RESPUESTA A UNA NOTA DE "POST LEFEBVRISTA" EN RÉPLICA A UN COMUNICADO DEL CENTRO DE ESTUDIOS EVOLIANOS

por Marcos Ghio

 

Ante una nota (RESPUESTA AL ARTÍCULO  DEL CENTRO DE ESTUDIOS EVOLIANOS) en la cual un lector de Tsunami desde una óptica papista pretende contestar lo manifestado en el documento emitido por el Centro de Estudios Evolianos que presido ("EL QUE NIEGA EL HOLOCAUSTO NO ES CATÓLICO" (Benedicto XVI) paso seguidamente a efectuar la pertinente respuesta. Dice "Post Lefebvrista":

PL: Amigo, no sea simplista. Aunque entienda su indignación, no huya tan rápido de la Iglesia. Escapar sería la solución fácil. 

El Sr. identificado como "Post Lefebvrista" confunde, a la manera güelfa, el catolicismo con el Vaticano. Es de este último que nosotros huimos continuando en la conservación de la doctrina católica emanada de la persona de Jesucristo y de los grandes doctores de tal religión.

Por otro lado en cuanto a la ‘solución fácil’ de la cual nos habla PL no entendemos por qué aceptar la realidad de que la Iglesia ha dejado de ser católica para convertirse en un apéndice de la modernidad es más fácil que seguir incurriendo en credulidades como la de nuestro contradictor que se siente reconfortado porque la asimilación del ‘holocausto con la cruz’ no ha sido formulada por el Papa sino por su vocero el padre Lombardi y nos hace una alusión a una profecía en el sentido de que éste se encontraría rodeado por personas “que a menudo hacen lo contrario de lo que les ordena”.

Siempre hemos sabido que los voceros de una institución manifiestan lo que sus jefes les ordenan y que cuando hacen lo contrario se los expulsa. El procedimiento fácil es en cambio suponer, tal como hace nuestro contradictor, que el Papa no lee el diario, que no se entera de lo que pasa, lo cual no dejaría de ser grave, o peor todavía incurrir en el vicio que existiera en la época peronista en el sentido de que cuando el gobierno hacía algo malo eran siempre sus asesores que lo malinformaban, no así cuando hacía algo bueno.  La realidad es en cambio que el Papa no ha expulsado a su vocero Lombardi por haber cometido semejante herejía, sino a los lefevristas Williamson y Abramovich quienes han tenido que dejar sus funciones, este último incluso fue echado de la orden por haber negado el Holocausto, es decir, de acuerdo a la actual lógica vaticana, a la Cruz de Cristo.

Más grave es cuando nos afirma:

Me dirá Ud. que el Papa ha reconocido el Holocausto como verdadero, y sí, pero a ello le responderé que no lo ha definido ex-cathedra (ni podría hacerlo) y por lo tanto, sigue siendo una opinión del hombre, no del Papa.
 
Más allá de reducirlo todo a un simple formulismo es una grave falencia metodológica, habría que decir que su postura es sumamente peligrosa y anticatólica pues sostiene la existencia de una doble verdad, lo cual fue expresamente condenado por la doctrina. Para PL habría una verdad secreta que Benedicto emitiría sólo entre sus más íntimos, la aludida ‘ex cathedra’ en donde no afirmaría que el Holocausto es un dogma de fe y otra pública de la que se encargaría el padre Lombardi y que podríamos calificar como ‘per mundum’ (para el mundo), en donde por el contrario se elevaría a tal fraude a la categoría de un dogma (En una nota que próximamente difundiremos el Lombardi vernáculo se llama Guillermo Marcó que acaba de hacerlo en un artículo publicado recientemente en La Nación). Pero esto es totalmente contrario a cualquier doctrina no solamente católica, sino tradicional. Si bien es cierto que hay verdades que no pueden ser difundidas públicamente en su plenitud a fin de no producir confusión en los más simples, la adaptación de las mismas para el gran público en ningún caso debe contradecir la secreta.

Por otro lado dan risa, para no usar un término más severo lo afirmado por el poslefevrista (quizás deba aclararnos si tal término es usado porque su movimiento ya forma parte del staff vaticano o porque intenta superarlo, lo cual sería algo muy bueno de su parte) pretende justificar la conducta papal hacia los ‘negacionistas’.

Una cosa más, la carta de la Santa Sede dice que deberá "tomar distancia" de sus declaraciones, para ejercer "funciones episcopales". No dice que para "formar parte integrante de la Iglesia deba retractarse". Williamson estaba y está ahora más que nunca al haber sido levantada la excomunción, dentro de la Iglesia.

Una vez más acude al formulismo. Habría que contestarle que no sabemos si no será excomulgado Monseñor Williamson, lo que sí sabemos es que ha sido separado de sus funciones. Seguramente si persistirá en sus ‘dudas’ sobre tal ‘verdad’ seguirá el mismo camino de su par Abramovich.

Atentamente.

Marcos Ghio

Centro de Estudios Evolianos