| LA
            ARGENTINA DE LA ESCLAVITUD SEXUAL   por
            la agencia CNA     La
            trata de blanca es un hecho lamentable que crece en la Argentina y
            sin que se encuentre una solución certera y precisa por parte de
            las autoridades, continúa aumentando. Los por qué de un fenómeno
            que entristece a la sociedad, y los números de la esclavitud sexual
            que se manejan hoy en nuestro país   La
            telenovela “Vida Robadas”, que emitió exitosamente la pantalla
            de Telefé el año pasado, dio difusión pública a uno de los
            problemas que más ha crecido en la Argentina en los últimos años
            y en el cual se mueven millones de dólares en forma anual, como lo
            es la Trata de Blanca, y que estaba tan alejado de la atención pública
            y gubernamental.   Este
            delito, que envuelve anualmente a miles de víctimas
            del tráfico y comercio sexual, es uno de los hechos alarmantes que
            la Argentina de hoy, plagada de los peores vicios mundiales, ve
            crecer sin que se haga políticas desde el Estado para el control y
            persecución de un delito tan vil como la trata de blanca, que
            devasta a familias enteras en toda la Argentina y el mundo.   Según
            datos manejados por Naciones Unidas, se estima que en todo el mundo
            por año, un millón de niños y mujeres son prostituidos
            luego de caer en redes de trata de personas. Un tema por demás
            preocupante para las autoridades internacionales, que muchas veces
            se muestran incapaces de poder luchar contra este delito, debido
            sobre todo a la alta corrupción que reina a nivel mundial en la
            policía y poder judicial.   Mujeres
            de todas las edades son hoy en día esclavizadas sexualmente,
            obligadas a hacer actos inhumanos en tugurios inhabitables, en
            condiciones infrahumanas, con pésimas condiciones sanitarias y sin
            ningún tipo de seguridad hacia sus personas. Un fenómeno
            preocupante que debe tener una política de estado para prevenir que
            el mismo se siga multiplicando y se siga violando tanto física como
            psicológicamente a miles de seres humanos año tras año.   Un
            delito en aumento   Datos
            extraoficiales, aseguran que la Trata de Blanca mueve anualmente en
            todo el mundo, la friolera suma de 40.000 millones de dólares, lo
            que la convierte en el tercer negocio ilícito que más
            ganancias deja a nivel mundial después de la venta de drogas y de
            armas, de ahí la magnitud de su crecimiento y del peligro que
            representa para las sociedades modernas.   Las
            estadísticas sobre la trata de blanca en la Argentina no son muy
            confiables para los organismos internacionales que se dedican a la
            investigación de este aberrante delito, pero según lo que muestran
            estas, se refleja que en el 2008 desaparecieron en la Argentina
            alrededor de 600 mujeres víctimas del tráfico y
            comercio sexual.   Otro
            dato desalentador es que cada día que pasa, se están buscando a
            mujeres más jóvenes. Años atrás se apuntaba a mujeres que eran
            mayores de los 18 años, pero ahora ya se está manejando en los
            organismos que la edad de las jóvenes desaparecidas para la
            esclavitud sexual oscila entre los 13 y l os 24 años.   Muchas
            veces se pregunta a las familias de las víctimas como no se dieron
            cuenta de nada de lo que pasaba alrededor de sus hijas, pero la
            realidad muestra que las chicas son engañadas bajo distintos
            artilugios por estos canallas que a través de la seducción con
            promesas increíbles, como la de ser modelos de grandes agencias, le
            piden que no digan nada, las citan en un lugar específico, y a
            partir de ahí comienza un calvario para estas chicas, que son
            esclavizadas y obligadas a mantener sexo con distinta clase de
            personas.   A
            su vez, en muchos casos le cambian las identidades a las chicas que
            tienen sometidas bajo el maltrato y la amenaza constante, y se
            mueven de un lugar a otro para evitar caer en manos de las
            autoridades policiales. Además en las casas en las que se
            encuentran son custodiadas por personas que participan de este tráfico
            de personas, y cuentan con el silencio cómplice de las personas que
            acuden a esas casas a saciar sus más perversos deseos.   Organizaciones
            encargadas en brindar asistencia a las familias aseguran que
            informes de la ONU señalan que para el año que viene el negocio
            del tráfico y comercio sexual, estará a la altura de la venta de
            armas, subrayando la necesidad de políticas específicas por parte
            de los organismos internacionales para este tema, ya que con los
            datos en la mano dejan en claro que sin acciones en conjunto, por más
            que un país tenga medidas muy duras para este delito, el mismo
            seguirá en aumento, porque medidas individuales es como una gota de
            agua en el medio de un océano.   En
            nuestro país, las zonas más afectadas por el delito de la
            explotación sexual, son las provincias de Tucumán, Misiones y
            Entre Ríos, seguido por Córdoba, Mendoza, Chaco, la Patagonia y La
            Rioja. Pero el dato alarmante surge desde la Triple Frontera , donde
            todos los organismos nacionales e internacionales, aseguran que es
            una zona donde por ejemplo la OIT (Organización Internacional del
            Trabajo) muestra que hay 3500 chicos explotados sexualmente.     Habitualmente
            vemos como desde los medios de comunicación nos cuentan sobre este
            delito, donde las autoridades desmantelan prostíbulos con chicas
            que eran mantenidas en condiciones infrahumanas, ultrajadas
            diariamente contra su voluntad y drogadas para que no pudieran
            escapar en procura de ayuda. Desde diversas organizaciones aseguran
            que la Argentina ya ha dejado de ser hace mucho un país de tránsito
            de este delito, sino que por el contrario, es un país donde el tráfico
            sexual de personas es cotidiano y está enquistado.     
              Datos
              alarmantes y reveladores   •
              40.000 millones de dólares al año mueve este delito
              anualmente en el mundo entero   •
              1.000.000 de personas asegura la ONU que son prostituidos al
              caer en redes de trata de personas   •
              600 mujeres fueron víctimas del tráfico y comercio sexual en
              nuestro país en el 2008   •
              50% de lo recaudado con la explotación de una mujer va al
              reclutador   •
              ABC1 es en mayor parte el nivel de gente que acude a prostíbulos
              nutridos de la trata de blanca   •
              62% de las paraguayas y dominicanas víctimas de trata que
              salen del país vienen a la Argentina   •
              15.000 dólares por año rinde una mujer al dueño de un prostíbulo
 
 •
              52% de las prostitutas paraguayas trabajan en el país luego de
              ser traídas como esclavas   •
              100.000 mujeres por año cruzan las fronteras europeas por engaño   •
              4.000.000 son las víctimas de este delito a nivel mundial   •
              17% del PBI de la región, se estima que deja ganancias este
              delito en América Latina   
 Un
            pronóstico alarmante para las autoridades nacionales, tiene que ser
            la Argentina está siendo en los últimos tiempos el país de la
            región más importante como destino de la trata de personas, debido
            sobre todo a la organización que cuentan las redes delictivas, que
            muchas veces están en connivencia co n personal policial y
            judicial, siendo realmente muy difícil la resolución favorable de
            estos casos.   Desde
            organizaciones como Fointra (Fortalecimiento Institucional en
            la Lucha contra la Trata de Personas en la Argentina ) que entra
            dentro de un proyecto de la Organización Internacional de
            Migraciones (OIM), son realistas con respecto a este problema in
            crescente y afirman que los secuestros que realizan las redes de
            trata deberían ser asimilados a la desaparición forzada de
            personas, un delito de lesa humanidad que no prescribe, por lo que
            el Estado está obligado a investigar sin límite de tiempo.   Un
            caso simbólico de este delito es de la desaparición de la joven
            Marita Verón, aún desaparecida y buscada por su madre, Susana
            Trimarco, en una lucha contra viento y marea, que ha adquirido
            relevancia nacional e internacional, dejando en claro los efectos de
            este delito en las familias de las víctimas. Trimarco ha indicado
            en reiteradas ocasiones que las mujeres víctimas de la trata de
            blancas, son engañadas con falsas promesas de trabajo, en el que se
            les ofrece un sueldo importante y estabilidad laboral. Sin embargo,
            cuando abandonan sus hogares y aceptan emprender viaje hacia otras
            provincias, la realidad para ellas cambia por completo.   El
            caso de Marita Verón es uno de los que mejor grafica este delito.
            Marita era una chica tucumana que a los 23 años de edad encaraba la
            vida con decisión y muchas esperanzas, con trabajo y la mira puesta
            en un futuro de plena realización personal y familiar. Pero un día
            salió de su casa para una consulta ginecológica y nunca más
            regresó.   Sus
            padres comenzaron una búsqueda empecinada y sin descanso pero hasta
            hoy sin resultado positivo. Esa búsqueda, entre otras cosas, ha
            revelado la existencia de una red de secuestro de chicas y su
            posterior sometimiento a la explotac ión sexual.
 A raíz de la investigación se han rescatado en La Rioja diecinueve
            jovencitas que eran mantenidas prisioneras y se las obligaba a
            prostituirse en las eufemísticamente llamadas "whiskerías"
            y que no son otra cosa que prostíbulos. No obstante ser todo esto
            de conocimiento público, ningún fiscal ha promovido investigación
            alguna y se guarda riguroso silencio oficial sobre el tema. Es más,
            cuando un funcionario puso crudamente el tema a la consideración pública,
            fue echado del Gobierno mientras los regentes de los lupanares eran
            recibidos en los despachos oficiales para buscar una solución al
            "grave problema social" que implicaba la clausura de los
            prostíbulos, por dejar a mucha gente sin su fuente de trabajo.
   La
            desaparición de Marita Verón ha movilizado a sectores de la
            sociedad que mostraban cierta indiferencia ante temas de seguridad y
            fueron tomando conciencia de que las cosas no sólo pueden
            ocurrirles a los otros, sino que los "nosotros" también
            están expuestos. En el ámbito de los organismos de seguridad, de
            la provincia de Tucumán, el "caso Marita" actuó como
            hilo conductor para seguir la trama de una red de tratantes de
            blancas que opera principalmente en el Noroeste argentino y extiende
            sus contactos y ramificaciones a todo el país e incluso al
            exterior.
 El modus operandi es casi siempre el mismo. Sea por
            "entregadores" o por "inteligencia" propia,
            "marcan" a la chica que les interesa como pieza de caza
            para someterla a explotación sexual. Luego, en un operativo tipo
            comando la "levantan" en un vehículo y de inmediato, por
            medio de la violen cia (golpes y amenazas) la hacen tomar conciencia
            de su flamante condición de esclava. Para facilitar el traslado, se
            valen de somníferos u otras drogas. Cuando la víctima recobra su
            lucidez ya está en manos de regentes de prostíbulos donde de
            inmediato la obligan a comenzar a "trabajar".
   Nuestro
            país ha dado pasos importantes en la lucha contra este delito, por
            ejemplo la sanción el 29 de abril del 2008 de la ley
            nacional 26.364, referida a la prevención y sanción de la trata de
            personas y asistencia a sus víctimas; y aunque falta mucho por
            hacer en esta materia, la sanción de esta ley es un  g ran
            paso para acabar con uno de los delitos más aberrantes de la
            historia contemporánea.   De
            acuerdo a los últimos números del Ministerio de Justicia,
            Seguridad y Derechos Humanos de la Nación , la cantidad de mujeres
            víctimas rescatadas a partir de la sanción de la ley asciende a
            257 mujeres, 78 de ellas menores de edad. Las detenciones, en tanto,
            ascienden a 192. Considerada como la forma de esclavitud del siglo
            XXI, la trata de mujeres es uno de los principales delitos que
            azotan hoy no sólo al país, sino al mundo.   Acciones
            concretas y en conjunto, alejadas del individualismo, podrán dar
            solución a un delito que crece ante la vista de todos. Sólo con el
            compromiso de toda una sociedad y con políticas activas por parte
            de un Estado involucrado de lleno en el tema, se podrá acabar con
            un delito humillante que hace retroceder al mundo a la época de las
            cavernas y mirar al futuro plagado de optimismo y no de resignación
            y desesperanza.       |