PATAGONIA - RÍO NEGRO : EL GRIAL Y LOS TEMPLARIOS

por el Ing. Fernando M. Fluguerto Martí

Fundación Delphos  -  www.delphos.com.ar

 

Es importante hacer notar que el diario Río Negro, en su edición del sábado 27 de octubre de 2007, en su página 29, publica la noticia de que el Vaticano acaba de lanzar al público un libro donde se aclara que el Papa Clemente V, en 1307, no condenó a los Templarios sino que por el contrario los absolvió de los cargos horrendos que Felipe IV "El Hermoso" les adjudicara.

Por un lado es simbólico y quasi milagroso que un diario de la provincia de Río Negro se ocupe de este tema cuando por ejemplo "La Nación" de Bueno Aires no lo menciona.

Recordemos que en la provincia de Río Negro y la del Chubut se encuentra la Meseta de Somuncurá, que ocupa el corazón de ambas provinicias en un área de 27000 Km2 - más grande que la Provincia de Tucumán - y que bajo esta meseta, en un enclave a 1100 metros de profundidad se encuentra custodiado por los auténticosTemplarios el Santo Grial.

Este enclave se halla al nivel del mar lo que implica que está protegido por un escudo de roca volcánica basáltica de un espesor de 1100 metros. Mejor protección no podría hallarse en todo el planeta Tierra.

Por eso en el Apokalypsys dice en su capítulo XII, versículo 14 : "Pero a la mujer le fueron dadas las dos alas del Águila Grande para que volase al Desierto, a Su Sitio, donde es sustentada ... "

El Águila Grande es símbolo de Juan , "el que se queda hasta la vuelta de Cristo ", y el último desierto es la Meseta de Somuncurá, lugar que dos milenios luego de la Resurreción de Jesús todavía es desconocido hasta por los propios argentinos, los habitantes de Argentum, que gozan del singular benefico de albergar al Santo Grial - que es Templo del Espíritu Santo - a Juan y a la Virgen Santísima.

Aclaremos también que hoy en día existen en el mundo más de 400 grupos que se llaman a sí mismos "Templarios" - nosotros los llamamos "Templarios de Cotillón" - ya que ninguno es continuación de la única y verdadera Orden Templaria cuyo principal objeto fue siempre, desde hace muchos siglos, y sigue siendo, la custodia del Santo Grial.

 

NOTA DEL DIARIO "RIO NEGRO"

Justicia para los Templarios, 700 años después. Un documento revelado por el Vaticano sostiene que no fueron herejes. Las actas del proceso fueron divulgadas ayer por el Vaticano. Son sólo 800 ejemplares. 
  
El último gran maestro de los Templarios vio cómo cerraban su orden y lo condenaban a muerte. Pero no iba a dejar este mundo así como así. Mientras subía a la hoguera en la que sería quemado vivo, el 18 de marzo de 1314, en pleno centro de París, Jacques de Molay maldijo al rey de Francia, Felipe IV, y al papa Clemente V. Ambos murieron ese mismo año.

Con ese juramento se cerraban dos siglos de ese cuerpo de élite religioso- militar que nació a principios del siglo XII para proteger a los cristianos de Tierra Santa, en Oriente Próximo.

La orden había cobrado una fuerza inusitada. Acumulaba riqueza y propiedades en Europa y Oriente Próximo e incluso puso en marcha un sistema bancario internacional a través del que financiaron la guerra de algunos monarcas. Con el fin de las Cruzadas, su poder y secretismo levantaron sospechas entre las potencias europeas. Uno de los que recelaban más era Felipe IV. Los historiadores consideran que tenía deudas económicas con la orden y que lanzó las acusaciones de herejía con la intención de arrebatarles sus riquezas. En 1307, Roma abrió una investigación contra los Templarios para esclarecer qué había de cierto en aquel escándalo.

La investigación concluyó cinco años después que los Templarios no eran culpables de herejía, sino de delitos menores contra la ley de la Iglesia. De hecho, el papa Clemente V absolvió a la orden en 1308 y pensó reformarla.

El rey Felipe IV, sin embargo, presionó al Sumo pontífice para acabar con los monjes guerreros hasta que el Papa ordenó su disolución en 1312. Estas son algunas de las conclusiones que revelan las actas del proceso, llamado Processus contra Templarios, que se publicaron ayer en un libro de 300 páginas, en una edición limitada de 800 ejemplares.

El volumen cuenta con una edición facsímil del pergamino de Chinon, que recoge la absolución del Papa a los caballeros, en agosto de 1308. Debido a un error de catalogación, se consideraba perdido hasta que la investigadora italiana Barbara Frale lo encontró entres los miles de estantes de la Biblioteca y Archivos Secretos del Vaticano en 2001.

Una de las principales acusaciones contra los caballeros era la de que practicaban ritos de iniciación blasfemos que incluían escupir sobre la cruz. Las actas revelan, según la historiadora, que los caballeros incluían estos actos en su entrenamiento militar como un recurso de defensa en caso de ser capturados por los ejércitos musulmanes.

Otras acusaciones habituales contra los Templarios fueron la de desobedecer a la curia Romana, aproximarse al Islam y a la herejía cátara, practicar la sodomía y abogar por un reino teocrático en Europa, encarnado en un monarca que concentraría el poder celestial y el temporal. Tampoco se vio con buenos ojos que se rodearan del aura de ser los conservadores del Santo Grial. Esta faceta de los caballeros ha servido de base para numerosas leyendas y obras de ficción, como el best-seller "El código Da Vinci", de Dan Brown, o las novelas de Peter Berling acerca de los herederos de linaje de Jesucristo. La nueva edición se reproduce en pergamino sintético y cuenta con una copia del sello papal lacrado y un comentario erudito, y se presenta en una caja de cuero blando. El original mide medio metro de ancho y dos metros de largo. Cada ejemplar cuesta unos 5.900 euros. Ya se han reservas solicitudes de bibliotecas y coleccionistas de todo el mundo.

Uno de los ejemplares está reservado para el papa Benedicto XVI. (El País Internacional)