PRESIDENTA CRISTINA  Y  EDUCACION PUBLICA

 

por el Prof. Pedro Godoy P.

 

Centro de Estudios Chilenos CEDECH  -   director@cedech.cl



 Lo que VE diga o haga motiva interés continental. Argentina debe  pagar peaje por su grandeza. Nada de lo suyo pasa inadvertido. Por ese motivo sus recientes opiniones en orden a restaurar  el prestigio de la estructura escolar trasandina y de implementar medidas que eleven su calidad son seguidas con interés.

 ¿Podrá terciar sobre el particular quien es experto en la materia, pero  no rioplatense? Si se obtiene luz verde  manifiesto -en función a nuestra  fracasada Reforma educativa- lo siguiente: la Casa Rosada debe vigorizar el  principio del Estado docente -quizás no excluyente, pero si protagónico- y ello para evitar la mercantilización del sistema.

 El modelo neoliberal aplicado a la estructura escolar desencadena una glotonería de prestigio en la autoridad ministerial porque incrementa la cobertura. En los inversionistas afán de lucro: instalar una escuela  supera en renta a una taberna y fundar una Universidad, a un hotel de 5  estrellas. Se impone la mediocridad. No hay selección del alumnado.

 En la mejor tradición criolla sustentada -entre otros- por Ricardo Rojas y  Arturo Jauretche en el aula se acentuará lo nacional concebido  como lo hispanoamericano. Por otro lado, amén de la defensa de la  identidad,  es clave una educación para el trabajo productor de riqueza.  Cada persona, a los 18 años debe estar  profesionalizado.

 Un peligro: la preponderacia de las psicólogas norteamericanizadas -discípulas tardías del Dr. Spok- impone  la permisividad en procura de demoler el supuesto autoritarismo del magisterio. El fruto es la ingobernabilidad de los planteles y el imperio de los disvalores. Se deteriora la imagen de la escuela fiscal y se infringen vejámenes a  quienes enseñan.