WASHINGTON INSISTE EN EL BOMBARDEO QUÍMICO SOBRE LA FRONTERA COLOMBO ECUATORIANA

 

Por Carlos M. Duré

 

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Colombia y Ecuador acuerdan suspensión de las aerofumigaciones. USA insiste en continuarlas.

 

El diario La Hora, de Ecuador, recoge la incertidumbre del canciller Francisco Carrión, quien al decir que confía en el compromiso de suspender los bombardeos químicos sobre la frontera asumido por su colega colombiana Carolina Barco, deja en la entrelínea un tercer sujeto de decisión: USA

 

La embajadora norteamericana en Colombia, Linda Jewel – dice El Tiempo, de Bogotá – insistió en que continuaran las fumigaciones aéreas de los plantíos de coca.

 

Resultado positivos de las fumigaciones, de acuerdo con el criterio la casa blanca

 

La diplomática no hace otra cosa - según se desprende de otra información del diario colombiano- que subordinarse al optimismo del director de gestión anti drogas de Estados Unidos, John Walters, quien entiende que 5 años y us$ 3000 millones invertidos en la erradicación de plantaciones e interdicción de narcotráfico, han creado por  su propia dinámica una reducción de la oferta. Walters dice que el aumento del 19 % del precio de la cocaína y una reducción del 15 % en su pureza son claros indicadores de la escasez  del psicotrópico ilegal.

 

Para los diputados, el éxito es dudoso y en todo caso hay que atribuirlo a la policía norteamericana

 

Sin embargo, la comisión anti narcotráfico del Congreso norteamericano desmiente las expresiones triunfalistas de Walters – del poder ejecutivo –  preguntándose cómo pueden sacar tales conclusiones si la DEA aun no puede establecer cuánta cocaína se produce en Colombia pues las cifras en que se basan oscilan entre 325  y  675 Tn, un margen de error que de tan amplio es más un margen de desconocimiento.

 

Aun así, los legisladores norteamericanos conceden la posibilidad de que la oferta haya menguado, pero la atribuyen al incremento de la acción policial contra las bandas de distribuidores dentro de Estados Unidos. Posiblemente se atengan a los datos que suministra la DEA, en los cuales se ve claramente que la proporción de acciones anti narcotráfico al interior de USA superan largamente las resultantes del Plan Colombia.

 

Para Interpol, la demanda de drogas en USA se mantiene estable

 

Una tercera voz discordante es la Interpol, que dice que la demanda dentro de Estados Unidos se mantiene constante. En tal caso, el incremento del precio de la cocaína podría reflejar el índice de inflación del mes pasado – 1, 2 % -, el más alto de los últimos 20 años, en  tanto se analice el fenómeno aplicando la ley de oferta y demanda, como parecerían inclinados a hacerlo el ejecutivo y el legislativo norteamericanos. En tal caso, el circuito dealer – consumidor traficante – consumidor no traficante, que describen todos los organismos anti narcóticos del mundo no existiría porque el intermediario de doble rol podría hacer especulaciones comerciales substrayéndose al síndrome de abstinencia. Luego, la adicción – factor que rompe la ley de oferta y demanda – no provocaría una demanda constante.

 

Movilidad de los sembradíos de coca ante las fumigaciones

 

El profesor investigador de la Universidad del Rosario, Ricardo Rocha García dice que mientras la cantidad de consumidores en EE UU ha venido decayendo desde mediados de los 80 el área cultivada de coca permanece estable en 190 000 ha. Entre el 90 y el 2002 (inicio del Plan Colombia) la superficie plantada en Colombia aumentó del 10 % al 54 % como consecuencia de las fumigaciones  e interdicciones en Perú y Bolivia.

 

Información procedente de diarios colombianos y bolivianos dicen respectivamente que en Colombia, pasado un tiempo de la fumigación, los campesinos tornan a replantar coca y que los carteles de Cali y Medellín trasladan sus actividades a Bolivia, donde las campañas de fumigación fracasaron, aun antes de la caída del ex presidente Sánchez de Lozada, como consecuencia de las rebeliones campesinas, uno de cuyos dirigentes, Evo Morales, se apresta a acceder a la presidencia a corto plazo.

 

La erradicación de plantíos de coca mediante la fumigación aérea (posiblemente con bromuro de metileno, prohibido por la OMS) mata seres vivos vegetales o animales y provoca graves daños a la salud humana. Es una doble razón para que masas de campesinos sean desplazadas hacia destinos inciertos o hacia donde se reubican los fabricantes de cocaína.

 

Erradicar la coca y a quienes la cultivan tiene sentido en la guerra contra el narco y el terrorismo respectivamente

 

La agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR,  dice que en lo que va del 2005 19 000 quechuas colombianos han pasado a Ecuador huyendo de los bombardeos químicos y que un millón más se ven afectados por lo mismo. Los archivos 2002 de CA contienen información de que 1 millón de colombianos se encuentra en estado de constante traslado y 700 000 se han refugiado en Ecuador.

 

A partir de la crítica del Capitolio a la Casa Blanca por los dudosos resultados de la lucha contra el narcotráfico fronteras afuera, la insistencia del poder ejecutivo norteamericano en mantener la intensidad de las fumigaciones aéreas, pese a los efectos colaterales – los desplazamientos forzados de campesinos -, puede ocultar una táctica más bien vinculada a la guerra contra la insurgencia FARC: dispersar la base campesina donde los guerrilleros se insertan con facilidad pues son aceptados con simpatía. En ese caso, la línea fronteriza de Colombia y Ecuador es para USA  tan permeable como la que separa el narcotráfico del terrorismo.