PRESENTACIÓN DEL LIBRO “JUAN MANUEL DE ROSAS. SOMBRAS Y VERDADES” DE LEONARDO CASTAGNINO EN EL INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS “JUAN MANUEL DE ROSAS”

por
Diego Gutiérrez Walker (*)

 

El pasado miércoles 17 de marzo se presentó en el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, la obra de recopilación histórica “Juan Manuel de Rosas. Sombras y verdades” del ingeniero Leonardo Castagnino, cuya presentación estuvo a cargo del editor de la obra, Fabián D´Antonio y el escritor José Luis Muñoz Azpiri (h).

Fabián D´Antonio es un osado emprendedor que ha decidido dar batalla contra la sempiterna conspiración del silencio que el revisionismo padece en las grandes ligas editoriales. Ha lanzado su sello editorial, Ediciones Fabro, con una característica que tal vez la distingue de otras valientes editoriales del pensamiento nacionalista, del campo nacional y de la historiografía revisionista. D´Antonio ha decidido publicar, junto a la necesaria reedición de libros de consagrados autores revisionistas como Fermín Chávez o José María Rosa, libros de autores nuevos que de manera incipiente han empezado a incursionar en la ardua batalla por la victoria de la vera historia nacional.

José Luis Muñoz Azpiri (h) es un escritor de prolífica producción periodística. Estudioso de la antropología nacional y americana, es un colaborador permanente de publicaciones de divulgación científica en el ámbito nacional e internacional. Su último libro, “Soledad de mis pesares”, es una contribución de inestimable valor para mantener viva la llama del espíritu malvinero en el pueblo argentino. Polemista de fuste, siempre está presto a desenvainar su pluma para dar batalla, sea contra la desmalvinización cultural o contra las nuevas leyendas negras que intentan borrar de nuestra efeméride nacional los festejos del hispánico 12 de octubre que presidentes como Hipólito Yrigoyen o Juan Domingo Perón supieran enaltecer en su momento.

Leonardo Castagnino, el autor de la obra presentada, es un auténtico militante de nuestra verdadera historia patria. Y decimos auténtico militante porque sabemos que esa expresión ha sido devaluada en los últimos años por tirios y troyanos. Nuestro autor milita por una causa justa que lo trasciende, deja muchas horas diarias de su esforzado trabajo y del calor de su hogar familiar para mantener actualizada una página de internet llamada “La Gazeta Federal”, compendio historiográfico, literario y político de lo más granado de la producción revisionista. Ciclópea tarea que en parte se ve reflejada en su primera obra escrita.

Castagnino ha sabido columbrar la importancia estratégica de dar la batalla por la verdad histórica y la reivindicación de la obra de Juan Manuel de Rosas en los campos de la difusión digital.

Cualquiera de nosotros se ha acostumbrado a utilizar una herramienta como el correo electrónico para recibir y retransmitir textos o artículos historiográficos o políticos. Cuando Castagnino envía una nueva nota de su portal a 100 destinatarios, por estipular una cifra arbitraria, con que sólo el 10% de los que lo reciban hagan lo mismo y así sucesivamente, tendremos que en menos de 48 horas ese texto que empezó a rodar nuestro autor se ha multiplicado exponencialmente en su difusión. Pensemos asimismo los ingresos diarios que una página como “La Gazeta Federal” tiene y comparémosla con la cantidad de personas que estuvieron en la presentación de su libro para vislumbrar la importancia estratégica que esta página tiene para la difusión y promoción del conocimiento de nuestra historia y la obra política de los próceres del federalismo.

Si bien la modernidad arrasa con muchas sanas costumbres, gracias a Dios todavía no ha podido extinguir al libro y su formidable e inigualable forma de transmitir conocimientos. Por eso nos congratulamos de la idea de Leonardo Castagnino de publicar como su primer libro esta fantástica recopilación de fragmentos historiográficos y literarios que retratan a nuestro Restaurador de las Leyes con un inteligentísimo criterio de selección bibliográfica que permitió entrelazar con una naturalidad impensada textos de diversos historiadores, cronistas y pensadores de distintas épocas, incluso de algunos que no se identificaron con la acción política rosista.

Castagnino nos propone, como Virgilio hiciera con el Dante en el purgatorio de la Divina Comedia, un viaje a través de distintos autores que abordaron a don Juan Manuel desde su niñez; la participación en las invasiones inglesas durante su adolescencia; las duras faenas campestres y lecturas de juventud que tanto moldearon su personalidad; el impar desempeño como caudillo político que supo conducir los destinos nacionales en la plenitud de su vida y el exilio postrero en el extranjero, fatal destino de grandes conductores políticos argentinos.

La honda dimensión de las diferencias entre unitarios y federales que supiera graficar José María Rosa; la profundidad del análisis psicológico de Carlos Ibarguren; la estirpe del auténtico varón que retratara José Luis Busaniche; la grandeza política del Restaurador que bien pusiera de relieve Julio Irazusta y la trascendencia histórica de Rosas que vindicó Atilio García Mellid son algunos eslabones de esta larga cadena de patriotas valientes que supieron desmantelar el manto de insidiosas mentiras que se propalaron sobre nuestro insigne prócer.

Y ese repaso sobre lo más significativo de la literatura argentina, al estilo del que hiciera Fermín Chávez en su inolvidable recopilación “La Vuelta de don Juan Manuel”, se lo debemos a la tesonera labor y a la enjundia de este patriota militante de la verdad histórica, a este auténtico rosista federal llamado Leonardo Castagnino.



(*) D.G.W. Miembro del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, y autor de numerosos artículos, escritos y ensayos, para distintos medios de difusión histórica.