PRESENTAN CARGOS EN NUEVA YORK EN CONTRA DEL INDIANA JONES JUDÍO

 

Nueva York, 24 de agosto .- La Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York presentó hoy cargos contra Menachem Youlus, presidente de una organización dedicada a "rescatar" ejemplares de la Torá perdidos o robados durante el Holocausto, acusado por defraudar cientos de miles de dólares a los donantes de la organización.

Youlus, quien se hace llamar a sí mismo el "Indiana Jones judío", fue acusado de dos cargos por fraude que acarrean cada uno una pena máxima de 20 años de cárcel en caso de ser encontrado culpable, y se enfrenta también a un posible multa de 250 mil dólares, detalló la oficina del fiscal federal, Preet Bharara, en un comunicado.

Según la Fiscalía, el fundador de "Save a Torah" se inventó durante años rebuscadas historias sobre sus pesquisas para encontrar ejemplares de la Torá, que comprende los textos sagrados para los judíos, perdidos o robados durante el Holocausto (1939-1945), incluso en los campos de concentración de Auschwitz y Bergen-Belsen.

A partir de esas historias inventadas, según los términos de la acusación, Menachem Youlus se dedicaba a recorrer el mundo pidiendo donaciones y contribuciones para "Save a Torah" que después depositaba directamente en sus cuentas bancarias personales y no en las de la organización.

Incluso en algunas ocasiones, el acusado inflaba las facturas de los gastos que alegaba necesitar para "rescatar" los ejemplares del libro sagrado de los judíos que en realidad simplemente "compraba" a otros marchantes de la Torá.

"Youlus se hacía llamar a sí mismo el Indiana Jones judío, pero sus alegadas proezas no eran más reales que las del personaje de cine al que decía asemejarse", afirmó el fiscal Bharara, quien añadió que se aprovechó de la sensibilidad que despierta ese "atroz" capítulo de la historia para perpetrar un "fraude descarado".

La organización "Save a Torah" recibió 1,3 millones de dólares en donaciones desde su fundación en 2004 hasta el año pasado, periodo en el que el acusado aseguraba haber viajado personalmente por los cinco continentes para "rescatar" los ejemplares de la Torá, que después vendía a organizaciones judías, sinagogas y coleccionistas.

Sin embargo, a partir de información de los servicios de inmigración, del Departamento de Seguridad Nacional y de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), la Fiscalía asegura que el acusado "nunca viajó al extranjero" durante esos años, y que muchas de las "hazañas" que contaba se contradecían con datos históricos.