EL OTRO GANDHI

por Diego Urioste  -   http://urioste.eu/


“La verdad es el objetivo, el amor el medio para llegar a ella.”   -   Gandhi


Pins, banderas, camisetas, libros, películas, homenajes, loas, poemas, estatuas y canciones. Occidente es el supercampeón en rentabilidad de iconos. Personajes, hechos e imágenes ahormados en la fragua de la mentira al milímetro para el molde de su producción kultur-industrial. Gandhi de rebajas, trendy Gandhi, Gandhi vintage. Factoría La Mentira, consulte nuestro catalogo. Tenemos Ches, Jesucristos. ¡Compre, compre! Se los llevan de las manos. Acomodamos cualquier icono al sentir bienpensante occidental, consulte precios. Pero Mahatma Gandhi descompone cualquier ficción endulcoraza, cualquier falsificación. “El otro Gandhi” es el autentico, es la Verdad como acontecimiento[ 1].

La historiografí a oficial, en su afán por universalizar el sentido burgués de la vida como estado idóneo del ser -para sojuzgarlo-, ha propagado la imagen de un Gandhi cuya tolerancia pareciera simple condescendencia, acción no-violenta exenta de voluntad y lucha. Su figura, una vez pasado el tratamiento progreliberal, sería una especie de hippy-bamby maltratado pasivamente por la grotesca violencia del Imperio Británico. Un débil y flacucho ser victimista que logró con su ejemplo “revocar” el imperialismo en su tierra, la India.

Sin embargo la realidad, aquella que tanto molesta -por formar parte de la Verdad- a los profesionales de La Mentira (bajo los que vivimos, para los que morimos y los beneficiarios de nuestro esfuerzo) es bien distinta. Gandhi no era un pusilánime, no era condescendiente[ 2], al contrario: luchó de forma activa -que no violenta- por sus ideales. No era por su tierra en sentido material, ni por la “Alianza de Civilizaciones” , ni por la “democratizació n del mundo”; no, fue por su Nación.

Defendió su idea de Nación, la India ( independiente, unida y liberada del yugo británico), por encima de su propia vida. Como revolucionario siguió el camino del guerrero (aun sin armas aparentes), aquel que busca en el “cómo” el “qué”, donde el proceso es tan importante como el objetivo. Dijo que “la alegría está en la lucha, en el esfuerzo, en el sufrimiento que supone la lucha, y no en la victoria misma”. Ese Amor por la acción del cambio, ese entusiasmo por el “ser” revolucionario y combativo, es el de un hombre con Voluntad, lejos del apocado y timorato personaje  que nos venden los pseudohistoriadores .

“En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.”

Gandhi muestra su desobediencia integral, su radicalismo, su ademán activo y sin dobleces ante un hecho que considera injusto. Inamovible e incorruptible hasta la muerte. Es el martirio heroico, resistencia no-violenta (pero movilizadora) como forma de lucha, compartida por su amigo y compañero León Tolstoi[3]. Pero por mucho que su lucha tuviese como meta, entre otras, la anulación completa de la violencia, esta formo siempre parte de su vida.

El hecho de que renegarse de la violencia como arma no significa que esta, como concepto, no sirviese a su causa. Al contrario, fue un arma hábilmente utilizada en contra de su propio enemigo. Tácticamente, se podría hablar de violencia contra-activa, es decir, violencia que se vuelve en contra de quien la ejerce. Así, recibiendo físicamente el castigo de la violencia de los agentes del Imperio Británico, Gandhi asestaba duros golpes a la moral e imagen de estos, al mostrar sus contradicciones, su exagerada iniquidad hacia un oponente que parecía no ofrecer resistencia física. En realidad, la lucha -la resistencia- de Gandhi y los suyos a través de la “Satiagraja“[4] era una batalla moral, pero batalla al fin y al cabo, donde el concepto de violencia tenia muchísima importancia, no porque no hiciesen uso de ella, sino por recibirla y, precisamente por ello, contravenir y revertir su propio dolor al oponente.

En su búsqueda de la Verdad y la Justicia, no se centro exclusivamente en la liberación de su nación, sino que empleóese mismo Amor para con todas las naciones del mundo. Y por ello no dudó en expresar, con total sinceridad (pese a lo que digan, sobretodo aquellos acostumbrados a argüir en base a mentiras), su apoyo a otros movimientos de liberación nacional, a otros patriotismos, a otros conflictos de identidad. Porque él, por encima de lo políticamente correcto, por encima de los dictados pseudomorales de la época en la que vivió, fue un hombre libre, con la Verdad sin miedo. “Estoy comprometido con la verdad, no con la consistencia” .

Y es en este punto donde Gandhi resulta aun más censurable para las pseudodemocracias actuales. Es en este momento donde la Verdad, “El otro Gandhi”, es mas fuerte que la infantiloide inconografía post-moderna[ 5]. Emerge Gandhi, el hombre, “Gran Alma”, Mahatma Gandhi. Bofetada real a los bienpensantes, a los embusteros, a los débiles y a los acomplejados. El mayor icono del pacifismo, aquel ser pánfilo-pero- bueno que nos presentaban ha resultado ser un superhombre, un revolucionario de verdad (en contraposició n al revolucionario de marketing), e igualmente bueno. Sin maquillaje, sin “photoshop”. ¡Zas, en toda la boca!

Ese escuálido vegetariano que se dejaba golpear (sic) no dudó en apoyar al fascismo italiano. Los profesionales de la mentira y de la tergiversació n (aquellos que no permiten estudiar e investigar ciertos hechos históricos convertidos en dogma para justificar injusticias presentes) correrán, temblorosos, a su libro de falsos argumentos, intentando contra-argumentar este hecho con pretextos demasiado manidos. Hablarán de un Gandhi “interesado” en apoyar a un enemigo del Imperio Británico, y mostraran como Gandhi fue en este caso concreto (¡vaya!) un ser maquiavélico y retorcido. Sí, esa misma persona defensora de la Verdad por encima de su propia vida. Esa persona dijo de Mussolini:

“Él es un verdadero superhombre, alguien inalcanzable. Es el nuevo Mazzini de Europa”

L´horreur. ¿Como ha podido pasar? Aun quedan productos Gandhi por vender y hay que amortizar la producción. A toda costa y, por supuesto, por encima de la Verdad. Lo que sea menos la verdad, eso nunca. Tergiversemos, falseemos, inventemos. Lo hemos hecho siempre, no es complicado. El mayor icono de la no-violencia aliado y amigo de un régimen proscrito. Maldita sea, hay que hacer algo. Lo de Cristo no podemos cambiarlo, los judíos le crucificaron. Pero Gandhi, a lo mejor por ahí se salva…

Todas mis simpatías están con los judíos. Los he conocido íntimamente en Sudáfrica. Algunos de ellos se hicieron compañeros de toda la vida. A través de estos amigos vine a aprender mucho acerca de su persecución a lo largo de la Historia. Ellos han sido los intocables de la Cristiandad. Hay un cerrado paralelismo entre la forma en que han sido tratados por los Cristianos y el tratamiento a los intocables por los Hindúes. En ambos casos, se ha invocado la sanción religiosa para justificar el tratamiento inhumano al cual se los ha sometido. Entonces, aparte de las amistades, mi simpatía hacia los judíos está fundamentada en la razón universal más común.

Pero mi simpatía no me ciega a los requisitos de la justicia. El reclamo de un hogar nacional para los judíos no me convoca para nada. La justificación para ello se busca en la Biblia y en la tenacidad con la cual los judíos han persistido después de su retorno a Palestina. Pero, ¿por qué no pueden, como otros pueblos de la tierra, convertir en hogar al país donde han nacido y donde ganan su sustento?

Palestina pertenece a los árabes en el mismo sentido que Inglaterra pertenece a los ingleses o Francia a los franceses. Es incorrecto e inhumano imponer los judíos a los árabes. Lo que está sucediendo actualmente en Palestina no se puede justificar por ningún código moral de conducta. Los Mandatos no tienen ninguna otra sanción que la de la guerra pasada. Sería seguramente un crimen contra la humanidad reducir a los orgullosos árabes para poder restaurar Palestina a los judíos en parte o enteramente como su hogar nacional.

El camino más noble sería perseverar en un tratamiento justo para los judíos dondequiera que nazcan y se críen. Los judíos nacidos en Francia son franceses en exactamente el mismo sentido en que los cristianos nacidos en Francia son franceses. ¿Si los judíos no tienen ningún hogar además de Palestina, estarán de acuerdo con la idea de ser forzados a abandonar los otros lugares del mundo donde están asentados? ¿O quieren un hogar doble en donde pueden permanecer según su voluntad? Este reclamo por el hogar nacional proporciona una justificación bien coloreada para la expulsión alemana de los judíos.

No estoy defendiendo los excesos árabes. Yo quisiera que hubiesen elegido el camino de la no-violencia para resistir lo que miran correctamente como usurpación injustificable sobre su país. Pero según los cánones aceptados de lo correcto y lo incorrecto, no se puede decir nada contra la resistencia árabe frente a las abrumadoras perspectivas que afrontan.

Dejemos a los judíos que proclaman ser la raza elegida que prueben su título eligiendo el camino de la no-violencia para justificar su posición en la tierra. Cada país es su hogar, incluyendo Palestina, no por medio de la agresión sino por medio del servicio amoroso. Un amigo judío me ha enviado un libro llamado La contribución judía a la civilización por Cecil Roth. El libro proporciona un registro de lo que han hecho los judíos para enriquecer la literatura, el arte, la música, el teatro, la ciencia, la medicina, la agricultura, del mundo. A partir de su voluntad, el judío puede rechazar ser tratado como el descastado de Occidente, puede rechazar ser detestado o patronizado. Puede conducir la atención y el respeto del mundo siendo ser humano, la creación elegida de Dios, en vez de ser el ser humano que va siendo hundido rápidamente por Dios en la monstruosidad y el abandono. Puede agregar a sus muchas contribuciones la sobresaliente contribución de la acción no-violenta .

Gandhi, 20 de noviembre de 1938 [6]

Sacad vuestras propias conclusiones.

Y es que él sabía cual era la batalla que se libraba: la de la Verdad. Esa Verdad incomoda, soterrada por los que acumulan riquezas para obtener poder. Y es que, como él dijo: “Los grilletes de oro son mucho peor que los de hierro”. Lo contado, Verdad es. Y, para seguir citando, “en una época de engaño universal, decir la verdad es revolucionario” ( George Orwell).

Ahora nos toca a nosotros levantar las cartas, buscar esas Verdades y difundirlas. Si Gandhi era profascista, cualquier cosa puede ser ¿no?. Lo contrario sería mentir.

[1] Alétheia, el no ocultamiento, en la filosofía de Martin Heidegger.

[2] Según la Real Academia Española: “Acomodarse por bondad al gusto y voluntad de alguien”.

[3] Gandhi tradujo varias obras de Tolstoi, anarquista-cristian o.

[4] Vía no-violenta desarrollada por Gandhi, publicada bajo el titulo Resistencia No-Violenta (satyagraha) en 1961

[5] Separación del símbolo y el significado

[6] Carta para Martin Buber, escritor judío-austríaco/ israelí conocido por su filosofía de diálogo y por sus obras de carácter religioso