HOMENAJE DE AYOHUMA A WALTER BEVERAGGI ALLENDE

 

Walter Beveraggi Allende, fue un Señor en todo el sentido de la expresión. 

De carácter apasionado y entusiasta, de presencia imponente, sagaz en sus argumentaciones estudiadas, incansable expositor de lo que llamaba la Verdad presente en el quehacer diario, intentaba en todo momento enseñar a pensar en sentido Patriótico a quienes estuvieran dispuestos a conversar de las cosas importantes de la vida, que eran para él: Dios, la Santísima Virgen María, y la Patria, que junto a su Familia, constituían sus mas grandes amores, la razón de ser de su existencia, siempre presentes y en la relación de jerarquía expresada, por eso, pudo afirmar con certeza en innumerables ocasiones, que no puede haber Familia plenamente realizándose y feliz, sin Patria Restaurada en sus Tradiciones Fundacionales, y sin el Bien Común Nacional instaurado como el principio rector del quehacer político de Argentina, en su Pueblo y en sus Gobernantes.

Abogado de profesión, recibido en la UBA en 1.943, se especializó en Economía y Economía Política, obteniendo el título de Master y Doctor en Economía en los EEUU, donde fue Profesor en la Universidad de Boston. Titular de Cátedra de Economía Política en la Facultad de Derecho de la UBA, y Profesor de varias especialidades en la Facultad de Ciencias Económicas de Rosario de Santa Fé y la UBA.

Comprendió desde muy temprana edad, que así como el Alma es parte indisoluble de la persona junto al Cuerpo, de la misma manera su profesión y la vida académica, debían acompañar y fortalecer al quehacer político, enriqueciéndolo.

Movido por su inclaudicable fidelidad a la Iglesia Verdadera, desde temprana edad se inició en los movimientos políticos patrióticos y nacionalistas de Argentina, acompañando a quienes enfocaron en la Doctrina Social de la Iglesia y en las Tradiciones Fundacionales Hispanoamericanas de Argentina, los pasos de una auténtica política nacionalista.

Viajero incansable, llevó su prédica a todos los rincones de Argentina, por eso, cuando hablaba de planes de desarrollo, sustentaba sus ideas en un conocimiento cabal de las necesidades reales, como fruto de la experiencia personal adquirida durante años, en tantos viajes.

Escribió innumerables artículos en medios nacionales e internacionales, y sus obras escritas dan cuenta de una vida dedicada a pleno en la defensa de la Patria, y de las Patrias, como el gustaba decir, pues consideraba, no sin razón, que sacada del medio de las vidas de las Naciones la constante conspiración del sionismo internacional, los Pueblos podrían dedicarse a trabajar con afán en la búsqueda de sus mas elevados objetivos nacionales.

Sus obras más significativas son: El ocaso del Patrón Oro; Manual de Economía Política; Argentina, 1946-1978: Cómo se destroza una economía; El dilema económico de la Revolución (Estudio crítico del Plan Prebisch); El Dogma Nacionalista;  El vaciamiento económico de Argentina, orquestado por Martínez de Hoz; Del yugo sionista a la Argentina posible; Epitafio para la viveza argentina;  Teórica Cualitativa de la Moneda. Esta última fue traducida a varios idiomas.

Jamás le importaron las diferencias sociales, por eso nunca fueron freno a su expresión mas acabada del Amor al Prójimo, de ahí su constante ocupación y preocupación por lograr el Bien Común Nacional, única posibilidad de una expresión política de Unidad Nacional en plena integridad histórica, política, cultural, y social, puesto que entendía que este era el fruto directo del respeto a la Caridad Social y a la Justicia Social, antes incluso de la aparición en escena de Perón.

Reconocida es su militancia en el Partido Laborista, del cual fuera Vicepresidente, acompañando a Cipriano Reyes, el líder sindical mas destacado de la década de los años 40, de quien decía, fue el más importante organizador y movilizador del 17 de Octubre, mientras Perón estaba detenido.

Crítico acérrimo de Perón, y de la banda de aduladores que lo rodeaban, por entender que desperdició la oportunidad histórica sin par de emitir el certificado de defunción del sistema de representación liberal de partidos políticos, la herramienta maestra de sometimiento implantada por los intereses antinacionales que representaban al régimen de dependencia gobernante desde la derrota nacional en Caseros, se plegó a la línea de resistencia que junto a Reyes, Mercante, Scalabrini Ortiz, Rodolfo y Julio Irazusta, el Padre Julio Meinvielle, Marcial González, Ernesto Palacio, el Padre Farías, entre otros, intentaron frenar el avance de quienes medraban en base a la oportunidad perdida.

Sostuvo que por este grave error, de neto carácter ideológico y por tanto estratégico, las acciones de la política partidocrática habrían de profundizar los daños morales en vez de corregirlos, arrastrando por ello a una igual y hasta quizás mayor corrupción que la puesta de manifiesto por radicales y conservadores, pues el sistema liberal al ser intrínsecamente perverso, al igual que el marxismo, es un mecanismo dialéctico disolvente del orden social.

Denunció que por esta causa, sería el interés de partido lo único importante para el gobierno, y que daría como frutos: el manejo digitado de favores; se despoblarían los sectores productivos por la puja salarial entre campo, industria y ciudad; se incrementarían los precios en general por desconocer el verdadero mecanismo económico al incrementarse las tazas de interés, impuestos y servicios; por el mal manejo de las herramientas crediticias y monetarias al instrumentarlas como herramientas de premios y castigos, sobrevendrían escasez y retracción, facilitándose de esta manera la sumatoria y multiplicidad de efectos lógicos, culminando por consecuencia en una crisis de tales proporciones que habría de significar la caída del régimen injusto.

Prisión y destierro fueron las monedas de pago por su fidelidad a la Patria Verdadera.

Pero estas críticas a la política de Perón, se fueron transformando posteriormente en las críticas constantes que emprendiera contra los diferentes gobiernos sin excepción alguna, hasta su muerte: Revolución Libertadora, Frondizi, Guido, Illia, Onganía, Levingston, Lanusse, Cámpora, segundo gobierno de Perón, Isabel de Perón, El Proceso , Alfonsín y Menem.

Sostuvo que por la similitud básica de las políticas de estos gobiernos, que cada uno de ellos, constituían etapas o pasos necesarios de un proceso sistemático, donde el resultado final daba siempre la destrucción de Argentina, como si existiera una �€œmano invisible�€� que promovía la continuidad de los errores cometidos, mas la aparición y suma de nuevos.

Esta mano oscura o poder invisible, para quienes nunca quisieron ni quieren verla, fue dura y constantemente atacada por Walter durante toda su vida, y en su lucha sin imposibles, suma a un Patriota cabal, al Secretario General de le CGT José Ignacio Rucci, y ambos denuncian públicamente la existencia de un plan de disolución nacional y cercenamiento de territorio argentino denominado el Plan Andinia, que definido y ejecutado por el sionismo internacional, contaba para su ejecución, y cuenta hoy mas que nunca, con las complicidades de los gobiernos de Israel, Inglaterra, EEUU, los intereses sinárquicos y la masonería.

Jamás dudó en sostener la acusación de que fueron estos poderes los que decidieron el asesinato de Rucci, pues significó la eliminación de la última oportunidad mas seria que hubo, de enfrentar con éxito al enemigo real de Argentina, el sionismo, que es el que coordina los demás intereses antinacionales. 

Criticado por el enemigo como era de suponerse, por lo cual se alegraba y decía: �€œladran, es señal que cabalgamos�€�, le dolía mucho sin embargo, hasta el silencio y la cabeza gacha, la indolencia, la mendacidad, la traición, las actitudes ladinas y taimadas, y la chismografía, de quienes se decían sus amigos y seguidores. 

Siempre reclamaba el tener, soñar y creer en los Ideales más altos, por que sostenía que cuanto más se elevara el espíritu de cada argentino, mayores posibilidades habría de poder cumplirse el Ideal Común de una Patria Restaurada.

No dejaba de pedir y reclamar un mayor compromiso en el accionar revolucionario nacionalista, tanto a civiles como a militares. A estos, nunca se cansó  de repetirles que habrían de perderse todas las pocas esperanzas que quedaban después del asesinato de Rucci, si no eran capaces de desplazar a los comandantes liberales y masones de las conducciones de las Fuerzas Armadas, y que de seguirse en esa inercia abonada por falta de coraje y compromiso serio, vendría el día en el cual serían destruidas por completo las Fuerzas Armadas, y reducidas a una mera expresión folklórica, útil sólo para los desfiles y acontecimientos sociales. 

Los sucesos acontecidos hasta el presente de la redacción de esta breve reseña, Enero del 2.009, le han dado completamente la razón.

No quiso Dios Nuestro Señor que Walter viviera las circunstancias actuales, y por eso lo llevó allá Arriba, en lo Alto, donde moran las Categorías del Espíritu.

Con su muerte, Dios sumó un Lucero en el Cielo, y nosotros un Soldado Ejemplar en la Causa de la Patria.

Agradecemos a Dios haya sido Walter Beveraggi Allende nuestro Amigo, Camarada y Guía.

Walter fue uno de los Grandes Capitanes de la Patria.

Esperanzados rezamos y suplicamos a Dios Nuestro Señor y a la Santísima Virgen María, que no haya sido el último.

Que Dios perdone a sus enemigos, detractores, murmuradores y difamadores.

Nosotros no nos olvidamos de ellos.

El Centro de Difusión Nacionalista agradece la colaboración de Sara Beveraggi de la Rua y de Eduardo Sebastián Gutiérrez