ANTIHOMENAJE A GUEVARA

 

por Marcos Ghio

 

"No disparen. Soy el Comandante Guevara, les resulto más útil vivo que muerto" (Una frase olvidada)

 

Ha llamado poderosamente la atención la unanimidad con la cual, desde puntos de vista que pueden resultar dispares, la prensa de la Argentina y del mundo entero le ha otorgado en homenajear a la figura de nuestro guerrillero vernáculo, Ernesto "Che" Guevara. Y al respecto digamos que, si bien los puntos de vista de tales recordatorios puedan presentarse como diferentes, sin embargo hay un universal consentimiento en considerarlo como un gran idealista, como un inclaudicable luchador por la justicia social, aunque pueda haber elegido caminos equivocados para hacerlo en algunos casos o por el contrario eligiendo el único adecuado que se podía haber adoptado en una circunstancia de gran explotación y opresión. 

 

Pero en todos los casos, se disienta o se acepte su metodología, se ha presentado una gran unanimidad en considerarlo como una persona valiente, idealista, especialmente en su actuación guerrillera, si bien en cambio hoy casi todos, por razones distintas, discrepen con su breve actuación en la gestión de gobierno en Cuba, o por haber fracasado en la implementación de su plan económico cuando era ministro de tal área, o por haber hecho fusilar a varios inocentes de una manera sumamente implacable, no ahorrando ni siquiera la vida de un niño de 16 años.

 

Sin embargo lo que nadie le discute es lo relativo al valor demostrado en luchar contra del "imperialismo norteamericano" y sus diferentes dictaduras locales de cuyo sistema ha sido un sustancial enemigo.

 

Nosotros es justamente esto último lo que trataremos de refutar. ¿Ha sido Guevara un luchador inclaudicable y efectivo en contra de tal poder "imperialista" que decía combatir? Así como la segunda pregunta más esencial que dejaremos para otra oportunidad: ¿Han estado los principios sustentados por él en antítesis de tal poder o por el contrario han ayudado a consolidarlo? Contestar a esta primera pregunta esencial es sobre lo que versa este artículo el que pretende erigirse como un anti-homenaje a la figura del Che.

 

 

Guevara y la guerrilla en Bolivia

 

Al referirse a tal tema se ha puesto el acento especialmente en las siguientes circunstancias. Guevara perdió la batalla de Bolivia porque tuvo ante sí a un enemigo demasiado poderoso como el Norteamericano que actuaba por detrás de la fuerza de los "rangers" bolivianos entrenándolos y brindándoles armas especiales e informaciones y además se agrega como dato complementario de su derrota el hecho de que dos de sus colaboradores, el argentino Ciro Bustos y el francés Regis Debray, quienes a su vez habrían sido delatados por miembros del partido Comunista local, lo traicionaron brindando información respecto del lugar exacto en que se encontraba. Esta suma de hechos es lo que explicaría que su movimiento pudiese ser desbaratado en tan corto tiempo, luego de apenas seis meses de haberse iniciado.

 

Vayamos al respecto a los hechos puntuales. En contra de lo que se piensa habitualmente el movimiento de Guevara en Bolivia contó con un gran apoyo económico del gobierno de Cuba y de la Unión Soviética quienes consideraban que para expandir la revolución marxista y en última instancia la hegemonía de aquel imperialismo por el mundo entero era indispensable obtener triunfos en otros países. Éste era el sentido de la consigna "obtener varios Vietnam en el mundo entero". En especial lo que a Guevara le interesaba era la Argentina, país de gran importancia estratégica y en el cual alentó, en simultaneidad con su movimiento en Bolivia, un grupo guerrillero en una zona próxima a dicho país a cargo del periodista Massetti, cuyo nombre era Ejército Guerrillero Popular (EGP), el cual fracasaría más estrepitosamente aun que su experiencia en Bolivia, sin siquiera haber entrado en combate. Pero como consideraba que el eslabón más débil del poder imperial en Sudamérica se hallaba en el país del altiplano fue hacia allí donde concentró sus mayores esfuerzos. El grupo guevarista estaba compuesto por una verdadera brigada internacional en donde los bolivianos se encontraban en absoluta minoría, con integrantes de países como Cuba, Argentina y hasta  europeos como el aludido Debray. Fue esta elección equivocada de miembros lo que hizo que tuviese una primera desinteligencia con el partido comunista local.

 

Éste, más conocedor que Guevara de la idiosincrasia de su propio país, consideraba que la presencia de "gringos" en su inmensa mayoría de piel blanca y algunos de los cuales que ni siquiera hablaba el castellano, iba a enajenar las simpatías de los campesinos los que, si bien explotados, iban a ver con malos ojos la presencia de extranjeros en su territorio. Esto último tenía un antecedente histórico irrebatible. En 1811 cuando la Junta de Gobierno de Buenos Aires envió una misión al Alto Perú, lo que hoy es Bolivia, ésta fue repudiada por la población en tanto la misma, además de estar compuesta por "gringos", levantaba consignas liberales y ateas contrarias a la idiosincrasia de dicho pueblo. Esta actitud se recordará que enajenó la voluntad de tales territorios hacia el resto de la Argentina siendo la base de la futura independencia y secesión de tal país. Fue por tal razón que en todo el tiempo en que la guerrilla actuó en Bolivia no logró la adhesión de campesino para su causa y por el contrario fueron éstos los que denunciaron su presencia a los militares quienes lograron finalmente dar con él.

 

Es decir el Partido Comunista boliviano estaba en lo cierto en señalar que ese movimiento estaba condenado de entrada al fracaso porque no iba a lograr lo esencial cual era el apoyo de la población.

 

Se dice erradamente, para soslayar este hecho esencial, que Guevara fue delatado por Debray y Bustos quienes habrían sido sometidos a torturas para finalmente terminar indicando dónde se encontraba escondido y que éstos a su vez fueron denunciados por el Partido Comunista. Aun suponiendo que haya sido cierto esto último vayamos al relato puntual del ejército boliviano que los detuvo y a conjeturas nuestras. La realidad es que ninguno de los dos podía saber el lugar exacto en que se encontraba Guevara pues hacía más de un mes que se habían separado del grupo guerrillero con la finalidad de establecer contactos con miembros disidentes del partido comunista boliviano. Lo más que pueden haber delatado era la presencia de Guevara en Bolivia, pero no su ubicación exacta pues forzosamente debían ignorarla.

El ejército reconoce que Debray confesó, pero que lo hizo sin tortura pues "era tan flojo que bastaba soplarle a los ojos para que cantara todo lo que sabía". ¿Pero qué era lo que sabía? En defensa del fracasado francés, ex marxista hoy apoltronado en cargos del sistema en el propio país, digamos que indudablemente no debía saber el lugar en que se hallaba en ese momento su jefe y que haber dicho que Guevara estaba en Bolivia no debía haber empeorado demasiado la situación de éste.

 

Pero vayamos al relato puntual del momento en que Guevara cae en combate y contra quien luchaba. El relato del militar que condujo la operación es muy sugestivo. Afirma que durante cuatro días su tropa de "rangers", (en realidad se trata del nombre que recibe la gendarmería en tal país) con 160 hombres tuvo rodeado al contingente de Guevara el que, debido a sus incesantes deserciones y bajas, estaba reducido a apenas 47 combatientes. Si Guevara hubiera aplicado las técnicas guerrilleras de su propio manual lo correcto hubiera sido dispersarse en pequeños grupos internándose en la selva a fin de evitar caer en manos del enemigo. Sin embargo curiosamente nada de eso sucede y se termina dejando atrapar con suma facilidad por una avanzada de ese contingente que logra en pocas horas desbaratar todo el movimiento. Se ha insistido mucho, con la finalidad de divinizar la figura del Che, en el relato efectuado por quien lo ejecutó al cual le temblaba el pulso y al que Guevara hasta tuvo que darle la orden de dispararle. Sin embargo es más interesante recordar sus palabras cuando fue herido en la primera ráfaga: "No disparen. Soy el Comandante Guevara, les resulto más útil vivo que muerto".

 

Una vez que se obedeciera a su primera "orden" de no rematarlo en el combate la patrulla boliviana consultó con el mando militar el cual no podía creer en la facilidad con la cual se había logrado terminar con el principal líder de la revolución castrista. Luego de varias consultas, se consideró que Guevara muerto era más útil que vivo, lo cual fue sin lugar a dudas el principal error cometido pues fusilándolo se lo convertiría en un mito, tal como sucedió luego.

 

Es posible pensar que la CIA pueda haber colaborado con la información respecto del paradero de Guevara, de sus métodos de combate y aun con armas, sin embargo el mérito de la acción por atraparlo corresponde exclusivamente al ejército boliviano a quien queremos homenajear en este nuevo aniversario, tal como aparece en la foto tan popular que distribuimos en donde todos los que rodean su cadáver son "indios" y el único "gringo" que allí aparece es el propio Guevara.

 

Por último un homenaje también a la joven maestra de La Higuera en cuya escuelita fue primeramente alojado Guevara malherido antes de su posterior ejecución. "¿Por qué vino a invadirnos y a matar a nuestros compatriotas desde otro país que no es el nuestro?". Claro que los hacedores del mito nunca podrán responderle.