EL BUEN STALIN:   CARTA ABIERTA DE  INTELECTUALES RUSOS Y LA RESPUESTA DE TIBERIO GRAZIANI

 

Carta de los intelectuales rusos:

 

Sr. Tiberio Graziani, director de Eurasia. Rivista di Studi Geopolitici

Estimado Sr. Graziani:

Con gran pesar descubrimos que el 5 de mayo de 2009 el ciudadano de Rusia, Victor V. Erofeev, que se presenta a sí mismo como “un escritor ruso” recibió el Premio Literario Mondello por El buen Stalin (2004), un texto que es prácticamente desconocido en Rusia y que –evidentemente como resultado de alguna negligencia –fue reconocido como la mejor “novela” del año en Italia. Es triste que individuos culturalmente incapacitados de Rusia y algunos europeos desinformados  hayan caído víctimas  de una provocación absoluta ya que el antedicho autor no puede ser de ningún modo considerado un escritor, y menos aún un escritor RUSO.

La inevitable conclusión a la que llegamos familiarizándonos con la Enciclopedia del alma rusa (1999, segunda y tercera edición de 2002 y 2005 respectivamente) de V. Erofeev es que el libro sólo puede ser considerado un inmoral y antisocial pastiche rusófobo que incita al odio nacional en Rusia. Claramente, el escrito fue generado por alguna desviación mental, una imaginación hiperactiva y por una visión desesperadamente distorsionada. Resulta sorprendente que tal vergonzosa mezcla de odio bestial hacia todo lo ruso, Rusia y hacia la humanidad en general pueda salir a la luz en nuestra época. El mismo lenguaje en que está escrita la “Encyclopaedia” tiene el mismo olor pestilente que los graffitis ofensivos e iletrados que los gamberros dejan  en las paredes. Algunas citas a continuación pueden contribuir a ilustrar suficientemente lo que decimos.

Por ejemplo, el fragmento del texto titulado Domingo Sangriento dice:

“Los rusos deberían ser aporreados.

Los rusos deberían ser abatidos a tiros.

Los rusos deberían ser emparedados.

De lo contrario ya no serían rusos.

El Domingo Sangriento es una fiesta nacional”1.

El fragmento del texto  titulado Plaza Roja –el lugar honrado por los rusos así como por los turistas extranjeros que visitan el país –dice:

“La Plaza Roja funciona como una prueba para los estúpidos. Si te gusta, tienes que ser un completo chiflado. Si no –también significa que eres un chiflado al cien por cien. El espacio está encantado. Hay muchísimos chiflados disfrazados caminando por la Plaza Roja (149). ¡Ten en cuenta que en mayo de 1945, la Plaza Roja era el lugar en el que la Rusia disfrazada se regocijaba por el gran triunfo sobre el fascismo de Hitler!”

Aquí tenemos algunas ideas adicionales del señor  Erofeev acerca de Rusia:

“Habiendo recorrido el mundo para conocer mejor Rusia me di cuenta de que presenta una seria amenaza para el mundo” (197).

“Rusia no se encuentra entre las culturas capaces de auto-determinación. Es un país históricamente deshonesto. Está basado en mentiras.” (122).

“La cultura rusa es un depósito de cadáveres de cinco estrellas” (255).

Los comentarios resultan innecesarios. Sólo habría que indicar que –escandalosamente como Cam en la Biblia –el señor Erofeev de esa manera insultaba no sólo a los rusos, sino también a todos aquellos que en cualquier parte del mundo aprecian a Rusia y se consideran sus amigos.

He aquí otro pasaje de los escritos del bárbaro literario:

“El ruso es un caso de responsabilidad disminuida. Nunca sabrás lo que comprendió y lo que no logró captar. Deberías hablar al ruso medio en términos enormemente simplistas. Esto no es una enfermedad, es una condición histórica” (72).

“El modo de actuar con los rusos es ponerse la máscara de gas y atacar. Odian que se les trate bien. Si eres amable con ellos, se deterioran como una salchicha al sol” (77)

“Todo el mundo…pensaba que los rusos por lo menos tenían el caparazón exterior de la gente normal…Esto es sólo una ilusión –son bestias de cuatro narices” (194).

“La condición normal de un ruso es estar borracho…Cuando está borracho, el ruso se parece a sí mismo” (195, 197)

“Los rusos son una nación vergonzosa. Un cuaderno de estereotipos. No pueden ni trabajar ni pensar sistemáticamente” (46).

Sin embargo, se sabe que la nación que el señor Erofeev llama “vergonzosa” es respetada en Italia. Este respeto se debe no sólo a la gran cultura rusa y a los vínculos, resistentes al paso del tiempo, que existen entre Rusia e Italia, sino también al hecho de que históricamente los italianos han coincidido con los rusos y han sido testigos del carácter ruso.

La catástrofe del 28 de diciembre de 1908, cuando Messina se vino abajo a causa de un terremoto y los marineros rusos se apresuraron a rescatar al pueblo de las ruinas de la ciudad y salvaron por lo menos tres mil vidas, no ha sido olvidada en Italia. En 1910, el gobierno de Italia concedió la medalla de caballero de la gran cruz de la Orden de la Corona de Italia al contralmirante V.I. Litvinov, y medallas de comandante de la orden de la Corona de Italia a todos los capitanes y doctores rusos así como medallas conmemorativas a los marineros rusos por la misión. Asimismo, hay calles en ciudades italianas que llevan los nombres de los marineros rusos que actuaron heroicamente en 1908. Señor Graziani, como usted sabe, el cien aniversario de la tragedia fue conmemorado en Italia en diciembre de 2008.

Es deplorable que –en el contexto de los acontecimientos –un premio literario haya sido concedido en Palermo, Sicilia, a un Erofeev que había sido demandado dos meses antes por un grupo de activistas en Moscú por incitación al odio nacional. El Premio parece ser una expresión de apoyo al escritorzuelo otorgado por la nueva Internacional que, del mismo modo, necesita a los Erofeevs para que susciten  hostilidad entre los pueblos empujando así al mundo hacia la catástrofe.

Se sabe que los italianos son píos cristianos. Deberían ser conscientes de cómo el Neandertal con ínfulas literarias se atrevió a difamar a todo el mundo cristiano:

“La Cristiandad está evolucionando hacia una orquesta folclórica conducida por Pedro y Pablo…”

“Estoy cansado de los dioses en atuendo teatral. No debería ser demasiado difícil encontrar trabajos lo bastante fáciles para esos veteranos del Cielo. Junto con los Olímpicos Griegos y Santa Claus, servirán como tutores para niños y como personajes de mitos, leyendas y cuentos de hadas instructivos…”

“Por supuesto, convocar una reunión de la UNESCO y encargar un nuevo dios es una opción. Sin embargo, es más probable que surja naturalmente de la negra suciedad de África y de Internet, entre los sin techo rusos, las moscas de Calcuta y los drogadictos de Nueva York…”

“En esencia, el acuerdo cristiano fue concebido de forma brillante: la predestinación de la muerte a cambio de que observes normas morales” (210-212).

Tal es el pensamiento global del reciente vencedor del premio Mondello. Abiertamente insulta a todo el mundo, incluyendo a millones de cristianos –los constructores de la gran cultura espiritual de la humanidad, que viven en este mundo y en el otro.

Señor Graziani, sabiendo que usted es un patriota italiano, un auténtico amigo de Rusia y un conocedor de su cultura, le pedimos que describa en su publicación el estado real del ambiente intelectual ruso, que presente a sus lectores a destacados autores rusos y que explique cómo los rusos se sienten acerca de algunos fenómenos pseudo-culturales, a menudo vendidos como “rusos” fuera de Rusia pero que representan de modo lamentable a su pueblo, extendiendo el odio hacia todo lo ruso, inculcando el desprecio hacia los hombres, el odio hacia Dios y la falta de respeto por los valores morales.

Con los mejores saludos,

V.N. Krupin, escritor, miembro del Presidium de la Academia Rusa de las artes, copresidente de la Unión de Escritores Rusos

E.Z. Tsybenko, Profesor Emérito de la Universidad Estatal de Moscú, Dr. en Filología, premiado con la cruz de comandante de la Orden del Mérito de la República de Polonia.

L.S. Krasnova, Profesora, Universidad Estatal de Moscú, Facultad de Lenguas Extranjeras, Dra. en Filología.

V.V. Voropaev, Profesor, Universidad Estatal de Moscú, Facultad de Filología, Dr. en Filología

N.V. Maslennikova, Profesora, Universidad Estatal de Moscú, Facultad de Filología, Dra. en Filología

O.V. Tsybenko, Investigador asociado, Instituto de Estudios Eslavos de la Academia Rusa de la Ciencia, Dr. en Filología

A.N. Strizhev, escritor, miembro de la Unión de Escritores Rusos

V.A. Nedzevetski, Profesor Emérito de la Universidad Estatal de Moscú, Dr. en Filología, ganador del Premio Literario  I.A. Goncharov.

G.A. Bogatova, académica de la Academia Eslava, profesora de la Universidad Ortodoxa de San Tijón, Dra. en Filología

Arcipreste Valentin Asmus, Decano de la Iglesia “Velo Protector de la Santa Virgen” en Krasnoye Selo, Profesor, Universidad Ortodoxa de San Tijón, Máster en Teología.

E.V. Putintseva, referente del Arcipreste Artemiy Vladimirov (Iglesia de Todos los Santos en Krasnoye Selo), Dra. en Filología.

T.L. Mironova, Investigadora Asociada principal de la Biblioteca Estatal Rusa, Dra. en Filología, miembro de la Unión de Escritores Rusos.

V.V. Schmidt, Subdirector de la Facultad Estatal y de Relaciones Nacionales, Primer Consejero Estatal de la Federación Rusa, Dr. en Filosofía, Academia Rusa de Servicio Estatal del Presidente de la Federación Rusa.

E.A. Bondareva, Directora de Programas Públicos, Fundación Perspectivas Históricas, Dra. en Historia.

E.A. Popov, Director de Estudios Ucranianos, Universidad Federal del Sur (Rostov-on-Don), Profesor, Dr. en Filosofía.

A.S. Novikova, Profesora, Universidad Estatal de Moscú, Facultad de Filología, Doctora en Filología.

V.I. Maksimenko, Director de la Fundación para la Promoción de la Cooperación Humanitaria Russkoe Edinstvo Dr. en Historia

S.G. Zamlelova, escritora, miembro de la Unión de Escritores Rusos.

Moscú

14 de septiembre de 2009

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Respuesta de Tiberio Graziani:

 

Queridos Amigos Rusos,

he leído con mucha atención el texto de vuestra carta abierta.

Lo considero un acto simbólico de denuncia contra la campaña de desinformación y demonización que se está llevando a cabo actualmente en perjuicio de vuestra nación y de vuestro pueblo.

Tal campaña, destinada a crear desconfianza hacia el pueblo ruso, vale la pena recordarlo, comenzó a partir de la década del 2000, cuando Rusia empezó a alzar nuevamente la cabeza con dignidad y firmeza, después del colapso soviético de los primeros años noventa y de la sucesiva gestión yeltsiniana de la cosa pública.

La razón principal de esta campaña tiene su origen en una praxis geopolítica perseguida constantemente por las potencias atlánticas, Gran Bretaña y Estados Unidos a la cabeza, y por los lobbies que determinan su política exterior. La meta de esta praxis es la disgregación total del espacio ruso o, por lo menos, su cerco.

El espacio ruso, de hecho, representa el área de pivote de toda la masa eurasiática. Su disgregación (o su cerco) produciría un efecto desastroso para el constituyente escenario multipolar y, sobre todo, para el desarrollo de las relaciones culturales, económicas y políticas entre las Naciones europeas y la Federación rusa.

La campaña rusófoba, en la que se inserta la obra de Erofeev, es paralela y sinérgica a otra campaña, la islamófoba, orquestada por Washington y Londres a partir de los años noventa.

También en este caso las potencias atlánticas, con el fin de limitar todo posible entendimiento, en particular, entre la Europa meridional, el Norte de África y Oriente próximo han puesto en marcha una campaña mediática destinada a producir desconfianza entre los Europeos y los pertenecientes a la cultura islámica. También algunos “intelectuales” italianos se han prestado a esta indigna campaña.

Publicaré y difundiré vuestra carta para que sepáis que aquí en Italia y en Europa tenéis amigos sinceros y desinteresados que junto a vosotros denuncian el choque de civilizaciones alimentado por los think tanks atlánticos.

Con los mejores deseos,

Tiberio Graziani

Rivista di Studi geopolitici

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