EL NACIONALISMO DE SAN MARTÍN

por Jackeline Luisi  (*)  

 

Capitán General José Francisco de San Martín  

Nace en Yapeyú actual Corrientes, uno de los 30 pueblos de las Misiones Jesuitas del Virreynato del Río de la Plata, donde su padre era Teniente Gobernador de la Misión Oriental con capital en San Francisco Borgia (actual Sao Borja en Brasil) y en el pueblo de Yapeyú alternativamente.

Realiza sus estudios primarios en el Colegio del Convento de Santo Domingo, junto a sus hermanos, y los hijos varones de los integrantes de la Tercera Orden Dominica como Saavedra, Belgrano, Pueyrredon y Zapiola. (quienes fueron muy amigos de por vida).

La Orden de los Dominicos fue muy importante en la vida de los San Martín y de los otros Hermanos Terciarios de la Orden, los padres y familias de los Próceres de Mayo mencionados.

Su padre es trasladado después a España y los cuatro hermanos varones ingresan en el Ejército de España. José Francisco inicia su carrera militar en el Regimiento de Murcia.

Durante su activo desempeño militar en el Ejército de España, participó entre otras en la Batalla de Bailén, primera victoria española contra el ejército de Napoleón que invadía a Portugal y España, donde mereció medalla de oro y el ascenso a Teniente Coronel.

Enterado de la Revolución de Mayo de 1810 en el Río de la Plata, siente el llamado de la Patria y pide la baja del Ejército Español, a pesar de sus más de 20 años de antigüedad, con el uso del grado de Tcnl, para poder servir a la Argentina su PATRIA de nacimiento.

A principios de 1812 se presenta en Buenos Ayres al Prior del Convento de Santo Domingo y a las autoridades del Gobierno, para iniciar la guerra contra España. Le ordenan organizar y preparar el Regimiento de Granaderos a Caballo. Su primer victoria es el 3 de febrero de 1813 en el Combate de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fé.

Con el grado de Coronel, las autoridades lo envían como Comandante del Ejército del Norte. Organiza y adiestra a las unidades militares y tropa. Por una enfermedad, toma licencia en Saldán (Córdoba) para curarse.

En su recuperación física, prepara el Plan Continental, para la campaña militar contra los realistas y planifica el Cruce de los Andes para dar libertad a Chile, y de allí por mar atacar la capital del Virreynato del Perú. Su Plan de Operaciones es aprobado por el gobierno Nacional.

Se lo nombra en 1814, Gobernador de Cuyo con la doble función: Gobernar y Organizar el Ejército de los Andes (de la nada – o sea partiendo de cero).

Cumple las dos tareas en forma magistral, como gobernador de la Región de Cuyo (las actuales provincias de Mendoza, San Juan y San Luis) organizó la producción, la educación pública y con sus tres Tenientes gobernadores, supo mantener un contacto permanente con la población y sus necesidades. Los habitantes lo respetaban y se adaptaban a las nuevas circunstancias. San Martín donó la mitad de sus sueldos y pagaba el alquiler de su propia vivienda.

Para el Ejército de los Andes: en un corto plazo organizó y puso en marcha el reclutamiento de hombres, su entrenamiento, su paga mensual, su reposición y reemplazo. Organizó y puso en marcha la Logística para fabricar vestuarios, equipos, armas y municiones, el material de consumo y víveres. Lo mismo sobre la incorporación de ganado, para transporte y combate; su entrenamiento, su reposición y reemplazo. (nace y desarrolla en Cuyo una industria propia casi artesanal, para abastecer los casi 8.000 efectivos que llegará a tener en sus fuerzas). 

Organiza el Ejército, la Logística, la reposición de personal y materiales, el Servicio Religioso con un sacerdote para cada unidad militar, el Servicio médico y de sanidad del Ejército de los Andes. 

Al mismo tiempo con Belgrano y Güemes hacen lobby políticamente para concretar el Congreso General Constituyente en Tucumán, para que declare “la Independencia” de las Provincias Unidas del Río de la Plata de España y toda otra Nación extranjera, el 9 de Julio de 1816. Su candidato el Gral JM Pueyrredon diputado por San Luis, es nombrado por absoluta mayoría como Gobernante de las Provincias Unidas.                                                                                  

Como Gobernador de la región hace jurar la Independencia por todos los pueblos en cada una de las Provincias de Cuyo, con Actos Públicos y Ceremonias festivas. Las Bandas militares del ejército, todos los jueves participan en Plazas con las Escuelas y alumnos, para cantar marchas patrióticas y el Himno Nacional Argentino. 

En enero de 1817 inicia la Campaña militar, previa misa, presentación y Jura de la Bandera de los Andes, con los colores de la Patria: azul y blanco, con revista y desfile de las tropas, ante la población de la Ciudad de Mendoza. Cruza la Cordillera de los Andes, la más alta de América, en tiempo récord.

Al finalizar el cruce y bajando los cerros los espera el Ejército realista, el 12 de febrero de 1817 en la Batalla de Chacabuco, con victoria para los patriotas. Se logra la Libertad e Independencia de Chile. En 1818 hace la campaña al sur. Después la derrota en Cancha Rayada y la Gran Victoria final en Maipú. Se consolidan Chile y Argentina como países independientes. La Gran Patria americana, se va construyendo. El Himno Nacional Argentino es cantado en las ciudades de Chile como la marcha de la Libertad americana. 

En 1819 la gran desobediencia de San Martín. El gobierno nacional le ordena abandonar el Plan de Operaciones y regresar con el Ejército a Buenos Aires. Se niega intervenir en una guerra entre hermanos contra los caudillos Federales. Primero está la guerra contra los realistas. 

“La guerra se la tenemos que hacer del modo que podamos. Si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos trabajen nuestras mujeres y sino andaremos  en pelota como nuestros paisanos los indios. Seamos libres y lo demás no importa nada. Compañeros juremos no dejar las armas de la mano, hasta ver el país enteramente libre o morir con ellas como hombres de coraje”. (General Don José de San Martín.  Orden General al Ejército de Los Andes - 27 de julio de 1819.)

Con todas sus tropas y la ayuda de Chile, inicia la Campaña al Perú, donde logra también la libertad e Independencia de la nueva Nación. Mientras el gobierno argentino con Rivadavia, le quita el apoyo económico, político y de personal.

La solución que encuentra San Martín para finalizar la guerra contra los realistas de América, es la reunión con Bolívar en Guayaquil y lo apoya con sus fuerzas militares para que éste logre la victoria final. Renuncia al mando militar y al Gobierno del Perú. Regresa a la Patria adorada. Mientras sus Jefes, oficiales y tropa sumadas a las de Colombia, logran la libertad del Ecuador, después del Alto Perú (actual Bolivia) y finalizan la guerra con la victoria en Ayacucho, en forma conjunta con las fuerzas de Bolívar. 

En su regreso desde Chile pasa a Mendoza, donde se vive en su Chacra en Barriales. No puede cruzar el país, pues piquetes emboscados con órdenes de Rivadavia y su grupo lo esperan para darle muerte. Se agrava la cruel enfermedad de su esposa Remedios de Escalada. Mantiene correspondencia con caudillos federales, mientras espera que se calmen las pasiones y odios que le tienen los políticos de Buenos Aires. Al final del año fallece Remedios y le otorgan permiso para estar sólo 24 horas en la ciudad.  Llega a Buenos Aires, visita la tumba de su esposa, retira a la niña Mercedes de los abuelos y debe partir a Europa, a su exilio obligado.

En 1829 regresa a Buenos Aires en una fragata inglesa, en la escala de Río de Janeiro se entera que Dorrego es el nuevo Gobernador de Buenos Aires. En Montevideo le informan de la Revolución de los “unitarios”, el derrocamiento de Dorrego y su posterior fusilamiento en Navarro por parte del Gral Lavalle, por orden expresa de Bernardino Rivadavia, Salvador María del Carril y Julián Agüero entre otros jefes políticos unitarios. Decide NO desembarcar y regresar definitivamente a Europa.

Hace escala por tres meses en Montevideo (ROU), donde es recibido con todos los honores, y es invitado “especial” a las sesiones del Congreso General Constituyente, a las que concurre. De regreso a Europa, con la Patria en su corazón se mantiene informado de la situación por sus amistades y ex subordinados, de Chile, Perú y Argentina.

Cuando Francia inicia el conflicto con nuestro país, y comienza el Bloqueo de Buenos Aires, San Martín mantiene correspondencia con Rosas. En 1838 el apoyo francés a los unitarios es incuestionable tanto en armas, como sueldos a los Jefes, y su participación abierta. Estalla la “Revolución de los Hacendados” de la Pcia de Buenos Aires en Dolores, al mismo tiempo que el ejército de Lavalle ingresa desde el Uruguay hacia Buenos Aires. En el Combate de Chascomús y Dolores las tropas federales derrotan a los Revolucionarios y detienen a los Jefes unitarios Castelli, Agüero, Cnl Rico, Martín José de la Serna, y otros más. Los Coroneles Rauch y Crámer mueren en combate (todos estos políticos apóstatas y cipayos , asalariados de los franceses, se autodenominaron “Libres del Sur”). Los que pueden, escapan por el Puerto de Samborombón, auxiliados por la Flota de Guerra Francesa que los traslada a Montevideo.

En su correspondencia San Martín le dice a Rosas, sobre los “políticos que piden apoyo a potencias extranjeras”.   "Maldigo a aquellos argentinos que por un indigno espíritu de partido se unen al extranjero para humillar a su Patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempo de la dominación española; una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer".    (Carta de San Martín a Rosas. 10 de Junio de 1839).

En 1845 tiene lugar el conflicto con el Brasil, Francia y Gran Bretaña, con las pretensiones territoriales sobre el Rio de la Plata, el Uruguay, Paraguay y la misma Argentina, que se concreta con el Bloqueo de las dos potencias al Río de la Plata, y el ingreso de las flotas de Guerra de Francia y Gran Bretaña al Río Paraná, para comerciar sin pagar Aduana con las provincias interiores y el Paraguay.                                             

Las Buques de Guerra protegen a más de 100 barcos mercantes cargados con productos industriales para vender directamente, en los pueblos de las provincias de la mesopotamia y al regresar cargan “frutos del país” para llevarlos y comerciarlos en Europa.

El 20 de noviembre Rosas los enfrenta en el Combate de “Vuelta de Obligado”, después en “Tonelero” y posteriormente en “Punta de Quebracho”, donde el 4 de junio de 1846, las fuerzas argentinas destrozan buques de guerra y barcos con carga. Es el fin de la Guerra del Paraná, la “Guerra por la Soberanía”.

San Martín con conocimiento total de lo ocurrido, y por amor a su Patria Argentina, escribe en Francia una Carta para la Opinión Pública europea, dónde explica la situación y lo que están haciendo los gobiernos de Francia y Gran Bretaña con sus flotas de Guerra y su política de expansión. Explica a Europa su opinión, y que por la violencia y la fuerza, las dos potencias no conseguirán ningún resultado con los criollos del Río de la Plata.

Este artículo fue publicado en los principales diarios de Londres y París, donde llegó al conocimiento de los habitantes de ambos países y de Europa. Con la firma del Gral San Martín.

En su correspondencia personal escribió "Los argentinos no somos empanadas que se comen con sólo abrir la boca” (Carta del Gral D José de San Martín)

Gran Bretaña primero y Francia después, se retiran del Bloqueo al Río de la Plata y cambi an la política contra Argentina.  Firmando sendos acuerdos de paz, aceptando las reglas de Buenos Aires y rindiendo honores militares a la Bandera nacional Argentina con 31 cañonazos al pasar frente al buque insignia en el Puerto de Bs As.

El 17 de agosto de 1850, a las 15 horas fallece en su autoexilio en Boulogne Sur Mer, Francia, el Padre de la Patria Argentina, recordado por el Perú como el Protector y Padre de la Patria y Generalísimo de la República, Capitán General de Chile y Brigadier General de la Confederación Argentina,   En su testamento personal, deja el siguiente legado al Gral Juan Manuel de Rosas, por la defensa de la Soberanía Nacional:   “El Sable que me a acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la Améri  ca del Sud, le será entregado al General de la República Argentina don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de satisfacción, que como Argentino he tenido al ver la firmeza con que a sostenido el honor de la República contra las injustas pretensio- nes de los Extranjeros que tratan de humillarla”. Gral. José de San Martín  (3era cláusula de su testamento)

San Martín fue un “olvidado” por la política y la historia argentina durante 30 años, por querer a su Patria, por no participar en guerras internas contra el interior, por ser nacionalista de alma y ser querido y admirado por el “pueblo”, y por apoyar a Rosas en la Guerra de su Patria contra potencias mundiales.

Recién en 1880 se cambió en parte el destierro y olvido, y regresan sus restos mortales a su querida patria Argentina, donde descansan definitivamente en la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires.  “Prohíbo el que se me haga ningún género de funeral y, desde el lugar en que falleciere, se me conducirá directamente al cementerio sin ningún acompañamiento, pero sí desearía el que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires”. Gral. José de San Martín (4ta. cláusula de su testamento)

 

(*)   Periodista - GERLI - Avellaneda

Agrupación San Martín - Rosas - Perón  (Avellaneda)

sanmartinrosasperon_avellaneda@yahoo.com.ar