DURA DERROTA DEL KIRCHNERISMO

por Seprin.com



La abultada paliza de Misiones es un mensaje al resto del país y al presidente de la Nación que puso sus fichas en un candidato como Carlos Rovira que fracasó ayer en su intento de perpetuarse indefinidamente en el poder. El mensaje fue claro: la Argentina no quiere ser gobernada por pequeños grupos que retengan el poder de forma hegemónica. La Argentina no quiere dirigentes adictos al
clientelismo, los abusos del poder, las ilegalidades y el desorden.

La derrota de Carlos Rovira en Misiones se escuchó ayer en la Casa Rosada donde anoche todo era silencio. La victoria del NO a la reforma de la constitucional provincial encabezada por el obispo Joaquín Piña con casi 14 puntos frenó las ambiciones de reelecciones indefinidas del gobernador Rovira que es también el que avaló públicamente el mismo presidente Kirchner. La era K recibe así una dura derrota en su proyecto monárquico.


El tubo de ensayo misionero se rompió anoche pese al apoyo del presidente Néstor Kirchner, que depositó en las últimas semanas cientos de millones de pesos en fondos sociales y obras públicas en la provincia. El fracaso K podría operar, entonces, como un muro de contención a cualquier intento de establecer la reelección ilimitada. Pero pese a los regalos "nadie votó con el estómago", dijo Piña.


El pueblo misionero y el mensaje de Piña fueron una lección de respeto y de defensa de las instituciones democráticas. Hubo atentados a la prensa, como los recibidos por varios medios de comunicación que cubrían el acto eleccionario y una sospechosa lentitud en el recuento de los votos que contrastaba con la rapidez con que los brasileños conocieron el triunfo de Lula. Uno de los episodios de mayor violencia se registró cuando fue a votar Carlos Rovira, el personal de seguridad golpeó a unos periodistas en momentos en que el mandatario apareció por el cuarto oscuro.


Hasta el sábado por la noche, Misiones era un polvorín a punto de estallar, había tensión y muchas agresiones, incluso muchos suponían que una victoria de cualquiera de los dos frentes sublevaría al perdedor.


Otro de los factores de tensión fueron los rumores de fraude. En ese sentido, el FUD había denunciado que unos 25.000 paraguayos votarían con DNI facilitados por el gobierno de Rovira. Y como creían que desde las ciudades fronterizas cruzarían miles de paraguayos, en la madrugada cruzaron un tractor en el puente que une Encarnación con Posadas. El piquete, planificado y ejecutado por operadores del sindicalismo misionero, duró unas cuatro horas, hasta que el gobierno de Rovira retiró el vehículo.


Aunque parezca mentira en Misiones el voto de paraguayos con un DNI argentino se llegó a pagar hasta 150 pesos, según aseguraron en la oposición. Asimismo se sospechó de sufragios de personas fallecidas. El padre Juan Carlos Belgrano, elegido ahora convencional constituyente por el FUD, contó que en el interior de la provincia hubo quienes se acercaron a las mesas electorales con documentos de familiares fallecidos "para impedir el fraude", aseguró.


Y no exageraban: en la misma mesa en la que votó el gobernador Carlos Rovira figuraba una persona llamada Rafael Daniel Rovira, nacido en 1894. También apareció en los padrones electorales una azafata fallecida en el accidente de Austral de 1997, pero el gobierno provincial no respondió a las acusaciones.


El amplio margen del Frente Unidos por la Dignidad (FUD) se impuso con el 56,57% (sobre 248.197 votos) al 43,43% (190.513 votos) del Frente Renovador de la Concordia Social, el aparato electoral del mandatario provincial, que puso como primera candidata a su prima Viviana Rovira.


La derrota de Rovira se entiende en el fuerte rechazo que su intento de establecer la reelección ilimitada generó en los principales centros urbanos de la provincia, inmunes al clientelismo político. Posadas y Oberá fueron punta de lanza de este escenario con una relación de dos a uno por el rechazo a la reelección ilimitada.


“Este es un mensaje para los que se creen enviados de Dios. La sociedad misionera dio un mensaje para todo el país, de que no va a aceptar dirigentes que se quieran quedar a vivir en el poder”, dijo el intendente de Posadas, Jorge Brignole. Asimismo, indicó que “a partir de estos resultados, Rovira tendrá que imponer cambios importantes en su gestión de gobierno”.


Durante los comicios Brignole había afirmado que existían "irregularidades" y denunció un "fraude" armado con el objetivo de que triunfe la lista que responde al gobernador kirchnerista Carlos Rovira. "Aquí hay fraude, eso es claro", sostuvo el jefe comunal.

En Apóstoles y Oberá rechazaron la renovación de la Constitución provincial a pesar de los beneficios recibidos. A medida que se conocían los resultados, políticos de todos los partidos iban acomodándose a la nueva situación. ¿Quién será la nueva cara K en la provincia?


La tierra roja amaneció teñida de papelitos blancos con la inscripción de dos letras:
no. Catorce puntos de distancia se encargaron de demostrarle al gobernador de Misiones, Carlos Rovira, que su pueblo no quiere renovar su constitución. Rovira no pudo soportar la seguidilla de errores cometidos en el último mes: clientelismo, abusos, ilegalidades y desorden invadieron el aparato rovirista. Ni siquiera el reparto descarado de millones le arrancaron una sonrisa. Apóstoles y Oberá, dos de las ciudades que recibieron en la última semana de campaña millones de pesos en clientelismo, también dijeron no.


La estrategia rovirista en el momento del escrutinio no pudo frenar lo estimado. Los primero números que empezaron a llegar al Centro Provincial de Computos fueron los de aquellas ciudades donde se imponía la Renovación, lo que generó que el partido del gobernador se mantuviera al frente de las elecciones durante gran parte de la tarde. Cuando las mesas R se acabaron, bastaron pocos minutos para que el FUD recupere terreno, alcance al rovirismo y le saque trece puntos de diferencia.

“No los unió el amor, los unió el espanto”. En el transcurso del día de ayer se vivieron momentos de tensión, sin embargo, el frente político social que encabezó el obispo emérito de Iguazú, Joaquín Piña tuvo un solo objetivo: frenar las ambiciones políticas de Carlos Rovira. Misión cumplida.

Los festejos del Frente Unidos por la Dignidad demostraron una sola realidad.
El FUD fue solo una excusa. Todas las vertientes que confluyeron en la espalda del obispo Piña decidieron festejar y capitalizar el triunfo por separado.