LAS EXPLOSIONES EN LA EMBAJADA DE ISRAEL Y LA AMIA EN LA ARGENTINA

Por Karl Santhrese   

 

Estamos acostumbrados a oír de los medios de comunicación masiva, que los “atentados” de la Amia y la embajada de Israel en la Argentina tienen como responsables o presuntos responsables a peligrosos “terroristas islámicos”, ese nuevo «enemigo del momento», flexible a todo requerimiento estratégico por parte del imperio, para que con una prédica continua de carácter antiterrorista, se logre obtener un respaldo a las acciones bélicas genocidas estadounidense-israelíes.

Seguramente también el lector argentino crea que ambos atentados fueron realizados por coches bombas.

No siempre lo que parece resulta ser lo que es. El 11-S posibilitó la incursión a Afganistán, también dio un impulso hacia Irak junto al reclamo por las armas de destrucción masiva, y en el Líbano contra el grupo Hezbollah, todo en el mismo marco de la “guerra antiterrorista contra el mundo musulmán”, ahora vemos apuntar los misiles contra Irán. Los atentados de la Amia y la Embajada de Israel en Argentina, pretenden ser usados como parte de los justificativos o “complementos perfectos” para orientar a la opinión pública ignara hacia una posición anti-iraní. Modi Ephraim un consejero judío de la embajada israelí argentina, ya hace públicos sus deseos de un ataque a Irán (según declaraciones al diario progre-sionista “La Voz del Interior” abril/07) Toda la prensa sionista dentro y fuera de la Argentina actúa fuertemente en ese sentido, y los lacayos de esta política genocida anti-islámica de incursiones e invasiones, colaboran a nivel gubernamental, como lo están haciendo actualmente el presidente Argentino Néstor Kirchner y su esposa silicona Cristina Fernández (lamentable candidata a la presidencia).     

Más allá de todo mito, existen pruebas positivas para afirmar que toda esta gente, engaña deliberadamente a los pueblos.

Existen investigaciones científicas de peritos calificados e independientes que afirman que al menos la explosión de la Embajada de Israel no fue ocasionada por un coche bomba -como se apresuró a difundir la versión mediático-sionista-, sino que la misma provino desde adentro del mismo establecimiento en un área de seguridad donde solo tienen acceso los judíos.

El famoso ingeniero Rodolfo Francisco Danesi* fue el perito en la investigación llevada a cabo por el Poder Judicial de la Nación con motivo de la explosión en la Embajada de Israel el 17 de Marzo de 1992, designado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación a comienzos del año 1996 (como Director del Instituto de Estructuras del la Universidad Nacional de Tucumán UNT), conjuntamente con el ingeniero Arturo Juan Bignolli (Vicepresidente de la Academia Nacional de Ingeniería) y el profesor Alberto Hugo Puppo (Profesor Titular de la Facultad de Ingeniería de la UBA).

En una valiosa entrevista -de la cual hago solo un extracto- realizada por Eduardo Sebastián Gutiérrez al Dr. Danesi éste respondía lo siguiente:

Pregunta: ¿Trabajaron de manera conjunta? ¿Emplearon los mismos métodos de investigación?

Respuesta: Decidimos trabajar de manera independiente, empleando métodos diferentes, cálculos diferntes y realizando estudios diferentes. El ingeniero Bignolli utilizó probabilidades físico-matemáticas, el Ingeniero Puppo mecánica estructural clásica, y nosotros utilizamos la simulación computacional que en ese entonces fue una primicia en Argentina por lo novedoso, existiendo avances solo en los EEUU e Inglaterra. Este método elegido nos permitió obtener un alto grado de precisión, a tal punto, que pudimos indicar el lugar más probable en el cual estuvo la carga explosiva al momento de detonar. Cabe aclarar que este método y las conclusiones a las cuales nos fue posible arribar por su implementación, nos significaron inclusive reconocimientos desde los EEUU y Francia.

Pregunta: ¿Los tres Peritos arribaron a las mismas conclusiones, o tuvieron diferencias? ¿si existieron, podría decirnos cuáles fueron?

Respuesta: No tuvimos diferencias, y los tres peritos arribamos a la misma conclusión, la cual fue que la explosión que originaría severísimos daños en la Embajada de Israel, el Consulado de Israel y alrededores, se produjo en el interior de la Embajada y que la misma no fue causada por un coche bomba.”

“Pregunta. ¿Dónde se colocaron los explosivos?

Respuesta: Los explosivos se colocaron junto a una columna central a la que se transmitía gran parte la carga del edificio, de manera similar al del eje de un paraguas. Dicha columna estaba en la sala de seguridad en la cual se revisaba a cada visitante; esta sala de seguridad se denominaba Vacum… Llegamos incluso a poder calcular la cantidad más probable de explosivo usado, que en el caso del TNT habría sido unos 100 kilogramos y en el caso de C4 unos 35 kilogramos. ”

Pregunta: ¿fue posible desde la investigación pericial deducir o relacionar el origen del atentado explosivo?

Respuesta: Nuestro trabajo fue de investigación científica, vale decir, fuimos muy cuidadosos en nuestras declaraciones públicas una vez levantado el secreto de la causa al ser presentadas nuestras conclusiones en la Audiencia Pública en Mayor del año 1997.

Pero es fácil deducir la respuesta si se lee con atención el Informe Pericial presentado ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, mas lo expresado en la Audiencia Pública respectiva, que únicamente colocando tal cantidad de explosivos en el interior de la Embajada de Israel se pudo lograr tal grado de destrucción, lo que equivale a decir, que quienes ejecutaron este atentado explosivo, estaban en pleno conocimiento de la estructura del edificio, con el movimiento de personas y actividad interna, y que su acceso evidentemente no era ni restringido ni sospechado, incluso en un lugar con tanta vigilancia, para la cual se empleaban diversos sistemas de tecnología muy avanzada.”

Colaboraron con la investigación la Policía Federal, Cuerpo de de Bomberos, Gendarmería Nacional e informes Militares entre otros.  A pesar de la relevancia de esta conclusión, la gran mayoría de los argentinos la desconoce, pues el grado de ocultación, desinformación y manipulación mediática es muy grande.

Luego el mismo Ingeniero Danesi fue designado junto a otro equipo para investigar la explosión en la mutual judía de la AMIA (ocurrida el 18 de julio del año 1994).

En la misma entrevista podemos ver:

Pregunta ¿a qué conclusión llegaron?

Respuesta: Se pudo demostrar en base a los resultados científicos obtenidos, que el colapso se produjo por un mecanismo del tipo gravitatorio originado por la destrucción de la mayor parte de las columnas de planta baja y sótano del bloque delantero.

Aquí sí hubo la presencia de un vehículo capaz de transportar una cantidad considerable de explosivos. Si bien el cráter fue imposible de identificar con certeza, como que tampoco se pudo saber la ubicación y el tamaño, más que nada por que parte del edificio afectado cayó encima del lugar donde supuestamente habría explotado la carga, el método científico adoptado permitió llegar a las conclusiones antes indicadas sin que sea necesario tener en cuenta los datos del cráter.

Pregunta: viendo que este caso es diferente del anterior, por lo pronto en sus conclusiones periciales de carácter científico ¿cree que es posible deducir o relacionar el origen del atentado explosivo?

Respuesta: Le reitero que nuestra tarea fue de índole científica en todo momento, pero por la evidencia observada y estudiada, puedo afirmar sin embargo que entre ambas explosiones hubo diferencias importantes, pues se trató de dos concepciones y tecnologías diferentes. No obstante y a pesar de estas diferencias, no le puedo asegurar si quienes se han beneficiado de estas brutales explosiones sí son o no son las mismas personas o los mismos intereses.

Sabremos con el transcurso del tiempo la respuesta verdadera y completa, ya que considero de forma personal, que ambos casos tienen cierto grado de relación entre sí, y también con lo que sucedió en nuestra Patria, aunque aún no se pueda ver de manera clara esto último...”

En efecto, ambos atentados están relacionados, y el tiempo esta respondiendo el interrogante, los atentados están siendo usados para chicanear al gobierno de Irán. Y el hecho que exista la posibilidad de un coche bomba en el segundo atentado no implica que haya sido un “terrorista islámico”. Es destacable como aquí se oculta totalmente la implosión del primer atentado, pues si esto fuese muy conocido, la gente comenzaría a realizar preguntas quizá un tanto molestas hacia la comunidad judía. Tambien es destacable el papel de varios periodistas traidores a la patria, que actualmente intentan victimizar a todos los argentinos como si todos hubiésemos recibido este atentado. Para ser mas claro, intentan nacionalizar o argentinizar un atentado cuyo destinatario no fue nuestro pueblo sino otro (más allá de quién haya sido) esto para que todos defendamos la posición judía en su guerra visible contra el Islam.  

Lo importante es descubrir que ambos atentados tienen finalmente, por un lado un mismo beneficiario y por otro lado varios perjudicados. Entre los primeros encontramos a los fundamentalistas judíos en su rencilla interna contra otros judíos moderados, siendo también beneficiados en general la comunidad nacional-religiosa en tanto el atentando funcionó como una revitalización del lamento holocáustico que permitía limar confrontaciones internas enfocando la guerra hacia «afuera». Y entre los últimos -es decir los perjudicados-, encontramos a los argentinos y el mundo árabe-islámico. Los argentinos porque están siendo arrastrados hacia un conflicto que no es suyo y que termina por doblegar -por conmiseración o connivencia- la voluntad presidencial a favor de Israel y los judíos por sobre los intereses argentinos. Y al mundo árabe-islámico porque son a ellos a quienes luego son dirigidos los misiles del imperio estadounidense-judío.   

Superando este análisis es necesario tener en cuenta un dato objetivo, el mundo judío intentan arrastrar a Occidente contra el Islam, el Islam responde a las agresiones en una espiral de violencia e ignorancia.

Nosotros que somos hombres blancos de occidente, debemos darnos cuenta que Occidente no debe meterse en guerras y rencillas ajenas a nuestros intereses como civilización. Mientras judios y musulmanes pelean y obligan a tomar posición (es decir a dividir) ellos se introducen en Occidente, y dominan nuestras cuestiones siendo los mayores perjudicados nosotros los hombres blancos occidentales.

Esta crisis que afecta a Occidente y al hombre blanco tiende a acentuarse en tanto las inmigraciones árabes-musulmanas invaden Europa y América, hace siglos ya soportamos las inmigraciones judías, los factores sociológicos tienden a demostrarnos un futuro de crecientes conflictos y violencia originados por estas religiones-pueblos ajenos a Occidente. ¿Qué tenemos que ver nosotros con ellos?  

Este conflicto no existiría y no afectaría al Occidente caucásico indoeuropeo si los judíos y los musulmanes vivieran en sus originarias tierras. Bien podríamos luchar por nuestros intereses proponiendo la expulsión pacífica de estas comunidades y minorías problemáticas que están infiltradas en Occidente, y que en todo momento hacen imposible la Paz. Si ellos quieren dirimir sus problemas que lo hagan lejos de nosotros, y que no nos arrastren a guerras que no son nuestras. No nos veamos en la obligación de optar por el apoyo a uno u otro bando, porque ninguno es el nuestro. Si no percibimos esto quien perderá la guerra seremos nosotros, los hombres blancos que habitamos occidente, por culpa de la infiltración y la inmigración los conflictos internacionales tenderán a contagiarse en el seno de nuestras patrias.

Por nuestros hijos tomemos más compromiso y conciencia!  

* Referencia Rodolfo Francisco Danesi: Ingeniero en Construcciones (UNT 1963); Magíster en Ciencias (Rutgers The State university EEUU 1967); Doctor en Ingeniería (University of London, Inglaterra, 1977). Profesor Titular de “Mecánica Estructural” en la UNT. Investigador principal del CONICET. Fue Presidente de la Comisión Asesora de Ingeniería y Tecnológica del CONICET. Premio Internacional “Thomas Telfort 1983” que es un reconocimiento equivalente al premio Nóbel en el ámbito de la Ingeniería.