JERUSALÉN VIVE UNA DURA BATALLA DEMOGRÁFICA

Fuente: Ricardo Mir de Francia / El Periodico - España

colaboración enviada por Palestinalibre.org 

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• Israelís y palestinos pugnan por constituir mayoría en la ciudad más disputada

• El alcalde ortodoxo pide al Gobierno un plan integral para judaizar la capital

Por más que Israel intenta judaizar Jerusalén, no logra invertir la demografía. La población palestina crece a un ritmo muy superior a la judía y en menos de 20 años ambas comunidades podrían equipararse en número, según revela una encuesta.

A dos días de los fastos previstos en Israel para celebrar el 40 aniversario de la "reunificación" de la ciudad --fecha que señala en el calendario hebreo el inicio de la conquista y ocupación de la parte árabe--, el alcalde de Jerusalén, el ultraortodoxo Uri Lupoliansky, hizo ayer sonar las alarmas. Y lo hizo apelando al miedo. "Dios lo impida", dijo ayer en una reunión especial con el Consejo de Ministros, "Jerusalén podría dejar de estar bajo soberanía judía, para pasar a estar regida por Hamás, que sabe que puede conquistarla demográficamente en 12 años".

Para evitarlo, Lupoliansky pidió al Gobierno un "plan integral" destinado a judaizar la capital disputada por ambos pueblos. Un impulso más a la voraz estrategia de colonización, iniciada en 1967, de los barrios palestinos. La semana pasada el Ayuntamiento aprobó la construcción de tres asentamientos ultraortodoxos en Jerusalén Este para conectarlos con varias colonias de Cisjordania, donde viven cerca de 250.000 colonos judíos. El plan prevé un total de 20.000 nuevas viviendas.

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El primer ministro israelí, Ehud Olmert, respondió al llamamiento del alcalde con la promesa de destinar más de 1.000 millones de euros a la revitalización económica de la ciudad, que lleva años perdiendo a sus mejores cerebros. Además, trasladará a Jerusalén las sedes gubernamentales que hoy se hallan fuera y construirá un complejo de tribunales en pleno centro. Nuevamente, una apuesta por la política de hechos consumados.

Paralelamente a la construcción de asentamientos en territorio ocupado, Israel utiliza otras estrategias para forzar la expulsión de los palestinos de Jerusalén, un tercio de sus 720.000 habitantes. Una es el muro, que ha dejado fuera de la ciudad a cerca de 55.000 árabes. La otra, es una política sistemática de demolición de casas palestinas. Según un informe reciente del Banco Mundial, el 80% de violaciones urbanísticas se registran en la parte judía, pero el 80% de las demoliciones se producen en las zonas palestinas.

Boicot

La comunidad internacional sigue sin reconocer la ocupación y posterior anexión israelí de Jerusalén Este. Por eso, los embajadores de la UE y EEUU declinaron ayer participar en el aniversario de la "reunificación", con la que el Gobierno quiere reafirmar la condición de Jerusalén como "capital eterna e indivisible de Israel". Un 43% de israelíes se opone a toda concesión, por más que implique el fin del eterno conflicto con los palestinos.