PANORAMA MILITAR Y DE INTELIGENCIA

por Seprin.com

Sancionarían a Pedro Mercado

No hay nada concreto pero según fuentes castrenses muchos creen que Pedro Mercado sería sancionado por sus dichos en el programa de Mariano Grondona. En rigor, Mercado fue pasado a retiro obligatorio. Su esposa, Cecilia Pando, dijo que se quiere oponer al presunto arresto y para esto tiene planeado algunas acciones para “evitarlo”.

No obstante, se quejaba: si Balza puede decir cualquier cosa y Cesio también, claro, a favor del Gobierno, por qué mi marido no puede hacerlo...

En ámbitos periodísticos, el comentario fue positivo de Mercado, a pesar de las trampas de los dos periodistas, para que Mercado dijera lo que no quiere decir.... Y que sea sancionado.

Con ironías aparte, le dijo Grondona “le gustan los chocolates o los cigarrillos”, dijo chocolate (por la noticia)...

Rafecas sigue corriendo

El “Garzón” local, el juez Rafecas, sigue corriendo para adelante. En un escándalo sin precedentes en la justicia de un país serio, debería haber renunciado al revelar a un periodista la identidad de testigos reservados, elemento que les puede causar la muerte a estos hombres o a sus familias, cuya pena es hasta 5 años de prisión para el juez. Rafecas continúa con sus andanzas y protegido por el gobierno de Kirchner... al menos no queda pensar otra cosa.

General Cabanillas: la verdadera historia. Cómo arman la causa en su contra

El general Cabanillas fue detenido en el Escuadrón de Gendarmería por su presunta participación en la muerte del poeta uruguayo Juan Gelman, y hasta que se aclare, es decir, hasta que Kirchner deje el gobierno, continuarán las detenciones. Esto que sigue es un informe sobre Cabanillas:

Cuando el general Eduardo Rodolfo Cabanillas se hizo cargo de la comandancia del Segundo Cuerpo de Ejército con sede en la ciudad de Rosario, venía precedido de una cierta historia familiar por haber sido su padre la persona que cumpliendo directivas superiores había trasladado el cadáver de la señora Eva Perón a un campo santo italiano para darle cristiana sepultura y también había sido el encargado de devolvérselo a su esposo el general Perón.

Al poco tiempo de ocupar la jefatura militar su padre falleció, pero el militar quedó en la mira de ciertos periodistas progresistas y amarillos que olfateaban que detrás de este hombre se podía tejer alguna historia que perjudicara aún más a la familia militar.

Cabanillas tuvo un protagonismo muy especial cuando el jefe del arma sufría ciertos embates de la Justicia por su nada clara actuación en el tema de la venta ilegal de armas. Fue vocero del grueso de los generales del país dando respaldo al artillero Balza. También se destacó su actuación en el problema suscitado en todas las provincias del litoral con las inundaciones, pues se hizo cargo del vasto operativo que la emergencia requería y en sus primeros momentos, sin ayuda del ministerio de Defensa y con los pocos y alicaídos medios del Ejército Argentino, ya en plan de reducción y recorte presupuestario.

Obviamente Balza ocupó la primera plano de los diarios, después de haberse mojado para la prensa el calzado y obtener una buena fotografía. Pero, mientras tanto se estaba tejiendo una conjura. Ya antes en el caso del asesinato del soldado Carrasco se había manipulado el expediente a través de la inteligencia militar (que según la Ley de Defensa tiene impedido actuar internamente en el país) y logrado la condena de un grupo de perejiles, por el conocimiento anticipado que había obtenido en forma irregular del hecho el jefe del Ejército (se rompió la cadena de mandos y se utilizó a los artilleros para anoticiarlo antes que al jefe de la Brigada correspondiente del hallazgo del cadáver).

La operación no era sencilla pero sí audaz e infame. Consistía en forzar el retiro del comandante del segundo cuerpo del Ejército para evitar cualquier posibilidad de que ocupara la jefatura de la institución, ya que estaba entre los probables, y descalificarlo socialmente. Es posible también que pesara la decisión de apartarlo de cualquier manera la postura de Cabanillas con respecto a la Guerra contra la Subversión que evidentemente no coincidía con el mea culpa (autocrítica dirían los marxistas) llevado a cabo en la televisión por Martín Balza.

Entonces en la inteligencia militar (léase Departamento 2 y Central de Reunión de Información 121 del segundo cuerpo de Ejército) “alguien” descubrió o le contaron que el nombre de Cabanillas aparecía en un libro de un periodista deportivo de orientación marxista nacido en 1943 llamado Carlos Juvenal. El libro de marras (en realidad un infame panfleto armado con colaboración y datos facilitados por una fuente interna) era “Buenos Muchachos” (La industria del secuestro en la Argentina), editado por Planeta. La historia narrada en el mismo hacía referencia a las actividades de ciertas bandas delictivas nacidas al amparo de los gobiernos militares y principalmente asociadas a la Inteligencia tanto de las Fuerzas Armadas como de Seguridad.

El momento histórico era la década del setenta cuando por cuestiones funcionales y con el grado de capitán, Cabanillas había pasado por un lugar de reunión de detenidos conocido después en la jerga subversiva como “Automotores Orletti”.
En el libro citado se lo menciona al pasar, pero ello sirvió que personas allegadas (en realidad elementos orgánicos) e infiltrados en grupos de izquierda y de derechos humanos, sugirieran el nombre de Cabanillas para hacer un gran escrache y desgastar su figura. La iniciativa de la inteligencia militar (en este caso representada por un agente infiltrado) tuvo éxito y se montó la habitual escena para imputarle a Cabanillas su “activa participación en la represión ilegal”.

Tan bien salió (para los agitadores marxistas) la cosa que inmediatamente prepararon otro escrache, ya con la participación de militares expulsados de la fuerza. (los del tristemente célebre CEMIDA) Todo esto con el habitual apoyo mediático.

Contaron, luego con el hecho casual de que el poeta ex comunista devenido en Montonero, Juan Gelmán inició una campaña en el diario Página 12 para conocer el paradero de su nieto (hijo de terroristas) y por lo cual había recibido los reproches de su ex mujer, que decía a los cuatros vientos que Gelmán estaba anoticiado de que se iban a llevar a su hijo, y no había hecho nada en su momento, quién habría sido visto por el lugar llamado “Automotores Orletti” por otros detenidos reaparecidos. Entonces la campaña no cesó. Se envió a agentes de la inteligencia militar (PCI) a pintar ciertos paredones de la ciudad de Rosario diciendo que Cabanillas era un represor.

El militar negaba pobremente la cuestión por falta (ex profeso) de asesoramiento (lo dejaron solo hasta en eso). Entonces el general, que no tenía quién le escriba, terminó pidiendo un tribunal de honor. Inmediatamente desde la cabeza del Ejército (a través de los periodistas pagos por la fuerza...que son unos cuantos) se hacía conocer que dicho tribunal podría estar amañado, pues a cargo del mismo estaba el general Miguel Ángel Viviani Rossi, cuyo hijo había sido jefe de Estado Mayor en el segundo cuerpo.

Sin esperar el resultado se buscó algún otro motivo para descalificarlo pública y socialmente. Entonces un periodista de izquierda que frecuentaba y frecuenta las unidades militares recordó que Cabanillas había regalado, a un ocasional visitante, un libro sobre la lucha contra la subversión editado por AUNAR. Y allí lo ‘limpiaron’ sin piedad, aduciendo que el militar no comulgaba con el credo oficialista de Martín Balza.

En este ínterin la maquinaría marxista había solicitado su comparencia en el Congreso de la Nación para ser interrogado por personajes como el diputado Alfredo Bravo. Hasta ese momento –históricamente- Cabanillas había cumplido con todos los requisitos exigidos constitucionalmente para ascender legal y legítimamente. Balza lo relevó y no esperó el fallo del tribunal de honor que lo absolvió totalmente después de someterlo a un intenso y exhaustivo interrogatorio y analizar los elementos aportados.

Curiosidad I: Dos de los militares que condujeron la “Operación Escrache” siguieron en la fuerza y ascendieron sin ningún problema, pese a que ambos fueron alumnos de la famosa Escuela de las Américas en los Estados Unidos. Y compartieron con el cadete Ernesto Facundo Urien el viaje y el curso. Urien y su hermano, el guardiamarina, fueron jefes militares de la organización marxista Montoneros. Llamativamente nadie los cuestionó...

Curiosidad II: En esta operación sucia participaron tanto elementos de la inteligencia militar como del periodismo “progresista” e izquierdista... que extraña conjunción... en estas épocas de democratismo totalitario. Se podría decir que por primera vez en años, la inteligencia militar “usó” a la izquierda para voltear a un general.

Un interrogante que habría que responder sin hipocresías ni mentiras es la siguiente: el que ordenó el seguimiento del caso Carrasco y armó la instrucción sumaria para perjudicar al subteniente Canevaro (y mandarlo preso) a través de la inteligencia militar (el famoso chivo emisario) ¿No violó la Ley de Defensa Nacional? ¿Los que montaron la operación para eliminar al general Cabanillas de la carrera por la jefatura del arma, aparte de traicionar al superior, no violaron esa ley que impide las actividades de espionaje interno? ¿Por qué ningún juez actuó de oficio y procesó a esos malos oficiales que entregaron a su superior a la furia mediática de los marxistas? ¿Se olvidaron de las enseñanzas de San Martín y su código de honor por un mísero ascenso o para mejorar su situación económica? ¿Qué van a decir ahora? ¿Que estaban cumpliendo órdenes? ¿Que son mejor que los políticos? Si su mismo mandante (el procesado general Balza) le dijo a toda la sociedad argentina que “delinque el que obedece órdenes inmorales” y ordenó a sus subordinados a no aceptarlas y denunciar a quienes lo hagan.

En este tipo de sucias operaciones siempre hay un patrón común. Se utilizó la misma técnica con el capitán Alfredo Astiz, porque el entonces presidente Menem tenía que viajar a Francia y necesitaba llevar la cabeza de una figura emblemática de la lucha contra la subversión, y ahí nomás algunos de sus propios camaradas (en actividad y retirados) lo entregaron a las fieras y le hicieron pisar el palito con la periodista de la revista “tres puntos”.

(próximamente los nombres, apellido y grado de los participantes, sus domicilios, sus ocupaciones extra fuerza y sus respectivos teléfonos por si algún periodista independiente los quiere inquirir y confrontar, además nuevos casos de corrupción en la fuerza Ejército)

Cnl VGM Horacio Losito

Resistencia, Domingo 3 de septiembre de 2006.-

A los Señores Jueces integrantes de la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, Dres. JUAN E. FÉGOLI, PEDRO R. DAVID y W. GUSTAVO MITCHELL .-

Avda. Comodoro Py 2002 1er. piso

Ciudad de Buenos Aires.

De mi consideración:

Mi nombre es HORACIO LOSITO, Coronel del Ejército Argentino, Veterano de Guerra de Malvinas, detenido desde el 12 de octubre de 2004 en la Base de Apoyo Logístico Resistencia del Ejército Argentino, Av. 9 de Julio 3300, CP 3500 La Liguria, Resistencia, Provincia del Chaco, imputado, junto a otros Camaradas, en la causa nº 276/04 que se sustancia ante el Juzgado Federal de Corrientes a cargo del Juez CARLOS SOTO DÁVILA, por hechos que se dicen ocurridos mien­tras cumplía funciones con el grado de Subteniente y Teniente en el Re­gimiento de Infantería 9 de la ciudad de Co­rrientes en los años 1975-1977 durante la guerra contra el accionar de las bandas terroristas subversivas. -

El Juez SOTO DÁVILA el día 10 de mayo de 2005 dictó procesamiento con prisión preventiva por considerar a todos los allí imputados, responsables de una serie de delitos, que la Cámara Federal de Ape­laciones de Corrientes revocó en parte, que en lo más importante, entendió que no correspondía endilgarme ni a mí ni a mis Camaradas, el delito de Asociación Ilícita Agravada , imputándose así provisoriamente hasta ahora solamente los delitos previstos en el art. 144 ter, primer párrafo del Código Penal, según ley 14.61­6, con las agravantes previstas en el art. 142 inc. 1º y 5º, en concurso real, (art. 55 del Código Pe­nal) por la cantidad de veces reiteradas establecidas por el Juez a quo.- (Copia de dicha resolución certificada se adjunta a este escrito).

Al presentarme espontáneamente en el Juzgado Federal de Corrientes por versiones de terceros y noticias periodísticas sobre la existencia de una orden de detención librada por el Juez de la causa, presenté un pedido de Exención de Prisión, que se convirtió en pedido de Excarcelación, el cual, al haber sido denegado tanto por el sumariante como por la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes, motivó la interposición de Recurso de Casación, sorteado para ser resuelto por la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal y que lleva el número de expediente 6496.-

Este fin de semana tomé conocimiento que los integrantes de esa Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, Dres. JUAN E. FÉGOLI, PEDRO R. DAVID y W. GUS­TAVO MITCHELL, en el expediente nº 6500 por resolución fechada el día 17 de julio de 2006, no hicieron lugar al Recurso de Casación interpuesto por la defensa de mi Camarada subalterno Suboficial Principal (R) Carlos Roberto PIRIZ, fundamentándola en que la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes había confirmado su procesamiento, diciendo que entre los delitos reprochados se encontraba el de Asociación Ilícita Agravada, lo cual -como queda demostrado- no es cierto, porque tal calificación fue revocadapor aquel Tribunal, y ello así, pese a que concretamente los jueces FÉGOLI, DAVID y MITCHELL señalaron en su fallo haber tenido en cuenta las copias de la resoluciónde la Cámara que admitieron corría por cuerda al expediente que tenían para resolver.-

Basados entonces en esa calificación inexistente y falsa, los jueces FÉGOLI, DAVID y MITCHELL denegaron el beneficio excarcelatorio.-

El hecho es que hoy, Domingo 3 de septiembre de 2006, otro de los Camaradas co-imputado, el Suboficial Mayor (R) Miguel Ángel CÁRDENAS, quien bajo el número de expediente 6497 de esa Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal se encontraba también esperando la resolución de ese Tribunal desde el mes de diciembre del año próximo pasado para recuperar su libertad, a poco de enterarse que corría similar suerte que PIRIZ en esta nueva injusticia, falleció.-

Por todo ello, considero que la conducta de los Jueces JUAN E. FÉGOLI, PEDRO R. DAVID y W. GUSTAVO MITCHELL se encontraría incursa en las previsiones del artículo 269 del Código Penal Argentino y por lo tanto por conciencia y derecho les formulo formal y expresa denuncia penal por la comisión del delito de Prevaricato, al haber dictado una resolución fundada en hechos y resoluciones falsas. -

Impedido por mi actual situación de detención de expresar mayores fundamentos jurídicos y presentar personalmente esta denuncia penal, en salvaguarda de mis derechos constitucionales de peticionar a las autoridades y de defensa en juicio, solicito que se dé intervención a quienes corresponda para que le impriman a la presente adecuado trámite (Conf. arts. 14 y 18 de la Const. Nacional).-

De la misma manera, formal y expresamente solicito se dé urgente intervención al Consejo de la Magistratura, para que respecto a los jueces JUAN E. FÉGOLI, PEDRO R. DAVID y W. GUSTAVO MITCHELL se les inicie el trámite correspondiente por evidente mal desempeño de sus funciones.-

Asimismo, por mi propio derecho también, solicito que se tome debida cuenta de esta presentación en el expediente de esa Sala II número 6496, y que corresponde al Recurso de Casación que interpusiera mi defensor oficial contra la denegatoria de mi Excarcelación y cuya resolución se encontraría pendiente de resolución en esa Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal, como un concreto, formal y expreso pedido de Recusación con Causa de los jueces JUAN E. FÉGOLI, PEDRO R. DAVID y W. GUSTAVO MITCHELL, por resultar evidente su falta de imparcialidad para la decisión de mi Excarcelación, similar a la por ellos recién resuelta en el caso antes explicitado.-

Coronel “VGM” HORACIO LOSITO

DNI 8. 604.947

DOCUMENTOS AGREGADOS:

- Copia certificada de la Resolución de la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes de fecha 29 de diciembr de 2005 de 8 (ocho) fojas numeradas del 112 al119.-

Policías santiagueños se acuartelaron

 Santiago del Estero, (NA) -- Efectivos de la Policía de Santiago del Estero se acuartelaron en la plaza de armas de la Jefatura de la fuerza, en reclamo de una recomposición salarial y del ascenso de suboficiales.

La situación, que involucra a cientos de uniformados, causó tensión en el seno provincial, ya que la actividad se vio parcialmente paralizada.

Los comisarios Luis Rodríguez y Ricardo Gutiérrez -éste último retirado- dirigieron una asamblea en la que se resolvió pedir un salario básico de 700 pesos iniciales para el agente de policía y ascensos.

Asimismo, según indicaron voceros de los policías, se resolvió que en las distintas comisarías y destacamentos policiales se proceda a dejar guardias mínimas "para garantizar la seguridad y no dejar desamparada a la población".

Gorriarán Merlo lanzó su nuevo partido en Rosario

El ex líder del ERP dijo que no volverá a la cárcel porque "no cometió delitos de lesa humanidad". El ex guerrillero dijo que una revocación de los indultos no lo perjudicará
y que no volverá al camino de la lucha armada.

Carlos Vallejos / La Capital, 26/05/05

Enrique Gorriarán Merlo, quien en los 70 fuera jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y en los 80 líder del Movimiento Todos por la Patria (MTP), presentó ayer en Rosario su nueva organización política: el Partido del Trabajo y el Desarrollo (PTD), una de cuyas premisas es "cerrar la zanja que separa al pueblo de la política y a los ricos de los pobres". El acto de lanzamiento se realizó en el centro cultural La Toma (Tucumán
1349), al que asistieron unas 150 personas y donde se leyeron adhesiones de organizaciones de casi todos los países de Latinoamérica (entre ellas la del ex presidente de Nicaragua Daniel Ortega y del ahora oficialista Frente Amplio del Uruguay).

Gorriarán señaló que el PTD estará listo para participar en las elecciones del 2007 "en alianza o con candidatos propios", y que está "dispuesto a la unidad con todo aquel que se oponga al neoliberalismo y que tenga una óptica de integración latinoamericana".

Tras destacar como positivas las políticas de derechos humanos y exterior del presidente Néstor Kirchner, afirmó que el gobierno "tiene limitaciones en lo económico y social" porque se encuentra "trabado por influencia de las corporaciones política y económica".

El responsable, el 1989, del sangriento copamiento al cuartel de la Tablada -por el que fue condenado y luego, en el 2003, indultado- afirmó que hoy "no volvería a la lucha armada" pues no existen las condiciones que la posibilitaron. "Precisamente el triunfo de los mártires de la lucha por la libertad fue que los partidarios del autoritarismo se han ganado el oprobio general del pueblo y es imposible que vuelvan a intentar esos métodos de dominación", sentenció.

Gorriarán justificó históricamente tanto la guerrilla de los 70 como el ataque a la Tablada: "Soy parte de una generación que se enfrentó con las armas a los golpistas, a los que cometieron terrorismo de Estado. No hubiera habido guerrilla si no hubiese habido dictadura militar".

Sobre el indulto con el que lo benefició el 2003 el presidente Eduardo Duhalde, el titular del PTD negó que le "deba" algo al justicialismo. "Había una resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la Corte de San José (de Costa Rica) favorable a nosotros", respondió cuando se lo consultó en ese sentido.

Cuando fue interrogado sobre si temía perder la libertad en caso de que el Congreso finalmente revoca esos indultos, dijo que "no, por dos razones: primero porque no estoy acusado ni puedo estarlo porque no cometí delitos de lesa humanidad, y segundo, porque fui indultado después de haber sido condenado, requisito fundamental para ser indultado".

Con su flamante partido, Gorriarán Merlo dijo que aspira a encabezar una "reforma política profunda" mediante "la lucha contra la corrupción" y "una reforma económica profunda, a partir del trabajo". Sin esos cambios -añadió- "no se puede hablar de un país donde prime la solidaridad".

En un intento por despegarse del calificativo de "nostálgico de la violencia de los 70", Gorriarán recordó que "el primer acto político del que participé fue en el 65 en Tucumán, con el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), en alianza con sectores disidentes del PJ. No sólo participamos de las elecciones, también las ganamos.

Colocamos dos diputados nacionales y un senador provincial, que después fueron sacados del Congreso por el golpe de Onganía". "Ahí vino el proceso del terrorismo de Estado durante 18 años consecutivos, y mi caso es que pasé mucho tiempo en la clandestinidad, fui indultado y hoy me reincorporo a la vida política", sintetizó Gorriarán Merlo.