REPLICA AL DR.  VÍCTOR CHOCOBAR SOBRE VUELTA DE OBLIGADO

por Ernesto Damian Sanchez Ance  -  Agrupación Ayohuma

 

San Miguel de Tucumán, 19 de Noviembre de 2010

Dr. Víctor Chocobar, de mi mayor consideración.

El motivo de esta nota es hacerle conocer mi discrepancia con respecto a sus comentarios sobre el Combate de Vuelta de Obligado expresados en la emisión del día de hoy de su programa “El Don de la Palabra”, que se emite por Radio del Plata en San Miguel de Tucumán.

Lamento no haber podido escuchar el programa entero. Solo escuché fragmentos del mismo, entre ellos, la entrevista telefónica que realizó a la historiadora Colombres Garmendia.

Quiero expresar mi desagrado por el término al que ud ha recurrido en más de una ocasión, de “nacionalismo xenófobo”. Yo soy nacionalista, admirador de Juan Manuel de Rosas y de Walter Beveraggi Allende, uno de los escritores nacionalistas mas esclarecidos de nuestro país. Y no creo que (sin pretender entrar en el mismo conjunto de estos grandes patriotas) se nos pueda calificar de xenófobos ni de racistas. Por lo tanto, dicha categorización me pareció impropia de un profesional como ud.

Me pareció realmente una chicana de lo más baja su término “nacionalismo xenófobo”, porque difícil que a Rosas, personaje histórico al que ud no pierde oportunidad de criticar, bajo ninguna circunstancia se lo pueda acusar de xenofobia. Xenofobia explícita que sí era característica de antirrosistas como Sarmiento, quien pretendía exterminar al indio y al gaucho y xenofobia tácita como la de Alberdi, que quería destruir nuestro legado criollo, hispano y mestizo.

Rosas no fue un xenófobo, como sí lo fueron quienes adhirieron a la Guerra de la Triple Alianza, que significó prácticamente el exterminio de los afroargentinos, grupo etnocultural que, con Rosas, se tenían mutua simpatía, y que en la guerra contra el Paraguay fue reclutado masivamente. Ese es uno de los motivos principales por los que hoy no hay negros, o bien, afroargentinos en un número considerable descendientes de aquellos negros de la época colonial. Dicho en otras palabras, el genocidio contra la población negra en la Argentina fue resultado de las políticas xenófobas de quienes combatieron contra Rosas.

Me parece lamentable que un periodista de su bien ganado prestigio repita el absurdo calificativo de “tirano” para referirse al más grande héroe de la guerra contra el Liberalismo entreguista en la Argentina. Rosas no fue un tirano. Rosas fue un dictador patriota, que debió recurrir a la mano dura en épocas en que la eterna enemiga de nuestra nación y de nuestra Religión amenazaba nuestra soberanía con la complicidad de los liberales anglófilos y anticatólicos. Fueron precisamente los enemigos de Rosas los tiranos que, cuando la Guerra del Paraguay, no dudaban en llevar a nuestros gauchos por la fuerza a pelear en una guerra que, además de ser financiada por capitales ingleses, era mal vista por los verdaderos patriotas. Hay mucha diferencia, y eso sí que ud lo sabe por si nivel cultural y por su formación profesional, entre una dictadura y una tiranía. Rosas fue un dictador patriota. Tirano fue el cipayo Mitre, que llevó adelante una guerra de policía conducida por el director de guerra, el racista Sarmiento, para exterminar de la forma mas sanguinaria al Federalismo riojano.

Lamento que ud haya calificado al Combate de Vuelta de Obligado como un “Bluff”. No lo fue. Obligado fue la legítima defensa de un país que no se dejó pisotear por las dos principales potencias de ese entonces. En términos actuales, Obligado sería similar a que cualquier país sin demasiado poderío y en constantes enfrentamientos intranacionales, se enfrente hoy, en Noviembre de 2010, a una entente formada por Estados Unidos, Inglaterra e Israel. Obligado fue, más allá de la derrota militar una verdadera muestra de dignidad nacional. No solo eso. El Combate de Vuelta de Obligado significó que nuestro país sea respetado a nivel mundial.

Sí coincidiré con ud y con la historiadora en que hubo combates y batallas mas trascendentales que Obligado, como sin dudas lo fue la Batalla de Tucumán. No solo Tucumán, sino también las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, seguramente que son mas importantes que Obligado. Sobre todo las Invasiones Inglesas, en que hubo un antagonismo religioso ausente en la Batalla de Tucumán, variante ésta siempre dejada de lado por la concepción materialista con que se estudia nuestra historia, ya que en Tucumán se enfrentaron católicos contra católicos en una batalla con una notable impronta de guerra civil, ya que en ambos bandos había guerreros nacidos en la América Hispana y que hablaban Castellano y Quechua. La guerra por la Independencia nacional, desde Tupaq Amaru hasta Ayacucho no tenía entre sus participantes a gente que practicara otra Religión que no haya sido la Católica, mas allá del anticlericalismo de liberales como Castelli. En cambio, en las Invasiones Inglesas, en el Combate del Paraná y en Malvinas nos enfrentamos contra el enemigo anglo protestante y, en Obligado, contra el enemigo francés, hijos de la Revolución que había de la forma más sangrienta combatido al Catolicismo.

Me parece francamente desafortunado llamar “Bluff” a la gloriosa jornada del 20 de Noviembre, porque en ese enfrentamiento murieron muchos argentinos bajo las armas de una coalición mucho más poderosa que nuestro precario ejército. No olvide, Dr Chocobar, que en virtud del patriotismo del Brigadier Rosas, que no se “achicó” ante la prepotencia imperialista, José de San Martín (no alguien insignificante como ud y yo), sino San Martín, le ofrendó su sable. Entonces, con el respeto que ud me merece, Dr Chocobar, creo que ud debiera adjetivizar de una forma mas respetuosa, máxime cuando ud está siendo escuchado por miles de tucumanos que, como ud coincidía con la historiadora, no están demasiado ilustrados sobre este tema.

Tampoco coincidiré con ud con respecto a otra de sus apreciaciones. Ud sostuvo que Obligado fue un hecho motivado por la necesidad personal de Rosas de que determinadas provincias no negociaran con Inglaterra. En el caso de que Rosas obtuviera con sus negocios personales con Inglaterra (no debatiré sobre este punto) muy buenos réditos económicos, a Rosas se lo podría calificar de dos maneras. Una, de TONTO, porque si tan bien le iba en sus negocios personales con Inglaterra, hubiera sido un real tonto al enfrentarse militarmente con esta potencia. Ahora bien, si a Rosas le iba muy bien en sus negocios personales con los ingleses, haberlos enfrentado en Obligado, le merece el calificativo de PATRIOTA, porque sólo un patriota renunciaría a sus buenos negocios en beneficio de la patria. No me caben dudas, respetable Dr Chocobar, que Obligado fue una gesta patriótica que causó simpatía hasta en grupos unitarios opuestos a Rosas. Cítole un ejemplo: Martiniano Chilavert, militar unitario hueste de Lavalle en el momento mismo en que se fusiló a Dorrego, a pesar de su antirosismo, se puso a las órdenes de Rosas para enfrentar a los invasores.

Lamento tener que estar debatiendo con ud sobre este tema, porque realmente, al no callarse ud sus honestas y respetables opiniones con respecto al mal gobierno de Alperovich y de los Kirchner, como sí se calla la generalidad del periodismo local, ud es digno de mi mayor respeto. Y es por ello que días atrás, aún a sabiendas de nuestras irreconciliables posiciones sobre el tema que en la presente nos ocupa, le acerqué mi ensayo “Indigenismo, Comunidades Pretendidamente Indígenas y Fragmentación Social en Tucumán”. Pero hay ciertos enfoques sobre algunos hechos y procesos históricos que debieran ser tratados con algo más de patriotismo o, por lo menos, con no tanto apasionamiento antirosista, puesto que no se estaba luchando contra países hermanos, como en el caso de la alianza peruano – boliviana en 1837, sino contra Inglaterra, una de las potencias mas genocidas de la historia mundial, la Inglaterra que en el Siglo XIX ejecutó una política destinada a hacer morir de hambre al campesinado católico de Irlanda, la Inglaterra pionera del narcotráfico internacional que contrabandeaba opio de la India a China, pisoteando la soberana voluntad de este país de imponer una legislación antidroga.

Rosas fue un verdadero patriota que, estando en su apogeo, podría haber “arreglado” con los ingleses perpetuándose en el poder hasta su muerte. Rosas fue un patriota que prefirió la dignidad de su nación antes que humillarla entregándola al capital extranjero, y una vez derrotado en Caseros, terminó exiliándose en Inglaterra, la misma Inglaterra a la que se enfrentó en Buenos Aires cuando niño, y en la que pasó sus últimos días trabajando en el campo, algo que sabía hacer por ser un hombre de la tierra, porque, a no dudarlo, de haberse quedado en nuestro país, hubiera sido ejecutado por sus enemigos liberales. Y su asesinato hubiera sido más cruel que los de Dorrego y Penalosa, brutalmente ejecutados por los unitarios. Porque si bien Inglaterra siempre fue la enemiga de nuestra nación y de nuestra Religión, nuestro problema no era precisamente Inglaterra, sino los anglófilos argentinos, enemigos de la patria y del Catolicismo.

Sin más, reciba ud mi respetuoso saludo.