Revista Siempre, México, domingo 19 de febrero de 2006. 

Hipócrita Occidente
El Islam privilegia la tolerancia

Por: José Luis Ontiveros

El 27 aniversario de la victoria de la Revolución Islámica del Ayatola Jomeini en Irán, que significa Patria de los arios, en que logró el derrocamiento de la marioneta imperialista del Shá, del Mossad que lo apoyaba, y que produjo temor pánico en el podrido Occidente, en los regímenes laicos como la tiranía de Saddam Hussein y las monarquías serviles principiando por Arabia Saudita, que permite la profanación de los lugares santos del Islam, al ser base de la soldadesca yanqui, pone nuevamente en el debate la sacralidad del Islam y su aportación a la educación de Europa, posterior a la caída del Imperio Romano de Occidente.

El hipócrita Occidente olvida la historia, en que el Islam rescató el pensamiento helénico y las ciencias. Grandes pensadores lo han reconocido así entre ellos Goethe, Nietzsche y Le Bon, que dice al respecto: La Edad Media no conoció la antigüedad clásica, sino por los árabes; que durante 500 años las universidades de Occidente vivieron sólo de sus libros, y que desde el triple punto de vista material, intelectual y moral, son ellos quienes civilizaron a Europa. Así como la conversión de René Guénon.

El Islam privilegia la tolerancia que es el atributo 32 de los 99 que tiene Alá, en muy diversas aleyas (versículos) de El Sagrado Corán se insiste en que el Profeta Mahoma, no es dictador, sino albriciador y mensajero: Diles la verdad dimana de vuestro Señor; así pues, quien crea que crea, y quien quiera que no crea (XVIII, 29).

De ahí que sólo la propaganda sionista que domina a Occidente puede explicar la islamofobia. Las caricaturas del Profeta Mahoma atentan contra la identidad profunda del ser islámico en aras de una inexistente libertad de expresión, como lo ha señalado el presidente iraní Mahmud Ahmanidejad: Se permite insultar al profeta Mahoma invocando la libertad de prensa pero se prohibe investigar sobre el Holocausto.

El Holocausto es una mentira histórica tal como lo prueban los libros de Paul Rassiner, socialista, quien estuvo internado en Buchenwald y Dora, The Leuchter Report, el primer análisis forense en Auschwitz, así como el judío revisionista Norman Finkelstein autor de La industria del holocausto y la crítica al sionismo del judeo-estadounidense Noam Chomsky.

¿Hasta cuándo la libertad de expresión en Occidente tendrá puestos los grilletes de la mitificación del rentismo victimatorio judío? ¿Hasta cuándo se vivirá en una atroz falsedad?