¿ PODEMOS HABLAR DE LOS JUDÍOS ?

(Extractos del libro "Los Judíos" escrito por Hilaire Belloc en 1922)

 

Se puede estar con un irlandes y discutir con el la situacion en que se halla su pais; o preguntar a un italiano cuando estuvo por última vez en Italia, pero bajo el imperio de la ficción liberal estableciose la convención de que hacer cualquiera de estas preguntas con un judío es algo monstruoso.

Si en una comida pública se dirige a un judío ilustrado una pregunta referente a su literatua o su historia, los comensales se quedan escandalizados. Yo no me ofendo si algun conocido occidental, observando mi apellido frances, me habla de Francia y se interesa por mi vida en los cuarteles cuando hice la conscripción alli hace muchos años.

Pero en lo que se refiere a los judóos rige esta convención: no se los puede mencionar publicamente bajo el nombre JUDIOS.

No hace mucho, la convención extremose de tal manera, que hasta una mencion neutral, mas aun laudatoria, de algo judío, en una reunion de caracter general, provocaba instantaneamente una situación embarazosa.

Los hombres miraban por sobre sus hombros, las mujeres con la vista baja, echaban ojeadas furtivas a derecha e izquierda. Se iniciaba una especie de caceria, para ver si alguno de los presentes pudo quizas sentirse ofendido, en virtud de alguna conexion remota, por el hecho monstruoso. Si alguien decia: Que poeta fue Heine, y cuan enteramente judo en su ironia ! y lo decia en una habitación llena de gente, el adjetivo JUDIO sonaba como un pistoletazo. Se imagina algo mas absurdo ? Pues asi era, ni mas ni menos.

Queda otra cosa mas que decir en este asunto del viejo TABU JUDIO. Por mucho que pueda prolongarse en la reducida clase educada, ha desaparecido para siempre del pueblo, y es con el instinto popular con que tendremos que vernoslo, principalmente en los dificiles tiempos que se avecinan.

El pueblo habla hoy de los asuntos judíos con una franqueza que pasmaria a la gente de la clase alta. El problema judío es un problema al cual no se le puede hallar verdaderamente paralelo, pues el fenómeno histórico y social que le dio origen es UNICO. Es un problema imposible de ignorar, según trato de hacerlo la generacion pasada tanto de judíos como de los que los acogian; un problema que no puede ser evitado, ni tan siquiera aminorado – como lo son otros problemas coyunturales – pues crece delante de nuestros ojos.

Se hace preciso encararlo y considerarlo abiertamente y ahora mismo.

 

Difundido por: Ing. Fernando M. Fluguerto Marti