PEDRO VARELA EN PRISIÓN:  LAS LEYES Y SU INTERPRETACIÓN

por Ramón Bau

 

Desde el mismo momento en que se formó CEDADE, del que fui miembro fundador, he creido que hay que cumplir las leyes en nuestra lucha actual, primero porque no queda más remedio, y segundo porque solo es aceptable una lucha fuera de la Ley cuando se cuenta con un fuerte apoyo popular, cosa que no pasa actualmente.

Las leyes por las que han condenado a Pedro Varela y a mí mismo, puesto que yo estoy condenado a 3 años y medio por la Audiencia de Barcelona por motivos iguales, son, curiosamente, muy razonables en su ‘aparente’ redactado.

Ambos hemos sido condenados por ‘justificar un genocidio’, lo que si fuera cierto sería sin duda un hecho repulsivo.

Pero puedo asegurar que ni Pedro Varela ni yo mismo en modo alguno jamás hemos pretendido justificar cualquier modalidad de genocidio que se cometiera contra los judíos durante el III Reich.

El problema pues es una vez más la hipocresía democrática: bajo el noble redactado de prohibir que se justifique un genocidio se oculta arteramente la ‘interpretación’ de prohibir editar libros históricos como el Mi Lucha por ejemplo, que nunca jamás habla del III Reich puesto que se escribió antes del III Reich, que además en ningún sitio justifica que se haga daño a un judío por el mero hecho de serlo.

Y para colmo jamás Varela ni yo mismo hemos indicado que queramos hacer lo mismo que se hizo en el III Reich o que creamos que todo lo que dicen los libros que editamos sean propuestas actuales de acción. Como todos los libros históricos hay temas de interés actual y otros productos del momento y el entorno, así como otros erróneos.

Para colmo esta ley solo se aplica a los nacionalsocialistas, de forma que si alguien publica un libro con textos de Durruti o ‘La Pasionaria’, por poner dos ejemplos a los que incluso se les da nombre de calles, no se les acusara de ‘justificar el genocidio’ religioso realizado por ellos en 1936 pese a sus insultos y declaraciones contra la Iglesia y los cristianos.

Ni se prohibirá el Thora en las sinagogas pese a que en las Leyes de Moises se ordena la lapidación a los homosexuales, o el exterminio de idólatras.

Pero ya sabíamos de siempre que este Sistema es injusto e hipócrita, no podemos por ello exclamarnos ni reclamar la protección de la Constitución o los Derechos Humanos, que sabemos es papel escatológico en manos del Sistema. Sabemos que estamos en una dictadura hipócrita. Y debemos asumirlo, procurar actuar en adelante con la mayor atención a las ‘interpretaciones ilegales' del sistema. Si el sistema fuera justo y noble, no necesitaríamos nuestra lucha. Que Varela esté en prisión es precisamente la prueba de que es necesaria.