Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, el 4 por ciento de los 
      palestinos (equivalente a 140.000 personas) ha sido arrestado por Israel 
      en los últimos 20 años, y miles de ellos -al igual que en Guantánamo- 
      permanecen detenidos varios meses, incluso años, sin ser procesados ni 
      condenados formalmente.  
      Los métodos de tortura y de supresión de derechos.
      
      
      Decenas de ellos han sido encarcelados durante más de 15 años y ocho 
      condenados a cadena perpetua han pasado ya 
      un cuarto de siglo entre rejas, 
      entre ellos, Fakhri Barguti, que lleva preso desde 1978. 
      
      La organización denuncia que la comunidad palestina reclusa es en la 
      actualidad una de las más altas desde que el Estado judío se anexionó 
      Cisjordania, la Franja de Gaza -desocupada en septiembre de 2005- y 
      Jerusalén Este durante la guerra de 1967. 
      
      Durante meses, las autoridades egipcias han mediado y presentado un plan 
      para lograr la liberación de 1.400 prisioneros palestinos a cambio de la 
      puesta en libertad del soldado hebreo Gilad Shalit, secuestrado el pasado 
      junio por milicias afines a Hamás. 
      
      En concreto, más de 4.600 palestinos fueron procesados por tribunales 
      militares en 2006, incluidos 3.500 por delitos contra la seguridad pública 
      y otros 1.120 por perturbación del orden público, la mayoría por el 
      lanzamiento de piedras. 
      
      Por otra parte, desde que en 1999 el Tribunal Supremo israelí prohibió al 
      Shin Bet, el servicio de Inteligencia interno judío, la práctica de 
      tortura denominada "presión física moderada" que incluían situaciones como 
      privación de sueño, exposición a temperaturas extremas o atar a los presos 
      en posturas incómodas y dolorosas, los cuerpos policiales israelíes 
      emplean menos fuerza bruta en los interrogatorios. 
      
      Según el Centro de Información Nacional Palestino del departamento de 
      Prensa de la Autoridad Nacional Palestina, desde el estallido de la 
      Intifada en septiembre de 2000, hasta enero de 2007, el ejército israelí 
      ha asesinado a 5050 palestinos, hombres, mujeres y niños, herido a 49760 y 
      arrestado a 10.400 personas. 
      
      El informe mostró que  
      351 mujeres palestinas han sido asesinadas, 150 
      enfermos se han muerto en puntos de control sionistas y otros 66 han sido 
      matados a palizas por colonos israelíes. 36 de los muertos eran miembros 
      de equipos médicos, otros 9 eran periodistas, mientras que 220 eran 
      deportistas.  
      
      A estas cifras se agregan 553 detenidos antes del estallido de la Intifada, 
      y se aclara que 1150 de los presos sufren de enfermedades crónicas, 1175 
      son estudiantes, 330 están bajo la edad de 18 años, 106 son profesores y 
      118 son mujeres. 
      
      "Las personas son detenidas en Guantánamo sin aproximación a los 
      tribunales por tiempo ilimitado", compara el juez retirado y antiguo 
      presidente de las Cortes Militares en Cisjordania, Amnon Straschnov.
No obstante, el presidente del Comité Público contra la Tortura, Eliahu 
      Abram, afirmó que, a pesar de las reformas introducidas en 1999, los 
      métodos de interrogación continúan siendo coercitivos y denuncia que 
       
      muchos de los detenidos son encarcelados en células sin ventanas o son 
      obligados a sentarse durante horas con las manos esposadas a sus espaldas.
      
      Además, muchos palestinos permanecen detenidos varios meses, incluso años, 
      sin ser procesados ni condenados formalmente. 
      
      En la actualidad, más de la mitad de los 9.000 palestinos detenidos se 
      encuentran en esta situación, a pesar de que comparecen con cierta 
      regularidad ante jueces, quienes a veces reducen el tiempo de detención 
      que solicitan los fiscales. 
      
      En este sentido, más de 4.000 presos palestinos no han sido condenados 
      todavía, a pesar de que la mayoría de ellos cumple una condena de entre 
      uno y diez años.
      
      Los activistas palestinos acusados de lanzar piedras, poseer armas, 
      reclutar a suicidas o de "atentar contra la seguridad del Estado" son 
      considerados como presos potencialmente peligrosos por lo que no se les 
      permite el uso de teléfonos móviles, son separados de los criminales 
      ordinarios, así como también se les restringen las visitas de familiares.
      
      
      El Guantánamo judío
      
      En general, y según las organizaciones de derechos humanos, el tratamiento 
      dado a los presos palestinos en Israel viola tanto las leyes 
      internacionales como las israelíes, así como las leyes que rigen la 
      administración de las cárceles israelíes.
      
      Algunas de las detenciones y confinamientos ilegales incluyen, según el 
      Comité de Familias de Presos Políticos y Detenidos de Cisjordania, que 
      representa a 7.500 presos políticos que se hallan actualmente en prisiones 
      israelíes:
      
      - Palizas indiscriminadas y arbitrarias a los presos en sus celdas, en los 
      patios de las cárceles y durante el traslado a o desde las prisiones. 
      
      - Indiscriminados y arbitrarios lanzamientos de gases lacrimógenos dentro 
      de las celdas de los presos, en los patios de las cárceles, e intimidación 
      de los presos por los guardias que entran a sus celdas con pistolas. 
      
      - Humillantes registros desnudandoo a los prisioneros a la vista completa 
      de otros presos y guardias cada vez que entran o salen de sus celdas.
      
      - Someter a los presos a reclusión en aislamiento total durante excesivos 
      periodos de tiempo, durante meses e incluso años. 
      
      - Retener o demorar el tratamiento médico y el suministro de medicamentos 
      a los detenidos enfermos. 
      
      - Restringir severamente la categoría de los miembros de la familia 
      autorizados a visitar a los presos denegando así el derecho de visita a 
      otros miembros próximos de la familia. 
      
      - Denegación arbitraria del permiso de viaje a los miembros de las 
      familias de presos que viven en Cisjordania o Gaza impidiendo de este modo 
      que puedan viajar hasta las prisiones para ver a sus familiares. 
      
      - Llevar a cabo humillantes registros hasta desnudar a los familiares que 
      visitan a los presos aunque están separados de estos por una gruesa 
      barrera de cristal así como por otra consistente en una malla metálica.
      
      
      - Mantenimiento de presos a dietas cercanas al hambre que son 
      insuficientes para un sustento saludable. 
      
      - Retirada de los privilegios de estudio que en el pasado permitían a los 
      presos continuar sus estudios secundarios o universitarios a través de 
      cursos por correspondencia.