La   irrupción del Planalto en Honduras es  significativa. Desde el siglo XIX el gigante carioca no jugaba ese rol en asuntos propios de su hinterland. En cambio, en aquella centuria convierte en provincia Cisplatina a Uruguay y protagoniza confrontación bélica con Argentina. No sólo éso, también impulsa la Guerra de la Triple Infamia que, junto con asesinar al Presidente Solano López, diezma la población paraguaya y mutila esa república. Cierra la centuria amputando a Bolivia y a Perú territorios amazónicos conocidos como Acre. Hipotetizando se podría manifestar que, en esas aventuras, está el modelo británico que apunta a controlar la fuente y la desembocadura de sistemas fluviales. Por cierto, también se inspira en EEUU para convertirse en bioceánico.

El siglo XX -contrario sensu- en la esfera del protagonismo políticomilitar es menos importante. Es cierto, despacha tropas al frente europeo durante la II Guerra Mundial y luego viaja contingente a Haití en operativo que duraría un semestre y que hoy ya cubre un quinquenio. En otra nota -ver www.premionacionaldeeducacion.blogspot.com, a propósito de las Antillas Holandesas- se comenta el desinterés carioca por reivindicar las Guayanas con peso demográfico mínimo y que lo privan de horizonte caribeño. Jamás, en 200 años, se registra una exigencia descolonizadora. El ABC propuesto por Perón que supone la alianza de Argentina, Brasil y Chile es torpedeado por Itamaraty. El Presidente Vargas queda aislado y se suicida. Sin embargo, hoy el Brasil reclama presencia en la Antártica. 

Aunque, por iniciativa del Presidente Sarney se funda el MERCOSUR, un paso de alta importancia, se abstiene de intervenir en asuntos africanos. Para ello posee todo tipo de motivaciones de tipo racial y cultural amén de aquellas obvias de naturaleza geopolítica. Estará ausente de los asuntos internos de Angola que es su vecina nordestina. Tampoco hay presencia carioca en Mozambique. Ello le habría permitido disponer de un polo de privilegio sobre el Indico. Su ausencia, da luz verde a Cuba quien desplaza tropas a ambas excolonias portuguesas. Hoy, sin embargo, el refugio del proscrito Presidente Zelaya en la representación diplomática de Brasil en Tegucigalpa es un síntoma novedoso. Hay obligación de analizarlo de modo detenido. Es probable que el coloso verde inicie una nueva etapa en su historia.