CAPITALISMO ECOLÓGICO: LA INDEBIDA CONCENTRACIÓN DEL TERRITORIO
por Fernando Saieh Alonso, Instituto Histórico Arturo Prat


INTRODUCCIÓN

El Capitalismo Ecológico se ha apoderado de grandes extensiones de territorio en la zona austral de Chile y el Dinero ha permitido a los empresarios verdes, como Tompkins, Piñera y Cía Ltda., ejercer el Poder de compra para alcanzar lo que se han propuesto.

Mientras tanto, quienes habitamos este pequeño país permanecemos hipnotizados frente al televisor, comprobando lo cierto que es aquella frase que dice: “Mientras la gente no sienta que le están metiendo la mano al bolsillo, no les importará lo que ocurra a su alrededor”.

EL TERRITORIO: EL NUEVO INSTRUMENTO MERCANTIL

 Durante el presente año los chilenos seremos bombardeados día y noche por la propaganda electoral mientras los políticos prometen terminar con los males que aquejan a los habitantes de este país.

El gran tema de discusión que plantearán los candidatos será mejorar la distribución del ingreso, a fin de superar la pobreza y asegurar mayores oportunidades a todos los chilenos.

Escucharemos soluciones de todo tipo, desde subir o bajar los impuestos, refinanciar la pequeña y mediana empresa, aprovechar los excedentes del cobre, disminuir el presupuesto militar, o bien, firmar acuerdos de libre comercio con los países del Asia. Lamentablemente, lo que jamás será propuesto por los “iluminados” de la política será la posibilidad de eliminar el interés del dinero, con el fin de poner término al actual sistema que ha instaurado la usura y la especulación.

Y es en este proceso degenerativo, en donde el dinero es el que genera las corrientes de opinión y financia campañas, que la entrega de nuestro país continuará su curso, porque “no importa un pedacito más o un pedacito menos”1, lo que importa son los millones de pesos a los que hay que vender el suelo patrio, porque el territorio nacional es el nuevo instrumento mercantil.

PATRÓN DINERO VERSUS PATRÓN TRABAJO 

La usura oxida el cincel,
enmohece el arte, el artesano...
Cadáveres se aprestan al banquete
por orden de la Usura.
 
Ezra Pound

El actual sistema económico que existe en Chile, y en el mundo, se encuentra basado en una economía de especulación financiera, sobre la cual el dinero juega un rol fundamental, principalmente, porque que es a través de este medio, tal como nos hacen creer los expertos en ciencias económicas, que es posible la eficiente asignación de recursos en las distintas áreas del sector económico, en un escenario donde el libre mercado es asegurado por el Estado a través de sus instituciones.3

En este sentido, el modelo económico que nos ha sido impuesto permite que el dinero sea el único ente generador de riquezas, mientras que el trabajo, función esencial del ser humano, hoy sólo aparece como una consecuencia dentro de la actividad económica, mejor dicho en este proceso antinatural, porque sin lugar a dudas, la lógica indica que esto debiera ser totalmente a la inversa, es decir mientras exista un grupo de personas dentro de una comunidad dispuestas a crear riqueza, la fuente principal de desarrollo económico será el trabajo, lo que motivará el intercambio de bienes o servicios, por medio del dinero.

Hace muchos años, se describió lo lamentable que podía resultar mantener una economía basada en el dinero (hoy convertido en dinero electrónico, carente de nacionalidad y ni siquiera con una existencia real), a través del siguiente ejemplo:

Una vaca, desde el punto vista económico, es un bien que se reproduce pero no es eterno, y en caso de que alguien me la pida prestada, cobraré un monto fijo mensual hasta que me sea devuelta, ya que dejaré de obtener la leche que diariamente me entrega. Por otro lado, un lingote de oro no se reproduce pero sí es eterno, y en caso de que alguien me lo solicite prestado, cobraré un monto fijo mensual que me permitirá pagar el seguro en caso de que éste no sea devuelto.

Finalmente, el caso más sorprendente ha sido el del dinero, el cual  toma las mejores características de la vaca y del lingote de oro: se reproduce y es eterno.

Así, quienes concentran el dinero, al momento de prestar una cantidad determinada exigen al deudor al término del plazo convenido, que les sea devuelta una suma superior a la inicial, la cual se multiplica año a año producto que durante el período estipulado se aplicó a dicha suma una tasa de interés anual, lo cual a simple vista no concuerda con los cobros que se suman mes a mes por haber prestado la vaca o el lingote de oro.

En este mundo materialista, en donde los individuos sacrifican y entregan sus almas para aumentar sus niveles de consumo y producción, el trabajo resulta ser una especie de desgracia, porque nunca alcanza para satisfacer las infinitas necesidades del hombre-robot que no es capaz de darse cuenta que el dinero sólo debe ser un bono por trabajo efectuado y sólo se le debe considerar como un medio de intercambio, sin conferirle mediante el interés, un poder sobrenatural de crecer por sí mismo a costa del trabajo productivo.4

Si a esto agregamos que dentro de la política monetaria de un país, el Estado, representado por el Banco Central, tiene dentro de sus atribuciones la emisión del circulante y la fijación de las tasas de interés, y por otro lado, al sector privado al cual le corresponde la captación y el préstamo de dinero, se tiene que este medio de cambio tiende a concentrarse en pocas manos, y a su vez, dado el volumen de moneda del cual disponen quienes los amasan, éstos son capaces de generar utilidades por medio del préstamo a plazo aplicando el interés.5

De igual forma esta concentración permite a quienes disponen de él ejercer el poder por medio de estructuras y organizaciones, a través de las cuales impulsan políticas de diferente índole, puesto que el poder se conquista.6

A estas alturas conviene recordar al Primer Ministro de la Reina Victoria de Inglaterra, Benjamín Disraeli, quien declaró que “el mundo se halla gobernado por personas muy diferentes a las que creen los que no ven más allá de sus ojos”.

EL EJERCICIO DEL PODER

"La política exterior no requiere de casi ninguna de
aquellas cualidades que posee la democracia; y sí
requiere, sin embargo, del uso perfecto de casi  todas
aquellas facultades en que la democracia  es deficiente."
Alexis de Tocqueville

"La estructura que debe desaparecer es la Nación”
Edmond de Rothschild

En esta época en que nos ha tocado vivir el globalismo de los negocios y de la fe9, el investigador argentino Adrián Salbuchi, en su publicación El Poder…de dónde viene, quién lo tiene; dónde está, adónde va…,  nos señala que “quienes pretendan creer que el costo de la globalización es el totalitarismo del mercado, se han quedado cortos, ya que su éxito es sólo una condición necesaria, pero no suficiente, porque se requiere sobretodo que los individuos no piensen (pensamiento cero), que no duden y que no discutan sobre las reglas del mercado10, aceptando el librecambio como un hecho (¿afortunado?) de la naturaleza, entregándose a las verdades que los profetas del capitalismo global les dan a través de los medios de comunicación (pensamiento único)”.11

En este sentido, Salbuchi agrega: “Cuando hablamos del poder, nos referimos a la capacidad de planificar, promover, organizar y lograr determinados objetivos y metas a corto, mediano y largo plazos. Ello abarca una amplia gama de ámbitos, principalmente el político, económico, industrial, financiero, tecnológico, cultural, psicológico e, incluso, militar. O sea, el poder implica el uso coordinado e inteligente de los recursos de los que se dispone –sean éstos grandes o magros, físicos o abstractos, concretos o potenciales– con el fin de lograr objetivos y metas concretos”.

De esta forma, es posible comprender que “mientras que el eje del mundialismo lo conforman los Estados-nación, el eje del globalismo lo conforman las estructuras económicas privadas, por lo que presupone el debilitamiento, disolución y eventual desaparición del Estado-nación soberano; de todos los Estados-nación soberanos. Así, la ideología de la globalización se propone privatizar el poder en todo el mundo, con lo cual es posible distinguir en el tiempo la existencia de lo que podemos denominar Poder Real y Poder Formal”.12

El Poder Real corresponde a estructuras y organizaciones que impulsan planes, medidas y decisiones políticas, económicas y sociales de efectividad concreta dentro de una nación, región, estamento o estructura institucional pública o privada, o en un conjunto de éstas. Su efectividad se mide tanto por el ámbito que domina como por la continuidad temporal con que perpetúa y aumenta ese dominio.

Las estructuras a través de las cuales se detenta el Poder Real son de naturaleza política, económica, financiera, tecnológica, cultural, psicológica o un conjunto de éstas. Sus detentores actúan en forma visible o no-visible, según conveniencias estratégicas puntuales. Se trata de la red de centros de planeamiento geopolítico privados.

El Poder Real impulsa causas usualmente no visibles que generan efectos altamente visibles.

Por su parte, el Poder Formal corresponde a estructuras formales que han devenido en ejecutoras operativas de las estrategias emanadas del ámbito del Poder Real.

Se trata de estructuras altamente visibles, tales como las estructuras operativas de las grandes empresas multinacionales, bancos transnacionales, entes financieros multilaterales, multimedios monopólicos planetarios, casas de altos estudios y puestos clave en los gobiernos del mundo.

El Poder Formal manifiesta efectos visibles que obedecen a causas normalmente no-visibles.

En conclusión, para comprender en mayor profundidad como el poder ha quedado privatizado a nivel planetario, es posible comparar su estructura y su dinámica desde la perspectiva de una estructura tradicional de la empresa capitalista moderna, en la que el poder se distribuye en básicamente tres niveles: accionistas, directores y gerentes. De esta manera será posible comprender el ordenamiento del poder público desde el orden privado.13

*          *          *

La lucha por la supremacía en el mundo de los negocios ha creado una sociedad desencantada, egoísta y sin corazón, la cual se encuentra sumida en la indiferencia por la religión y una profunda repugnancia por la política. Su guía ha sido el cálculo y su culto la pasión por el oro. Los seres humanos hacen todos los esfuerzos imaginables por conseguir el dinero que puede proporcionarles los bienes materiales, pero ya es tarde porque éste se encuentra monopolizado, confirmando que el Nuevo Orden Mundial ha sido impuesto, tal como lo profesa el billete de un dólar: Novus Ordo Seclorum.

¿LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA PATAGONIA?

“Sólo saben lo que es Chile,
quienes lo han perdido"
Jesuita Fray Manuel Lacunza 

“Se quiera o no, tendremos un Gobierno Mundial.
La única cuestión es saber
si será por concesión o por imposición”
James Paul Warburg

 Durante los últimos meses se nos ha informado a través de la  prensa la entrada en vigencia del Protocolo de Kioto, el cual supuestamente aseguraría en el largo plazo la disminución de las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera y permitiría a su vez la instauración a nivel mundial del negocio de los bonos de carbono, de manera de evitar el calentamiento global.

En relación a esto, el día 14 de octubre de 2004 se llevó a cabo una conferencia en el edificio de la Telefónica bajo el título de “Cambios climáticos abruptos desde y durante la última edad de hielo en Patagonia: implicancias regionales y globales”, patrocinada por el Mideplan, en donde el científico chileno –biólogo de la PUC y doctor de la Universidad de Maine de Estados Unidos– Patricio Moreno expuso como algunas de sus conclusiones que evitar el cambio climático a nivel planetario era un imposible, producto de que aunque se disminuyera a la mitad los agentes contaminantes el cambio se producirá de igual forma. Esto es debido a que no sólo las emisiones de dióxido de carbono están afectando al alza de temperaturas, sino que se estarían produciendo cambios en los movimientos geofísicos de la Tierra, es decir, el movimiento de traslación que nuestro planeta realiza alrededor del Sol estaría tendiendo a ser más circular y menos elíptico, el eje de la Tierra estaría inclinándose a favor de su eje natural y finalmente, existirían cambios en el movimiento de presesión, lo que en resumen, de acuerdo al investigador chileno, correspondería a un patrón desarrollado similar al de los antiguos períodos de glaciación.

Es en este contexto que se hace necesario comprender que detrás de las extensas compras de territorios en nuestra Patagonia existirían intenciones por parte de los grupos ecologistas radicales, tanto en Chile como en Argentina, por llevar a cabo el Proyecto Gondwana, consistente en adquirir la mayor cantidad de tierras al sur del paralelo 40º sur, con el fin aparente de promover la internacionalización de la Patagonia14, tal como se pretendió en los años cincuenta con respecto a la Antártica, puesto que esta región en el futuro gozaría de un clima ideal luego de que la temperatura global aumentara entre 1,5 y 4,5 grados Celsius.

Es por ello que el capitalismo ecológico internacional tendría especial interés por esta zona, puesto que el extremo sur es una zona infrapoblada, rica en minerales y con reservas de agua dulce únicas en el planeta; para ello cabe recordar que el diario La Nación en su edición del 28 de marzo de 2003, señala que un informe de las Naciones Unidas revelaba que “el mundo se está quedando sin agua potable y se calcula que en 20 años el suministro de agua fresca por persona disminuirá a un tercio”.

Esto que parece evidente, no lo ha sido para nuestro Gobierno y sus asesores que, sencillamente no quieren darse cuenta del potencial que posee nuestra nación, sobretodo en materia eléctrica, debido a que las posibilidades de desarrollo energético están siendo hipotecadas al no explorar las perspectivas que existen en el sur patagónico, más aún cuando se ha aplicado una política de Estado en favor del extranjero Douglas Tompkins, quien ha divido Chile de mar a cordillera, todo en nombre de la sacrosanta ecología, sobre la cual en palabras de Patrick Moore, co-fundador de Greenpeace, señala en el libro de Paul Driessen, Eco-Imperialism, que los “movimientos ambientalistas han perdido su objetividad y humanidad. El dolor y el sufrimiento que se le ha inflingido a las familias en países en vías de desarrollo no pueden seguir tolerándose.”

Quizás a nuestro Gobierno tampoco pareciera importarle la situación en la que se encuentran aquellos colonos que decidieron en algún momento hacer patria, debido a que en la actualidad se encuentran totalmente abandonados, sin ninguna política seria de colonización por parte del Estado y atormentados por el Ministerio de Bienes Nacionales que les exige en períodos de tiempo muy cortos regularizar sus títulos de dominio, más aún cuando paralelamente se está desarrollando un monopolio laboral en la región, al existir cada vez más, pocos propietarios con grandes extensiones de territorios.

Es por ello, que debiera existir un mayor interés por estos chilenos que viven en regiones alejadas, ya que no cuentan con los servicios básicos de salud, educación y transporte necesarios, con lo cual no es posible conformarse con respuestas como las emitidas desde el Gabinete de la Primera Dama, quienes respondieron frente a esta preocupación, a fines de julio del año pasado, que “al respecto, este Gabinete circunscribe su gestión en el desarrollo de las diez fundaciones que preside la Señora Luisa Durán, más el Departamento Social que atiende graves y urgentes situaciones sociales y de salud, por lo que no tiene competencia en la materia de su preocupación”.

Tal vez ha llegado el momento que nuestra Patria deje ser un instrumento mercantil, al servicio del globalismo de los negocios y de la mentada ecología, ideología foránea, ajena nuestras tradiciones y que nada tiene que ver con la relación que mantenían nuestros antepasados con la tierra. Sólo así volveremos a redescubrir los misterios que en ella habitan reencontrándonos finalmente con el rostro de Chile.

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 Con el fin de exponer la grave situación en que nos encontramos, donde el Gobierno de nuestro país ha preferido hacer oídos sordos a nuestros consejos y optar por la ideología del capitalismo ecológico internacional (doctrina con aparente máscara de credo), contraria a una visión nacionalista, es que reproduzco una entrevista que se me realizara en el programa “Faro Informativo” de Radio Horizonte, conducido por Libardo Buitrago, el día miércoles 6 de octubre de 2004.

A diez años del fatídico Fallo de Laguna del Desierto y las posteriores pérdidas de territorio en nuestra Patagonia, a causa de las masivas compras de terrenos por parte de Douglas Tompkins (principalmente en Palena y, cerca de Cochrane, la reciente Hacienda Chacabuco), y de la multinacional Goldman Sachs (casi trescientas mil hectáreas en Tierras del Fuego), se llevó a cabo la siguiente entrevista.

Libardo Buitrago: Fernando, ¿cómo debe forjarse la relación entre el Estado y el Mercado?

Fernando Saieh: En primer lugar, el Mercado existe antes que el Estado, producto que las transacciones comerciales se realizan desde la antigüedad, antes de la existencia de los propios Estados, pero en la actualidad es el Estado quien permite, a través de las leyes y las regulaciones, que el Mercado funcione adecuadamente. Ahora, en el caso de ventas de territorios, se puede llegar a niveles tan complejos que el Mercado podría contar con tan amplias atribuciones que incluso se llegue al extremo de que éste socave las bases mismas de la institucionalidad provocando un problema de Soberanía.

L.B.: ¿Por qué?

F.S.: Porque en el caso de un particular que posee grandes extensiones de bosque, se debe considerar que, los árboles crecen sobre la tierra, y la tierra es parte de un territorio, de tal forma que esto pasa a ser directamente un problema de Soberanía. Veamos un ejemplo. En el caso de las fronteras, el ente llamado a administrarlas –usando un lenguaje de empresa– no es un particular, sino el Estado. Y el Estado persigue el bien común, no el bien de un particular.18 

Nicole Rodríguez: En ese sentido, ¿qué ocurre con los movimientos ecologistas? Puesto que en nuestro país hemos visto grandes compras de tierra, según lo anterior, ¿se pone finalmente en peligro al Estado?

F.S.: Hoy en día, sí. Para explicarlo quisiera partir por lo siguiente, en relación a los grupos ecologistas: Existen muy buenos movimientos, con gente muy preparada e idónea, pero, a la vez, existen movimientos ecologistas muy radicales que están buscando, a través de un conocido plan llamado Proyecto Gondwana (que por alguna razón ha pasado inadvertido), comprar a nivel mundial la mayor cantidad de tierras al sur del paralelo 40º, lo que afecta a la Patagonia chileno-argentina, Nueva Zelanda y algunos territorios en Australia.

L.B.: Ese movimiento, ¿de dónde nace? ¿Lo has podido pesquisar?

F.S.: Sí, de hecho existe una página en internet de la agrupación Defensores del Bosque Chileno que representa a estos grupos (http://www.elbosquechileno.cl/gondwana.html) y que se encuentra en conexión con algunas entidades norteamericanas. Existe toda una red de movimientos ecologistas.

L.B.: ¿Cómo dijo que se llamaba la agrupación?

F.S.: Defensores del Bosque Chileno. Ellos fueron los que inicialmente habrían comenzado con el Proyecto Gondwana, el que se ha ido promoviendo internacionalmente, contando con un gran apoyo desde el exterior.

N.R.: Para estos grupos, ¿qué es lo que hace tan atractiva la compra de miles de hectáreas?

F.S.: En este asunto hay que pensar a largo plazo. Hablemos de cien años y analicemos todo lo que está sucediendo en relación con la Convención de Kioto, ahora que Rusia, justamente hoy (tal como lo anuncia la prensa), ha entrado a participar en el mercado de bonos de carbono. Se estaba dudando si Estados Unidos o Rusia entraban. Bueno, Rusia entró y, por lo tanto, existe ya un mercado importante. ¿Cuál es la idea? Se proyecta que de aquí a cien años la temperatura de la Tierra aumente al menos en 3ºC, lo cual es suficientemente significativo para producir cambios climáticos, a causa de las emisiones de metano que se acumulan en la troposfera.

N.R.: Fernando, a lo mejor, personas que no tenemos tanto conocimiento con respecto a este tema, podemos pensar: Entre que exploten el bosque, por ejemplo, yo prefiero que lo compre alguien y lo cuide, sin embargo, ¿eso también tiene riesgos para nosotros como país? Quiero que me lo expliques.

F.S.: Volvamos a la concepción del Estado: El Estado tiene el deber de velar por el interés común, es decir, el bien común. Por lo tanto, si alguien es dueño de grandes extensiones de tierra que van de cordillera a mar, primero se produce un problema con la gente que allí habita. Hablemos de los colonos puntualmente: Ellos sufren un monopolio laboral, como en las regiones XI y XII (donde la densidad poblacional es menos de un habitante por kilómetro cuadrado), ya que no tienen más opción que trabajar con el único empleador de la zona. Por otro lado veamos el caso del monopolio económico. Por ejemplo, si un inversionista chileno está dispuesto a invertir (como sucedió recientemente), ¿qué facilidades se le otorgan frente al inversionista extranjero?

L.B.: ¿En qué posición real está el inversionista extranjero que quiere comprar en el sur del país?

F.S.: El inversionista extranjero parte inicialmente con una ventaja

L.B.: ¿Cuál?

F.S.: Recibe créditos en su país en lo que se conoce en Chile como el Fondo de Utilidades Tributables (F.U.T.), producto de que las empresas que invirtieron dineros en Chile a través del D.L. 600 generan créditos en su país de origen.

L.B.: O sea, estamos frente de una desigualdad.

F.S.: Claro, porque el extranjero ya parte con una ventaja a diferencia del inversionista nacional que parte desde cero. Este invierte el capital y luego tiene que comenzar a trabajar los terrenos para generar utilidades.

L.B.: O sea, ¿no somos tan iguales ante la Ley?

F.S.: Exactamente. Acá hay un punto muy esencial del que yo quisiera que nuestros políticos tomaran conciencia, porque, si bien la Constitución (en su Artículo 19) señala que “ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias arbitrarias”, no por ello hay que deducir que la ley establece igualdades arbitrarias. Con esto quiero señalar que sí existe una diferencia entre el chileno y el extranjero.

N.R.: ¿Se ha revisado esto? ¿Tú estas en conocimiento de que se esté analizando esta situación?

F.S.: Sí, en el Senado actualmente existe un Proyecto de Ley de los Senadores Stange y Horvath sobre este tema. En el pasado, el Senador Frei, ex Presidente de la República, tuvo también mucha preocupación. Lo que están tratando estos Senadores es que, a través de una Ley se limite la compra de grandes extensiones de tierra.

L.B.: Bueno, el tema no se agota y seguiremos tratándolo.

F.S.: Libardo, yo quisiera recordar aquellas palabras que escribió el Padre Lacunza (jesuita) hace muchos años en el destierro (siglos en verdad): “Sólo saben lo que es Chile, quienes lo han perdido”.

L.B.: Mire usted…: “Sólo saben lo que es Chile, quienes lo han perdido”.

Soberanía no se hace con Árboles, sino con lo mejor de nuestro País: su Gente.

 

NOTAS

1 Histórica declaración hecha por el ex Presidente Patricio Aylwin que se hizo famosa por su desafortunada irresponsabilidad e infamia.

3 El comunismo internacional, al igual que el capitalismo son ideologías foráneas que se encuentran al servicio del dinero y del interés. Es por esta razón que no se puede compartir la ideología comunista que ha pregonado que es necesario eliminar o controlar el libre intercambio de bienes, ya que la raíz del problema no es el libre mercado, sino el interés del dinero del cual el prestamista vive sin trabajar, más aún, cuando éste a través del actual sistema económico le es posible concentrar dicho recurso, lo que en la práctica significa que el dinero se encuentra en manos de muy pocos.

4 El trabajo es una actividad acotada en el tiempo y, por lo tanto, limitada. En consecuencia los bienes y servicios también son limitados, y estos al igual que el trabajo tiene un carácter aditivo porque sólo es posible cuantificarlos a través de la suma, mientras que el dinero por medio del interés tiene un efecto multiplicativo, debido a que éste crece sobre sí mismo a lo largo del tiempo, creciendo al infinito. Lo que en la práctica significa que el capital prestamista es infinitamente muy superior al capital industrial, mientras que el segundo es limitado y basado en el trabajo productivo.

5 “Poder inmenso y despótica dominación económica están concentrados en manos de unos pocos. Este poder deviene, particularmente irresistible, cuando es ejercido por los que, controlando el dinero, gobiernan el crédito y determinan su concesión. Ellos suministran, por así decirlo, la sangre de todo cuerpo económico, y la retiran cuando les conviene; como si estuviera en sus manos el alma de la producción, de manera que nadie ose respirar contra su voluntad”. S.S. Pío XI, Quadragésimmo Anno.

6 Ver Anexo. La Nueva Moneda del Mundo.

9 En la revista Qué Pasa del 1 de marzo de 1997 (pág. 82) el Premio Nobel de Economía, Gary Becker, señalaba que “hace más de doscientos años, Adam Smith, en un olvidado capítulo del libro Las Riquezas de las Naciones, reconoció la importancia que tiene la competencia en el comportamiento religioso. Smith aseguraba enérgicamente que la única manera de terminar con la pereza e indiferencia de los líderes de la Iglesia era haciendo que ésta compitiera con las nacientes religiones por más fieles”. ¿No es esta la forma que en la actualidad se utiliza para mantener a la población ocupada de manera que no interfiera con las decisiones de los grupos de poder?

10 La psiquis humana se resiste a cambios repentinos pero se acostumbra a los que sean graduales. Para ello repetiremos una metáfora utilizada por Salbuchi que dice que “si se arroja a un sapo dentro de un balde con agua hirviendo, el pobre animal sobrevive por cuanto el choque es tan brusco y violento que lo obliga a saltar automáticamente fuera del balde, con el resultado de que, aunque quemadas sus patas y panza, el infeliz animal se salva al no soportar ese choque repentino de ser arrojado al agua hirviendo. Sin embargo, si a ese mismo sapo se lo coloca en un balde con agua tibia a la que se le aumenta la temperatura a razón de un grado por minuto, el sapo se irá acostumbrando a ese cambio gradual y terminará cocinándose prácticamente sin darse cuenta…”.

11 Extracto de la publicación El Poder…de dónde viene, quién lo tiene; dónde está, adónde va… del investigador argentino, Adrián Salbuchi.

12 El fin último de la globalización apunta a controlar todos los asuntos públicos de la humanidad a través de una supraestructura de poder, que, además, es autoexcluyente de todo proceso democrático porque no permite que se le restrinja a través de su propio medio de control

13 Gianni de Michelis, ex-ministro italiano de Asuntos Exteriores y presidente del Instituto Aspen (un apéndice de la Comisión Trilateral), en declaraciones efectuadas al diario El País el 4 de abril de 1990: “El poder ha de ser inevitablemente transferido de las naciones soberanas a instituciones supranacionales”.

14 Pareciera que tampoco nadie se acuerda que en Argentina, producto de la reciente crisis financiera que hace poco vivió aquel país, el Council on Foreign Relations (CFR) propuso al gobierno trasandino el “canje de deuda por territorio” (debt for nature swap), como fórmula para el pago de los compromisos que llevaron a la Argentina al caos. Diario El Cronista Comercial, Buenos Aires, 18 de marzo de 2002, pags. 1, 12, 13 y 14.

Extractado de ALERTA AUSTRAL