales de guerra, según los tratados internacionales vigentes) en las 72 previas al inicio del cese del fuego dispuesto por la ONU.

 

Vale remarcar que esa cruel e inmensa agresión al Líbano - a la que le corresponde plenamente el calificativo de genocidio y crimen de lesa humanidad - fue perpetrada por el Estado de Israel con el insostenible pretexto de que una organización política libanesa, el Hezbollah, tomó prisioneros a dos soldados israelíes olvidando que el propio Estado israelí mantiene prisioneros a centenares de libaneses. Para justificar su actitud, Israel afirma que Hezbollah es "un grupo terrorista", pero en esa peregrina pretensión se encuentra únicamente acompañado por EEUU (y en menor medida por el Reino Unido), que tienen los mismos intereses y los mismos objetivos militares y geopolíticos que Israel en el Medio Oriente.

 

El resto de los países que conforman las Naciones Unidas, con el voto expreso de la República Argentina, han declarado formal y oficialmente que Hezbollah no es un grupo terrorista.   Por otro lado, es igualmente de público y notorio conocimiento que Israel desde hace décadas se niega a entregar parte del territorio libanés invadido (las granjas de Sheeba).

 

A su vez, hoy Israel sigue manteniendo un bloquéo feroz y criminal en torno a Gaza en Palestina, que el prestigioso diario londinense, "The Independent" en su edición del 08-Sept-06  http://news.independent.co.uk/world/middle_east/article1372026.ece describe bajo el título "Gaza es una prisión.  A nadie se le permite irse.  Ahora todos morimos de hambre", agregando que "Gaza está muriendo . El sitio Israelí de este enclave palestino es tan completo que su población se encuentra al borde de la inanición.  Aquí en las costas del Mar Mediterráneo está ocurriendo una gran tragedia que el mundo ignora...  Toda una sociedad está siendo destruída.  1.500.000 Palestinos se encuentran aprisionados en la zona más densamente poblada del mundo.  Israel ha frenado todo comercio.  Hasta ha prohibido a los pescadores internarse en el mar para nadar en sus aguas en procura vana de hacerse de alguna pesca con sus redes manuales."   Claramente, las políticas de terrorismo propiciadas por el Estado de Israel siguen plenamente vigentes.  Su justificación y apoyo conforman claros delitos bajo las leyes internacionales y argentinas. 

 

Dentro de ese contexto, las organizaciones cuyos directivos venimos a denunciar llevan adelante una campaña pública tendiente a:

  1. Defender, apoyar y solventar  la agresión que el Estado de Israel llevó y aún lleva a cabo contra el Líbano y Palestina, países y gobiernos con los cuales la Argentina mantiene relaciones amistosas, y aún fraternales, dada la numerosa colectividad de argentinos descendientes de libaneses que habita en nuestro país. Sin lugar a dudas, ese apoyo de las tres organizaciones sionistas en Argentinas, que tienen personería jurídica nacional, altera las relaciones amistosas que menciona el Art. 219 del C.P.

  2. Atacar a Siria e Irán, como parte de una campaña política que inició, alienta y dirige un Estado extranjero - el de Israel - con el evidente y proclamado propósito de preparar un ataque a esos países, también amigos de la Argentina. Ésta es otra acción de los directivos de esas organizaciones (AMIA, DAIA y OSA) que altera las relaciones amistosas que indica el Art 219 del CP.   Capítulo aparte merecen las maniobras de dichas organizaciones de coaligarse con potencias extranjeras para lograr el objetivo común de fabricar falsas pistas en torno a los atentados terroristas de Buenos Aires contra la Embajada de Israel (marzo de 1992) y la sede de la propia AMIA-DAIA-OSA (julio de 1994), que procuran inculpar a las organizaciones Hezbollah y Hamas, y a las naciones de Siria e Irán, soslayando el creciente cuerpo de evidencia que permite inferir una mucho más verosímil "Pista Israelí" en torno a los mismos, considerando las luchas intestinas dentro del propio Estado de Israel y las organizaciones del sionismo internacional.  

  3. Dada la ferocidad de los ataques de Israel contra el Líbano y Palestina, y la abierta vulneración de los tratados internacionales que ha cometido (asesinato en masa e intencional de niños y de observadores de la ONU, uso de bombas de racimo y de fósforo blanco, etc.), toda defensa pública de la conducta del Estado agresor (Israel), cualquiera sea el pretexto que se use para ello, queda encuadrada, en las figuras de los Artículos 109 (instigación a cometer delitos) y 213 (apología e incitación a cometer delitos) del CP.  Las formas que adopta el accionar de la AMIA, la DAIA y la OSA en este tema, están francamente destinadas a imponer sus ideas y/o combatir las ajenas por la fuerza y el temor (art. 213 bis). En efecto, no sólo esas organizaciones realizan manifestaciones públicas para apoyar la agresión de Israel al Líbano (incluidos los atropellos y los crímenes de lesa humanidad ya mencionados), sino que también agreden verbalmente a Irán y Siria (a ellas, y a sus ciudadanos y amigos) acusándolos de ser "terroristas".  Además, a cualquier persona que se atreva a oponerse a los citados crímenes del Estado de Israel y sale en defensa de los países y/o personas acusadas y agredidas por Israel, los acá denunciados los someten a una enorme presión destinada imponer sus ideas y combatir las ajenas por la fuerza o el temor.

  4. Baste considerar que quien denuncia los crímenes de Israel o cualquiera de sus atropellos, por inhumanos que fueren, es inmediata y públicamente tachado de “antisemita” - incluso de "nazi-fachista" - por los directivos de la AMIA, la DAIA y la OSA, epítetos que, además de designar un delito (según nuestra legislación) constituyen un descalificativo social y político de envergadura.  Ése es otro método que los directivos de la AMIA, la DAIA y la OSA, utilizan para  imponer sus ideas o combatir las ajenas por la fuerza o el temor.

  5. Con su constante y maliciosa prédica contra el “fundamentalismo islámico”, el  “terrorismo de los musulmanes”, de los sirios, de los iraníes, etc., han creado un clima de desconfianza y persecución hacia esos grupos, que puede configurar el delito descripto en el Art. 3º, in fine, de la ley 23.592: alentar o incitar a la persecución o el odio contra personas o grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas políticas.

  6. Como agravante, es público y notorio que los directivos de la AMIA, de la DAIA y de la OSA siguen, en este accionar suyo, las expresas directivas emanadas de un Estado extranjero - como es el de Israel-  y se internan de lleno en el terreno de la praxis política en la más peligrosa de sus formas: la que está al servicio de una potencia extranjera, y para mayor mal, de una potencia belicista y en guerra permanente con sus vecinos, todos ellos países amigos de la Argentina.

Es por ello que los Denunciantes han solicitado al Tribunal que se investigue el tipo de personería jurídica que se le ha concedido a las tres organizaciones citadas, para averiguar si en nuestra legislación y/o en sus respectivos estatutos sociales, tienen permitida tales actividades políticas partidistas y, por si fuera poco, a favor y como agentes de una potencia extranjera.   Ello resulta procedente desde el momento en que una de esas instituciones dice ser una "mutual", y otra aparenta ser una "asociación civil sin fines de lucro", dos figuras jurídicas que, normalmente, tienen vedada la actividad política partidaria. 

 

También enfatizamos la gran importancia que reviste este caso considerando el gran poder político, financiero y económico de estas tres organizaciones y su influencia internacional a través de los estrechos vínculos que mantiene con poderosas organizaciones sionistas foráneas y supranacionales, especialmente aquellas que tienen sus sedes en Estados Unidos e Israel.   Nos refereimos particularmente al Congreso Mundial Judío (World Jewish Congress), el Comité Judío Estadounidense (American Jewish Committee) y la Organización Sionista Mundial (World Zionist Organization).

 

A su vez, mediante nota cursada el 18 de septiembre ppdo., hemos solicitado la intervención en este grave caso del INADI - Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, a través de su Directora, la Dra. María José Lubertino.  Próximamente, lo haremos ante otras organizaciones locales e internacionales de defensa de los derechos humanos y contra la discriminación.

 

 

por Movimiento por la Segunda República Argentina - (MSRA)

Adrian Salbuchi

 (Fundador) 

 

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