PENSAMIENTO SURAMERICANO Y GRAN ESPACIO

 

por Alberto Buela

 

Como no puedo con el genio, de tanto en tanto, me tengo que pelear con alguno, esta vuelta es con los contenidos de una serie de artículos que llevan por título el anodino y remanido slogan Pensamiento sudamericano e integración regional aparecidos en una revista de un gremio "ilustrado". 

 

Ya en el mismo título vemos la liviandad y la ligereza intelectual de quien los publica. Aburridos, abufachados estamos de reiterar una y otra vez que no se dice Sudamérica porque es un galicismo, se debe decir y escribir en correcto castellano Suramérica.

 

Esto lo venimos sosteniendo desde el CeeS (Centro de estudios estratégicos suramericanos) con sede en la CGT. Algunos nombres del campo nacional nos acompañan en esta patriada como Enrique Oliva, el poeta Carlino, el Chino Fernández, Pereyra Mele, Julio Piumato, el eximio colombiano Alvaro Mutis, el chileno Pedro Godoy et alli.

 

Más allá del galicismo evidente, lo que sucede es que la ere "r" como la erre "rr" indican el peso natural que tiene el castellano por sobre las otras lenguas (1). Ya el dibujante  Fontanarrosa describió el tema muy bien en ocasión del Congreso Internacional de la Lengua en Rosario cuando afirmó respecto de las malas palabras que una cosa es decir "mierda" y otra muy distinta es decir "merd". La "d" es delicuescente, queridos amigos.

 

Además en el titulado de los artículos todos los términos están en mayúscula, costumbre estulta que tienen muchos de nuestros compatriotas de pretender escribir el castellano como el alemán, lengua donde todos los sustantivos van encabezados con letra mayúscula.

 

Y para terminar con el titulado, la segunda parte de la cópula integración regional, otra idea común que se repite hasta el hartazgo, cuando en realidad lo que hay que hacer es pensar en términos de grandes espacios.

 

Pasar de hablar de integración regional a creación de grandes espacios autocentrados es el signo evidente que marca la diferencia hoy entre una inteligencia bastarda y una genuina. La idea de gran espacio supone un recorte al poder internacional del imperialismo pues se apoya en la idea de reparto del poder, en tanto que la idea de integración regional se apoya en la idea de convivencia sometida al imperialismo. Pruebas al canto, a nuestras cancillerías nunca se le cae de la boca la reiterada "integración", pero jamás se le escapa hablar de la construcción de un gran espacio.

 

 

Vayamos ahora a alguno de los contenidos de los artículos. Lo primero que nos salta a la vista es el reiterado concepto de América Latina y utilizado sin ningún sentido crítico. Así de entrada nomás, al excelente artículo del historiador chileno Pedro Godoy, uno de los hombres que más se cuida en el uso correcto de los términos y que nunca usa el término "América Latina", le encajaron un acápite hablando de América Latina.

 

Seguramente es Godoy, junto con nosotros, Horacio Cagni y don Luis Villordo, el gran filósofo mejicano, el único que utiliza siempre el término correcto de Iberoamérica. Es que este último concepto es antropocultural y no ideológico como el de Latinoamérica. Término, como es sabido, inventado por los franceses y luego utilizado por los yanquis, los marxistas, los liberales y los demócratas y social cristianos. Todos juntos en el extrañamiento de Nuestra América por el mal uso de un término. (2)

 

A continuación viene un artículo sobre Hegel Marx y América Latina que recorre los lugares comunes del tema sin decir nada nuevo, al contrario, el resentimiento antiespañol del autor le hace afirmar que una de las fuentes de la animadversión de Marx contra Bolivar fue la de los historiadores españoles resentidos con el Libertador por la pérdida de las colonias españolas. ¿Qué historiador español? Si además Marx no leía español. Y a renglón seguido afirma que Marx escribió el artículo consultando la bibliografía inglesa en el  Museo británico de Londres. Por último en el artículo de la Enciclopedia británica sobre Bolivar que es el que escribe Marx  no existe ninguna citación sobre autor español. En resumen, una farabuteada (farabutto)  llena de prejuicios.

 

En otro artículo se afirma: Sin embargo, la Unión Latinoamericana, incluyendo el Caribe, resulta insoslayable. ¡Otra vez sopa!. No podemos con la integración con Brasil, Paraguay y Uruguay y tiramos la pelota hacia delante, hacia un inalcanzable y vacuo "latinoamericanismo" que además incluye al Caribe, donde hay doce Estados-Nación ridículos creados por los Estados Unidos e Inglaterra para manejar electoralmente la OEA (3). No existe ni el más mínimo sentido de realismo político. Sobre el vacuo y estéril "latinoamericanismo" pueden consultar los múltiples trabajos de don Helio Jaguaribe, pero claro, prefieren publicarle a un cuatro de copas, contador de profesión, que forma parte de lo políticamente correcto como lo es la izquierda progresista.

 

Luego viene un artículo de un profesor de filosofía que afirma como verdad revelada: la mundialización es un fenómeno irreversible de nuestra civilización. Si es "irreversible" que sentido tiene que escribamos sobre integración regional. Por otra parte, el mundo siempre existió, lo que pasó es que el mundo dejó de ser un "cosmos", algo bello, para transformarse en in-mundo, algo desagradable y feo.

 

Reitera una vez más la vaguedad de afirmar que: pasar del Mercado común del sur a la auténtica comunidad latinoamericana, cuando no se pudo realizar aún el primero entre cuatro naciones ya están sosteniendo la realización de la unión de veinte. Lo que esteriliza todas estas propuestas es el no-lugar, tanto desde donde se realiza, cuanto a donde pretenden llegar.

 

Y este no-lugar no es ni siquiera la u-topía que al menos nos hace un llamado desde el futuro, sino el no-lugar de los espacios de consumo como son los aeropuertos y los supermercados. En este caso el no-lugar es el común espacio del pensamiento único.

 

La desgracia de los profesores de filosofía es que oscurecen las aguas para que parezcan más profundas. Y de esto no hay dios que nos libere.

 

Viene luego otro artículo titulado con el equívoco concepto de América Latina para intentar situarla en la época contemporánea. Una vez más el declamativo e insustancial concepto de Latinoamérica. Cuando no espurio e ideológico. Allí se sostiene un despropósito mayúsculo cuando se afirma que "los nueve países hispano parlantes de América del Sur son iguales al Brasil. Y agrega que la única geopolítica importante en América Latina es la brasileña siendo los únicos, además, que han pensado en serio al conjunto de América del Sur".

 

¿Y Perón ayer y Chávez hoy, qué son moco e´pavo?. Sin contar en el siglo XIX Rosas por Argentina, Santa Cruz por Bolivia, Carlos Solano López por Paraguay, Eloy Alfaro por Ecuador y así podríamos poner veinte ejemplos de cada uno de esos "nueve paisitos" que según el autor apenas logran juntos igualar al Brasil.

 

¿Cuál fue el pensamiento "en serio del conjunto de América del Sur" por parte del Barón de Río Branco, el mentor ideológico de Itamaraty? Avanzar sobre sus vecinos hasta agotar su buena voluntad. Así pudo avanzar en una geofágia incontinente sobre Argentina, Paraguay, Bolivia, Perú y Colombia en la posesión de territorios que nunca le pertenecieron con el apoyo incondicional de la diplomacia inglesa y norteamericana.

 

Si estos son los efectos reales de una diplomacia que "ha sido la única que pensó en serio al conjunto de la América del Sur", no la queremos porque solo ha pensado en serio  América del Sur para ellos y sus intereses particulares.

 

Lo más grave es que estos autores, a los que he evitado ex profeso nombrar, andan perorando por los cuatro costados de Nuestra América semejantes o peores sandeces y que lo único que logran es entorpecer el camino de la liberación de Suramérica en que estamos empeñados todos aquellos que sostenemos "el realismo político" como corriente politológica.

 

A nosotros se nos opone el ideologismo culturoso de estos "manoseadores de ideas" que la van de pensadores nacionales, quienes  no solo confunden al lector y al auditorio sino que nos arrastran hacia un Holzwege, hacia un camino que no conduce a ninguna parte.

 

 

(*) alberto.buela@gmail.com


(1) Al respecto hay un trabajo de Ramón Peralta Teoría de Castilla (Madrid, Ed. Actas, 2006) en donde muestra como el castellano sonaba a sus enemigos como tambores. Es de entre las lenguas romances la más alejada del modelo latino (p.59) por la simplificación notable que realizó del latín. Hablando estrictamente el castellano proviene del "osco" dialecto de guerreros y campesinos surgido entre la costa oriental de Cantabria y la comarca de la Bureba, tal como lo probó el eminente lingüista Antonio Tovar en Lo medieval en la conquista (FCE. México, 1970).

(2) Sobre este punto hemos escrito hasta el hartazgo, vale consultar Hispanoamérica contra Occidente (Madrid, Ed. Barbarroja, 1996).

(3) Los miembros del Caribe son: 1) Antigua y Barbuda; 2)Bahamas; 3) Barbados; 4)Dominica; 5) Grenada; 6) San Cristóbal y Nieves; 7) Santa Lucía; 8) San Vicente y la Granadinas; 9) Jamaica; 10) Trinidad y Tobago y las históricas 11) Haití; 12) República Dominicana; 13) Cuba. Existe además  Puerto Rico que quedó anclado a los Estados Unidos desde 1898 y una veintena de islas importantes como Martinica, Guadalupe, Vírgenes, Anguilla, Caimán, Montserrat, San Eustaquio, Saba, San Martín, San Bartolomé, María Galante, Curazao, etc