MACRI, TURQUIA Y LA MIOPIA ESTRATEGICA

por el Dr. Alberto Asseff

 

El dirigente del Partido Nacionalista Constitucional Unir, Dr. Alberto Asseff, criticó la actitud de Mauricio Macri que produjo el enojo del primer ministro turco y la suspensión de su viaje a Buenos Aires.   

Alberto Asseff dijo:

“Mauricio Macri no se caracteriza por la visión estratégica y mucho menos geopolítica. En rigor, da toda la impresión de que no le interesan. La última prueba es la frustrada visita del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan a Buenos Aires (debía llegar el domingo 30 de mayo).

Turquía es un país CLAVE. Es miembro de la OTAN y es musulmán. Es de Europa y es de Asia y en buena medida con influencia en el norte africano. Hace siglos es país puente entre civilizaciones y mundos diferentes (Constantinopla, después Bizancio, dan larguísimos testimonios y antecedentes). Es el eslabón inevitable para UNIR y ordenar vastas regiones desestabilizadas crónicamente, especialmente el Oriente Próximo. Además, Turquía es miembro del G 20, un foro importantísimo al que nosotros deberíamos prestarle muchísima más atención e integrarlo más activamente.

El 27 de mayo pasado, el analista Alain Touraine escribió en EL PAIS de Madrid que Europa debía acoger en su seno a Turquía.

Turquía es fundamental para la paz y estabilidad de buena parte del mundo.

Turquía y la Argentina tienen especiales motivos para acordar. Uno es el objetivo de lograr el puesto ROTATIVO en el Consejo de Seguridad de la ONU (a diferencia de la banca fija que pretenden Brasil, Japón, Alemania, India, Sudáfrica y otros).

Nosotros debemos hacer fuerza juntos con Italia y España en Europa, con Egipto en África, con Turquía en Asia, con Australia en Oceanía y con México en nuestra América para que esa representación - que otorga un papel e influjo planetario - ROTE.

Turquía es también esencial para que surja definitivamente el estado Palestino y se selle la paz con Israel.

Con Turquía deberíamos coaligarnos para expandir el comercio e intercambio, tradicional y de valor agregado y tecnológico, incluyendo la colaboración para el desarrollo nuclear pacífico.

Cierto es que a pesar de tibios y complejos movimientos de reconciliación que inició Ankara, no se lleva bien con Armenia por el genocidio de principios del s.XX. Nosotros tenemos una querible colectividad armenia, pero ella no puede dictar nuestras estrategias de política internacional.

Macri cedió a ese influjo de los argentinos de origen armenio - notoriamente, muy poderosos en materia económica -y embarró la visita negándose a autorizar la erección de un busto de  Mustafá Kemal Ataturk (líder que tuvo querellas con Londres y que realizó reformas en el Estado turco, más allá de la gravísima cuestión del genocidio, una herida que a mí me duele al igual que a la humanidad). Erdogán se enfadó y se produjo otro fracaso de la política exterior argentina. Mientras,  Lula hace liga con los turcos manifiestamente, no obstante que en Brasil también existe una comunidad importante de origen armenio. Empero, allá Itamaratí establece la estrategia, no como desgraciadamente ocurre aquí, que la fijan Macri, Diego Santilli y la desteñida Legislatura porteña.

Pregunto: ¿Macri, Santilli, la Legislatura no tienen suficiente con ocuparse de las desastrosas veredas, del déficit de viviendas, del tránsito endemoniado, de los subtes que no se hacen, de la higiene, de la Policía Metropolitana que aún la esperamos para que nos custodie ?.

Me pregunto por qué CK no previó esta traba y trasladó el monumento a Avellaneda o a Vicente López. En realidad, CK además de vedetismo internacional y superideologismo pasado de moda y de época, tampoco entiende de estrategia.

Macri no es ni estadista ni estratega. No puede hacer un subte o un plan de viviendas. Ahora vemos que tampoco sabe  anudar los vínculos fundamentales y claves de nuestro país en el mundo.

Me parece que el ciclo de Macri se termina simultáneamente con el de los K. Es que fue "compromiso para el cambio", pero falta compromiso y el cambio no se ve,  no se oye ni se siente. Buenos Aires sigue esperando”, finalizó Asseff.


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