DOW JONES Y KABUL

 

por Walter Preziosi

 

Esta agencia procede a informar sobre los últimos acontecimientos de la guerra de civilizaciones actualmente en curso, en un momento muy especial en el cual el mundo se encuentra sumamente preocupado mensurando la volatilidad cotidiana del índice del Dow Jones, como un signo de la correlativa crisis terminal en que en se encuentra sumido el sistema capitalista, a pesar de todos los esfuerzos por convencernos de lo contrario por parte de los distintos operadores del mismo.

 

Pero, en tanto que no es nuestro  fin analizar los pormenores de dicha crisis, remitámonos simplemente a decir al respecto una vez más que no es una casualidad, sino una causalidad el hecho de que la quiebra del sistema financiero internacional, que tiende a acelerarse en forma galopante a medida que pasan los días, haya acontecido en simultaneidad con las graves derrotas que EEUU y el "mundo libre" están padeciendo en Afganistán, Pakistán y Somalia y a la irresuelta crisis que se sigue viviendo en Irak, así como el incremento de la guerra en la zona del Cáucaso, respecto de lo cual esta agencia informa al mundo de habla hispana en total exclusividad.

 

Razones de carácter político, fundadas principalmente en la incapacidad de mantener el orden en el mundo, son las que determinan en forma causal las graves crisis económicas que hoy se viven basadas principalmente en la pérdida de confianza en el poder imperial de los EEUU. Por lo tanto crisis económica y derrota militar no son dos hechos casuales, sino causales. Reconozcamos sin embargo que es verdad que a veces resulta difícil de explicar que las guerras perdidas en las lejanas mesetas caucásicas o afganas puedan ser las razones últimas por las cuales puedan quebrar bancos en Wall Street debido a la distancia inconmensurable y asimetría entre los dos escenarios (1), pero también reconozcamos que tal objeción esgrimida indudablemente no serviría cuando se nos dice que la caída de la bolsa de Tokyo fue la que por rebote ha hecho quebrar el sistema económico de la República de Islandia. Es decir que hoy en día, por razones de estricta propaganda militar, la excusa de la globalización es utilizada solamente cuando resulta conveniente hacerlo, en cambio en caso contrario se silencian los hechos esenciales (2). Pero, en tanto no han logrado obligarnos a tener la cabeza puesta en los vericuetos de la Bolsa de Nueva York, tal como les sucede a nuestros principales 'analistas', pasemos pues a reseñar la cosas esenciales de las que no se habla:

 

1) Afganistán

 

En consonancia con las quiebras bursátiles mundiales, la situación en el país se ha agravado notoriamente para la causa de los norteamericanos y de sus 40 países aliados, a quienes se ha bautizado jocosamente como 'los 40 ladrones'. Según informes de la misma Otan, se han incrementado en los últimos 2 meses las deserciones en el ejército afgano, pasándose regimientos enteros al lado talibán el que ha logrado así aumentar sus efectivos en un 30%. En la actualidad el movimiento islamista controla efectivamente casi el 80% del territorio y ya se ha pasado a la ofensiva abierta para la conquista de las principales ciudades. Kabul, la capital, se encuentra en estos momentos aislada. Las cuatro rutas que la comunican con el resto del país están bloqueadas por el talibán, el que ha logrado hacerse con las provisiones de alimentos que deberían incluso destinarse a las tropas extranjeras allí acantonadas.

 

Esto ha obligado al presidente Karzai a hacer un llamado urgente al Mullah Omar para dialogar, habiendo pedido la intercesión del gobierno saudita. El jefe talibán le ha contestado tajantemente que solamente dialogará cuando los extranjeros se retiren del país y para organizar la entrega del poder. Lo cual es lisa y llanamente exigir la rendición incondicional. Del lado occidental hay en estos momentos dos posiciones. La de Inglaterra y Francia que sostienen también la necesidad de iniciar un diálogo con el talibán en forma incondicional y la de EEUU a través del ministro Gates que en cambio sostiene que dicho diálogo sólo puede hacerse si el talibán rompe sus lazos con Al Qaeda (3). Lo cual ya se le manifestó que es imposible pues si no lo hicieron cuando estaban perdiendo menos aun lo harán cuando ganan. De cualquier forma todos los jefes militares occidentales han manifestado que si se piensa seguir con la guerra hay que incrementar con urgencia el número de las tropas en al menos un tercio, pues ya el talibán ataca masivamente las ciudades. Tal lo acontecido con la ciudad de Laskhar Gar que sufrió dos ataques masivos en forma sucesiva. Aunque parezca difícil de creer el país que hoy sostiene una postura más incondicional de lucha contra el talibán es la república islámica de Irán que ha protestado en la ONU por "la intención de dialogar con el terrorismo". De este modo queda claro que el actual régimen iraní se ha apartado de los postulados de Khomeini para asumir en cambio una postura nacionalista y moderna, muy similar en el fondo a la que sostienen los EEUU.

 

Asimismo diversos medios de prensa occidentales han podido comprobar que hay vastos territorios del país en donde gobierna abiertamente el talibán, incluso en algunos en que ni siquiera lo hacía antes de que los norteamericanos invadieran. Lo interesante es constatar que la población los prefiere antes que a la anterior administración de Karzai impuesta por la ocupación. Valgan aquí como un  síntoma  de tal situación los dos testimonios de  poblador en localidades administradas por los talibanes en las provincias de Gazni y de Logar. 1) "No tenemos más televisión, ni música, ni partidos políticos, pero tenemos seguridad y comida y principalmente el Corán, ¿qué más se puede pedir?". O también: 2) "Estos extranjeros, además de traernos sus costumbres corrompidas y querer imponérnoslas por la fuerza, mataban a nuestras mujeres y niños. Ahora Allah los acaba de castigar produciéndoles una gran crisis". Todo un signo de lo que le espera a los yanquis en corto tiempo. Y también una demostración clara de que se trata aquí de una verdadera revolución antimoderna.

 

2) Somalia

 

Pero no solamente en Afganistán las cosas les van muy mal a los norteamericanos. La segunda derrota estrepitosa ya tiene un nombre: Somalia.

 

En la semana que ha pasado los etíopes, la fuerza invasora apoyada por los yanquis para expulsar del gobierno a las Cortes Islámicas en enero de 2007, ya han emprendido la retirada. El gobierno pro-occidental de Yusuf controla apenas unas pocas cuadras de las ciudades de Mogadiscio y de Baidoa en donde se encuentra el parlamento. Las instalaciones son defendidas por un contingente de 3000 integrantes de la Unión Africana, pertenecientes a Uganda y Burundi. En los territorios reconquistados los que ahora gobiernan no son más las moderadas Cortes Islámicas, sino las más duras milicias de As Sahab ligadas a la red de Al Qaeda. Las mismas han amenazado al gobierno vecino de Kenia con que, en caso de querer apoyar al ya colapsado régimen de Yusuf, invadirán el país. Acotemos que EEUU tiene bases militares en Kenia desde donde efectuó acciones punitivas para dar con los miembros de Al Qaeda. Asimismo este último controla una red de piratería marítima que interfiere en la libre navegación en el Mar Rojo. En la semana que se inicia se proclamará formalmente el Emirato Islámico de Somalia. Con seguridad ello producirá una nueva quiebra bancaria, esta vez en Londres o en Suiza.

 

3) Pakistán

 

Este país es el lugar clave y que le quita el sueño a los EEUU. A diferencia del peligrosísimo y verborrágico Irán, ya tiene la bomba atómica. La región del noroeste de FATA, las provincias de Waziristán del Norte y del Sur, el valle de Swat y Bajaur, entre otros, están en manos del movimiento talibán y Al Qaeda. EEUU ha iniciado desde sus bases de Afganistán un bombardeo selectivo contra blancos situados en tales zonas. Pero esto es un arma de doble filo pues cada vez que intervienen las fuerzas norteamericanas se desencadena una ola de protestas en el país. El tema de Pakistán es el eje principal de las diferencias existentes entre los dos candidatos presidenciales yanquis. Mientras que McCain, debido a su mayor experiencia militar, es prudente en no profundizar la guerra en tal país tratando de lograr que sean los mismos pakistanies los que se liberen del fundamentalismo, Obama en cambio ha manifestado abiertamente su intención de invadir dicho territorio "para matarlo a Bin Laden". Si esto llegara a suceder entonces la situación puede alcanzar límites inimaginables. Es por ello que, si las cosas son como pintan, lo mejor que puede acontecer actualmente para los que desean el fin de los EEUU es el triunfo del candidato negro, el cual, sin proponérselo expresamente, va a terminar cumpliendo con aquellos pronósticos que asociaban en un juego de palabras a Obama con Osama.

 

Quedaría por hablar de la siempre conflictiva situación de Irak y especialmente de la guerra del Cáucaso, pero este último es un capítulo diferente que corresponde al relativo a lo que le está sucediendo al principal aliado que hoy tienen los EEUU en esta guerra de civilizaciones, la Rusia de Putin, y lo dejaremos por lo tanto para el desarrollo de otro informe.

 

* Todo lo que aquí se reseña es una síntesis de lo informado en las últimas dos semana en los partes diarios de esta agencia.

 

(1) Alguna vez habrá que hacer un estudio serio para explicar cómo la crisis argentina del 2001 tuvo que ver también con la guerra de Afganistán. Bien sabemos que, de acuerdo al genocida Plan de Convertibilidad implantado por los gobiernos democráticos de Menem y De la Rúa, para pagar los sueldos de nuestros empleados públicos se precisaban incesantes  inyecciones de dólares desde el exterior. Pero debido a que en octubre de ese año hubo que derivar esa suma que se nos destinaba para financiar la invasión a Afganistán, se dejó de "auxiliar" a la economía argentina con los resultados conocidos dos meses después.

 

(2) Para los escépticos que puedan acusar como excesivamente fantasiosa nuestra tesis digamos que en el día de hoy que sea la CIA como el FBI acaban de reconocernos que no tuvieron la posibilidad de detectar las grandes estafas que se iban a cometer en el mercado de Wall Street porque tenían a la casi totalidad de sus miembros ocupados para combatir al terrorismo internacional. He aquí pues otra causalidad entre los dos hechos, esta última reconocida expresamente.

 

(3) Lo curioso del caso es que esto es dicho en el mismo momento en que sigue en pié una recompensa sobre el Mullah Omar por cuya cabeza EEUU ha fijado la módica suma de 25 millones de dólares por su captura vivo o muerto.

AO