La política intencional y sistemática de Israel de separar Cisjordania de
la Franja de Gaza es una de las tres principales estrategias israelíes con
respecto a los territorios palestinos ocupados.
La
segunda es la extensión y crecimiento continuo de los asentamientos
ilegales en las diferentes partes de Cisjordania. Esta estrategia apunta a
la confiscación de la cantidad máxima posible de las superficies no
pobladas de Cisjordania dividiendo y segregando las diferentes áreas
pobladas unos de otros.
La tercera es el renacimiento o y resurgimiento de la administración
municipal o civil israelí, un ente que operó hasta los acuerdos de Oslo,
siendo el brazo de la ocupación militar israelí y que mantuvo el control
de los aspectos cotidianos de las vidas de palestinos en los territorios
ocupados.
Juntos, las tres estrategias, son diseñadas para prevenir la aparición de
un estado palestino viable y la posibilidad de cualquier autonomía
palestina coherente. De las tres estrategias, la primera, la de separar la
Franja de Gaza de Cisjordania es probablemente la amenaza más inmediata
contra el objetivo estratégico palestino de establecer un estado
independiente en Cisjordania, Jerusalén árabe (Este) y la Franja de Gaza.
Bajo la cubierta o argumentos de seguridad de los israelíes y después de
la retirada unilateral de la Franja de Gaza, Israel paralizó el movimiento
desde la Franja de Gaza a Israel y desde luego por Israel a Cisjordania.
Esto incluye todas las clases de movimiento, si la de carga, bienes y
mercancías que con severidad ha sido restringido como consecuencia de la
política en el cruce limítrofe Karni y el movimiento de pasajeros, ya sea
por objetivos comerciales, políticos, administrativos o sociales.
Mientras el movimiento entre las dos partes del territorio palestino (Gaza
y Cisjordania incluyendo Jerusalén) es prácticamente restringido, los
habitantes de Gaza, con mucha dificultad y en un número muy limitado,
pueden viajar al extranjero a través de Egipto, mientras los palestinos de
Cisjordania les pasa lo mismo al viajar a o por Jordania (río Jordán).
Teóricamente entonces, los habitantes de Gaza (con muchísima dificultad),
pueden viajar a El Cairo, Damasco, Teherán, Londres o Nueva York, pero no
a Ramallah, Hebron o Nablus, donde su presencia es prohibida por Israel.
Con el tiempo, esta situación probablemente conduce a la total
desintegración política, económica y social entre los dos territorios y en
última instancia pondrá en peligro cualquier posibilidad práctica o real
de establecer un estado integral.
Esta política de Israel, además, ha causado efectos severos y negativos
sobre todos los aspectos de vidas palestinas. Primero, y lo más peligroso,
es el efecto económico. La economía palestina, ya pequeña y aislada,
presenta retrocesos. Los cierres han desincentivado las inversiones, ya
que el mercado palestino es pequeño y el poder adquisitivo y es débil,
mientras la capacidad de exportar es limitada debido a las restricciones
israelíes.
Con la
separación de Cisjordania de la Franja de Gaza los mercad9os se verán
seriamente golpeados. Un productor en la Franja de Gaza tendrá sólo acceso
al mercado de Gaza, y lo mismo en Cisjordania, mas aún esto dificultará la
posibilidad de crecimiento económico y desalentará la inversión y por
consiguiente causará rescisión y el estancamiento económico.
El Banco Mundial e informes de las Naciones Unidas, explícitamente han
tocado las restricciones israelíes al movimiento como la causa principal
del deterioro económico, en particular el aumento de la cesantía y la
pobreza.
Los últimos números de la Oficina Central Palestina de Estadísticas han
mostrado diferencias significativas de todos los indicadores económicos
entre Cisjordania y Franja de Gaza, con, por ejemplo, una diferencia del
diez por ciento en las cifras de cesantía entre Cisjordania y la Franja de
Gaza.
Otra área que ha sido significativamente dañada, es el funcionamiento de
administración palestina, si instituciones de Autoridad Nacional
Palestina, el Gabinete, los diferentes ministerios u otras instituciones
centrales de gobierno, o instituciones no gubernamentales. Los
funcionarios en todos los niveles han sido restringidas sus movimientos
entre Cisjordania y Franja de Gaza en los cuatro a cinco años pasados.
Incluso los ministros afrontaron restricciones severas a sus movimientos,
con restricción total durante el año pasado.
Esto afectó negativamente las diferentes funciones y servicios de estos
cuerpos y entes gubernamentales que supuestamente son centralizados al
grado que tarde o temprano cada una de estas instituciones se ha dividido
en dos, un para cada territorio. Esta situación también se aplica a
organizaciones no gubernamentales, humanitarias y de desarrollo.
Finalmente, otra consecuencia de la política de Israel, de segregar los
territorios palestinos sería la de fomentar las discrepancias o
diferencias en la política y en el discurso de la Franja de Gaza y
Cisjordania. La última encuesta elaborada por el Jerusalem Media and
Communication Centre – JMCC -, indicó diferencias serias entre los dos
públicos sobre la mayor parte de las publicaciones, aspectos o cuestiones
consultadas.
La
Separación de la Franja de Gaza de Cisjordania y dicha Franja del resto
del mundo es también una causa directa de la situación desesperada que
condujo a la reciente violencia interna y el caos, y seguirá contribuyendo
al aumento de la radicalización y extremismo en Gaza.-
Publicado 5/3/2007 en bitterlemons.org
Ghassan Khatib es el coeditor de bitterlemons y vicepresidente de la
prestigiosa Universidad de Birzeit y un antiguo ministro del planeamiento
de Autoridad Nacional Palestina ANP.