| CONVOCATORIA
          PARA ADHERIR AL RECHAZO DE SUBUS A LA CAMPAÑA MARICONISTA FINANCIADA
          POR HOLANDA EN CHILE
           enviado
          por El
          Cartero Petras 
             El
          gobierno de Holanda, a través de su embajada en Chile, está
          interviniendo en los asuntos internos de Chile, al financiar una
          onerosa campaña publicitaria del MOVILH (Movimiento de Liberación
          Homosexual, que es una organización de maricones de extrema
          izquierda), consistente en gigantografías callejeras que se han
          puesto en las principales avenidas de Santiago y en los letreros de
          buses, en las cuales exaltan el erotismo homosexual como un modelo de
          comportamiento que se quiere imponer como legítimo, a contrapelo de
          la normalidad sexual. El
          mismo gobierno (el de Piñera-Hinzpeter) que fue incapaz de defender a
          su embajador en Argentina por haber dicho lo que la mayoría de los
          chilenos piensa es al mismo tiempo incapaz siquiera de hacer llegar
          una nota de reclamo al gobierno de Holanda por su intromisión política
          en nuestros asuntos. Se
          ha sabido que en Temuco el Lobby Gay ha logrado un primer éxito al
          hacer que 40 microbuses porten la propaganda mariconista, gracias a un
          oscuro entendimiento (o mejor dicho rosado) entre algunas autoridades
          locales y universitarias y algunos microbuseros, todos de dudosa
          reputación. A
          pesar del gran impacto causado en la población temuquense por ésta
          desvergonzada afrenta a las buenas costumbres, los únicos que han
          reaccionado son los integrantes del CONSEJO DE PASTORES EVANGÉLICOS,
          denunciándola como una “invasión inconstitucional” nederlandesa
          y antibíblica, y en virtud de lo cual han manifestado su intención
          de recurrir al Tribunal Constitucional. La
          situación es inversa en Santiago, pues en ésta ciudad la empresa
          concesionaria participante del Transantiago SUBUS CHILE se negó a
          aceptar las pretensiones de Holanda-Movilh de que sus buses se
          prestaran para ambular con la propaganda marcionista. El
          ético y patriótico comportamiento de SUBUS CHILE en lo que se
          refiere a estos respectos ha contribuído a mejorar la calidad de vida
          santiaguina al no contaminarla con esos letreros. Frente
          a ello los extremistas dirigentes del Móvilh han cometido una nueva
          impudicia demandando a SUBUS CHILE, alegándole infringir la Ley de
          Derechos del Consumidor. Estos
          empresarios no solo no estaban obligados a contratar un servicio que
          no les interesaba sino que tampoco quisieron patrocinar algo que iba
          contra sus convicciones. MUEVETE
          CHILE (muevetechile@muevetechile.org)
          ha convocado a todos los chilenos con un recto y patriótico sentido
          ético a que adhieran a ésta sana reacción de SUBUS CHILE y los
          alienten a mantenerse firmes en esa posición. PETRAS Respeto a la verdad y a la libertad: envía una Carta de Apoyo a Subus Subus Chile, empresa operadora de Transantiago, está siendo demandada por supuesta infracción a la Ley de Derechos del Consumidor y no discriminación arbitraria. Dicha empresa se ha negado a exhibir, en el costado exterior de sus buses, una publicidad que impulsa el reconocimiento y legitimación social, moral y legal de las parejas de un mismo sexo. La publicidad es explícita e invasiva, y la empresa ejerció lo que considera su derecho de negarse a patrocinar su exhibición en sus propios buses, que recorren día y noche las calles de la Región Metropolitana. En este caso, Subus tiene todo el derecho de rechazar esta publicidad. Las personas, públicas y privadas, no estamos obligados a aceptar emitir esta publicidad; al contrario, estamos moralmente obligados a no hacerlo. Incluso si el Estado, en aras de una supuesta neutralidad optara por tolerar esa propaganda, de todos modos, no le sería en ningún caso lícito imponer a nadie el difundirla. Se impone un atento discernimiento. Respeto a las personas, sí. Pero también respeto a la verdad y a la libertad. Envía
          una carta a Subus apoyándola en su legítimo derecho e incluso deber
          en conciencia de mantener su propia línea de coherencia editorial en
          sus mensajes publicitarios. 
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