CRÓNICA DESDE PALESTINA:  NABLUS

por Lidon Soriano

Estoy en Nablus, he tenido que modificar el programa para llegar de dia y poder entrar en la ciudad vieja. Al tomar un taxi tras atravesar el puesto de control militar de Hawara, uno de los mas humillantes, aunque es ciertamente dificil establecer un ranking de crueldad, todos los taxistas me decian que estaban los "yehudi" (israelies) en la ciudad y que estaban disparando. El recepcionista del hotel me ha confirmado que seguian bajo toque de queda, pero comentaba que era factible llegar, asi que he tomado el taxi y teniendo que, comprensiblemente, pagar el doble por lo complicado de la situacion, hemos ido hacia el centro.

La primera impresion cuando la ciudad esta bajo toque de queda es que no hay vida. No hay nadie en las calles, las ventanas estan cerradas, nadie en las terrazas y silencio, mucho silencio. Para cualquiera que conozca las estruendosas ciudades palestinas resulta no solo sorprendente, sino basicamente inquietante. La situacion me recordaba mucho a 2002 y 2003.

A medida que nos adentrabamos en la ciudad empezaban a aparecer piedras en el suelo, cascotes esparcidos por el asfalto que hacian tambalear el taxi, y oiamos preocupantes sonidos amplificados por el silencio del momento. Cuanto mas nos acercabamos al centro, mas silencio imperaba, mas piedras por el suelo. De repente aparecio un jeep militar y luego otro. Dos mas en la calle contigua. Del primero salieron tres soldados que se pusieron a perseguir a varios chicos que les tiraban piedras; los jeep se pusieron en movimiento persiguiendo tambien a los chicos; intentamos pasar al desaparecer el obstaculo, pero salieron dos soldados de los otros jeep y tras correr unos cinco metros lanzaron dos bombas acusticas hacia el fondo del callejon. El taxista dio la vuelta apresuradamente y yo saque el pasaporte del bolso para llevarlo lo mas visible posible. Lo intentamos por otro camino, pero siempre llegaba un momento en que aparecia el temido y odioso jeep y teniamos que retroceder.

La gente ha tirado contenedores por el suelo para dificultar el acceso de los soldados a la ciudad vieja, pero esos obstaculos tambien nos dificultan las maniobras a nosotros. Hablo con mis amigos por telefono, con el hotel, le paso el telefono al taxista para que le indiquen por donde puede ir, pero finalmente queda claro que no vamos a conseguir llegar al hotel, asi que acabo el dia en casa de un amigo cuya familia me acoge tan hospitalariamente como siempre, me preparan la cena, una cama, ponen el radiador en mi cuarto... Este es el reflejo del comportamiento de los ocupantes y los ocupados, de los opresores y los oprimidos. Y en Occidente nuestros gobiernos tienen la desfachatez de castigar al pueblo ocupado con un embargo en beneficio de la potencia ocupante. Sin comentarios.

La familia esta pegada al televisor para seguir las noticias que acontecen en su ciudad puesto que estando el toque de queda no pueden salir ni a comprar el pan. En un momento dado se asoman timidamente a la ventana al oir un sonido «familar». Un bulldozer avanza hacia la ciudad vieja. Hasta 2002 el ejercito nunca habia entrado en el casco viejo de Nablus, un lugar lleno de historia, de casas ancestrales, de talleres que guardan tantos objetos inservibles como recuerdos imborrables. Sin embargo, en abril de ese año Sharon dio la orden a los soldados de entrar en la ciudad vieja, costara lo que costara. Demolieron decenas de casas, algunas construidas hace 300 años, pero la barbarie no respeta la belleza, el arte, la historia. Lo hicieron los talibanes en Afganistan y los israelies lo siguen haciendo desde hace 60 años en toda Palestina.

Escribo estas lineas casi sin luz, pues durante el toque de queda por la noche no hay que llamar la atencion. Las palabras salen de mis visceras, no de mi cabeza, las ideas van mas rapido que los dedos, quiero contar tantas cosas y no puedo hacerlo que me siento prisionera de mi propia angustia. Se oyen las bombas y los disparos en la ciudad vieja.

Ya ha habido 25 detenciones y varios heridos. Algunas personas estan ocultas, entre ellas mi amigo Sameh, el unico componente de un grupo de 12 amigos que sigue con vida. ¿Tenemos capacidad para imaginar que se debe sentir cuando uno por uno van asesinando a todos tus amigos de la infancia? No, por supuesto. Ellos tampoco, no necesitan la imaginacion, es su vida.

A Sameh le conoci cuando en 2003 colabore con los servicios voluntarios medicos rompiendo los toques de queda para llevar comida y medicinas a las personas de las casas ocupadas. Hace un par de años al encontrarnos en el hotel Al Yasmeen, me dijo que habia dejado de trabajar como voluntario. Me conto que psicologicamente no podia mas, que la ultima vez que le avisaron para recoger a un herido fue con la ambulancia y cuando se acerco al cuerpo vio que era uno de sus amigos y que ya estaba muerto.

Se que estas historias parecen sacadas de una pelicula de terror, pero os aseguro que lo que se vive y se conoce aqui es mucho mas terrible que todo lo que yo pueda contar.

Y ante toda esta barbarie siempre encontramos lo mismo: la determinacion de seguir luchando, la dignidad de resistir en su tierra, amabilidad, hospitalidad..., tanto contraste que resulta dificil de digerir.

Me han dicho en la casa que la invasion se debe a que estan buscando a un par de chicos de la resistencia del brazo armado de Fatah en la ciudad vieja y tres chicos de la resistencia armada del FPLP en el campo de refugiados de Al Ain. Uno de estos chicos es Jad Mabruq.

Desde hace 4 años todos los veranos visito, junto con las brigadas, a la familia Mabruq. Esta familia tiene un largo historial de resistencia: de 6 hijos (4 chicos y 2 chicas) dos fueron asesinados por los soldados israelies, uno en el tejado de su casa y el otro justo cuando yo estaba en Nablus el mes de agosto pasado; en la misma acción la mujer resulto herida y a cargo de sus seis hijos. A otro lo encarcelaron el dia anterior cuando sacaban de la carcel a Jad, quien ahora esta en busca y captura. Los soldados, como una forma más de castigo colectivo, hace tres meses demolieron su casa. Su crimen es defender a su familia, defender su casa, defender su tierra de unos soldados pertenecientes a un estado que ocupa su territorio ilegalmente desde hace 40 años ignorando la Resolucion 242 de la ONU que les obliga a liberar los territorios. Es decir, su unico crimen es defenderse al amparo de la legalidad internacional, pues las leyes y tratados internacionales especifican que todos los pueblos tienen derecho a defenderse de una ocupacion. Pero ahi estan nuestros medios de comunicacion para tergiversar las palabras, confundir las ideas e invertir los terminos convirtiendo a las victimas en verdugos y los verdugos en victimas.

Mañana tenía pensado ir a visitar a la familia Mabruq, pero ¿quien sabe en que escenario nos despertaremos mañana?

En una ocupacion no se puede prever nada, no se puede planificar nada, porque tu vida no esta en tus manos, sino en las de tus ocupantes. Nosotras venimos algunos dias, semanas o meses; los palestinos llevan 40 años de ocupacion militar y 60 de expropiacion de sus casas, expolio de sus bienes y expulsion de sus tierras. Y nuestros politicos siguen con sus mentiras intentando convertir un tratado de normalizacion entre Israel y los paises arabes firmado en Anapolis en un loable proceso de paz. Y nuestros pueblos mientras tanto, siguen ciegos, sordos, mudos, colaborando con su pasividad al mantenimiento de esta injusticia.

Hoy y ayer tuvimos bastantes e interesantes reuniones en Ramala y Belen, pero al llegar a Nablus y encontrar la cara mas agria y cruel de la ocupacion, las entrañas se me rebelan y mis anotaciones quedan impresas en la libreta para dejar paso al torrente de sensaciones y sentimientos que, imposibles de controlar, brotan por todos lo poros de mi piel.

¿Hasta cuando vamos a seguir creyendo en esta farsa de las instituciones internacionales, de los gobiernos, de las empresas de "reconstruccion"? ¿Cuando vamos a denunciar a esas organizaciones y a esas personas por crimenes contra la humanidad por accion, omision o cooperacion necesarias? Matan mas las politicas economicas que las armas, los "amos del mundo" siguen pensando que tienen las manos limpias y seguimos tratandolos como a personas decentes. No. Son criminales y nada mas. Criminales en nombre de la civilizacion, el progreso y la democracia.