POR  LA  PAZ  DEL  MUNDO

colaboración del Ing. Fernando M. Fluguerto Martí

 

Eran las cinco y media de la tarde del sábado 17 de febrero de 2007 en Buenos Aires. Juan Carlos pensó cómo pasaría el tiempo hasta las nueve de la noche. Porque el mundo practicamente se había paralizado.

En un comunicado conjunto, los gobiernos de Rusia, China e Irán habían anunciado que a las 24:00 horas de Greenwhich darían a conocer un mensaje dirigido al gobierno de los Estados Unidos de América y pedían que todos los pueblos del planeta lo escucharan pues concernía a la seguridad y la paz para el mundo entero.

Las agencias de noticias de todo el orbe hacían las más dispares conjeturas respecto al contenido de este mensaje. Pero nadie podía disimular la feroz tensión que el anuncio había provocado. Los tres jefes de estado de estos  países estarían presentes en todas las pantallas en teleconferencia . El anuncio lo haría Wladimir Putin en nombre de los tres. Traducciones simultáneas a todos los idiomas estaban ya preparadas.

Las nueve de la noche en Buenos Aires finalmente llegaron. Se sentía como si todo el mundo estuviera conteniendo la respiración.

Finalmente en las pantallas aparecieron los tres jefes de estado y se escuchó,fuerte y claro, cada país en su idioma, el siguiente comunicado: "Con la finalidad de preservar la paz en todo el planeta Tierra, amenazada en este momento por un inminente ataque de Estados Unidos e Israel contra la República Islámica de Irán, los gobiernos de Rusia, China e Irán intiman al gobierno de Washington para que en antes del mediodía del domingo 18 de febrero de 2007, hora de Greenwhich, acepten su rendición total e incondicional. A esa hora de no recibirse una respuesta positiva y confiable en las tres capitales, las ciudades de Tel Aviv, Haifa, New York, Los Angeles, Chicago y Atlanta serán arrasadas mediante dispositivos nucleares. Todas las fuerzas armadas de Estados Unidos e Israel deberán mantener sus actuales posiciones en tierra, mar y espacio. De producirse cualquier movimiento o alteración de estos sistemas se producirá un segundo ataque que arrasará con el resto de los Estados Unidos. De aceptarse las condiciones solicitadas, la inmovilidad de todos los sistemas de armas
norteamericanas se cambiaría paulatinamente hacia las posiciones y condiciones que se les harán llegar en las siguientes 24 horas. Para asegurar al mundo la seriedad de este mensaje en este mismo instante un dispositivo nuclear de 20 megatones está fusionando a 10 mil metros de altura sobre el Atlántico Norte en Latitud 40º N, Longitud 40º Oeste.

Somos plenamente concientes de la extrema gravedad de esta decisión pero la supina locura e irresponsabilidad de los gobiernos de Washington y Jerusalem nos obligan a tomar esta medida en salvaguarda de todos los habitantes del planeta."

En la pantalla se vió como los tres mandatarios levantaban sus manos derechas en señal de reconocimiento y aprobación.

Solo pocos minutos después todos los medios de comunicación daban cuenta de una gigantesca explosión nuclear sobre el Océano Atlántico en el punto previamente anunciado por el mensaje.

Juan Carlos cerró los ojos y sintió que un escalofrío recorría su espalda mientras escuchaba el contenido sollozo de su mujer a su lado.

Pensó que se encontraban en el otro hemisferio a 36º de latitud sur y recordó que alguien le había explicado que el aire de ambos hemisferios no se mezcla hasta luego de mucho tiempo. Luego apagó la televisión y la computadora y llamando a sus hijos se pusieron a rezar.