ABOGADOS CATÓLICOS REPUDIAN PROYECTO DE MATRIMONIO HOMOSEXUAL

por la Corporación de Abogados Católicos

     La Corporación de Abogados Católicos manifestó su repudio al proyecto de ley para legalizar el matrimonio entre homosexuales presentado por la senadora y actual candidata a diputada nacional Vilma Ibarra, por el oficialista Frente para la Victoria.

     “Contrariamente a lo que se afirma en sus fundamentos, el matrimonio es una institución de orden natural que existe grabada en la mente y en el corazón de los hombres, por lo que es propia de la persona humana, basada en la naturaleza sexuada del hombre, que está encauzada a la fecundación, y la diferenciación sexual a la complementariedad, encontrándose la misma orientada al servicio de la intercomunicación interpersonal, y de esa manera, a la perfección de los integrantes de la pareja”, recuerda.

     En un comunicado con la firma de su presidente, Alberto Solanet, y de su secretaria, Guillermina M.C. de Fuschini Mejía, la Corporación sostiene que “misma naturaleza impele a que se establezca cierta sociedad entre el varón y la mujer, y en eso consiste el matrimonio, existiendo una abismal diferencia con la unión de dos personas del mismo sexo, en la que se excluye la generación en forma natural”.

     “En el matrimonio se encuentran insitos principios tanto de carácter moral como religiosos, por lo que no puede analizarse a la institución  -advierte- como si hubiera en ella exclusivamente un aspecto civil involucrado, como resulta del proyecto, lo que ha llevado a su debilitamiento como institución, y consecuentemente, al de la familia”.

     Los abogados católicos sostienen que “exigir que quienes contraen matrimonio sean de distinto sexo no constituye un acto de injusta discriminación, que sólo se produce cuando se trata en forma desigual dos situaciones esencialmente iguales, no obstante no existir entre ellas diferencias cualitativas que justifiquen la aplicación de una solución distinta”.

     “Dicha exigencia tampoco viola la garantía de igualdad ante la ley -que implica gozar de iguales derechos en las mismas circunstancias-, ya que no se puede afirmar que sean iguales las circunstancias de las parejas heterosexuales unidas en matrimonio, uno de cuyos fines naturales es la procreación, y quienes, por ser del mismo sexo, no pueden procrear, lo que hace que otorgarles a estos últimos el derecho a contraer matrimonio constituiría un contrasentido básico, además de un desprecio de la institución matrimonial, que a la sociedad no le interesa promover”, concluye.