Twal defendió la condena del Sínodo de Obispos en contra de la presencia israelí en los territorios palestinos.

ESPERAMOS QUE ISRAEL SE RETIRE DE PALESTINA. NO PUEDE HABER UNA OCUPACIÓN ETERNA

 

Las relaciones entre el Vaticano y la comunidad judía sufrieron en los últimos años una serie de cortocircuitos. A los que acaba de sumarse el mensaje final de Sínodo de Obispos para Medio Oriente que se celebró en la Santa Sede, que volvió a tensar los vínculos. ¿El detonante?: Un párrafo que condena la “ocupación israelí de los territorios árabes”, además de que se critica los nuevos asentamientos de colonos judíos, la “falta de libertad de movimiento” y el muro. De paso por el país, en el marco de una gira por América Latina, el patriarca latino de Jerusalén –el principal referente católico en Medio Oriente-, monseñor Foaud Twal, en una entrevista con Clarín , consideró “normal que Israel no esté feliz con esa mención”, pero señaló que “como pastores no podemos callar frente a esa situación” porque, de revertirse, contribuiría grandemente a lograr la paz y la seguridad de todos los pueblos en la región.

¿A qué se refieren los obispos cuando hablan del cese de la ocupación israelí? Nos referimos a los territorios palestinos que Israel ocupó después de la guerra del ’67. Normalmente, luego de una guerra los ocupantes se retiran. Israel se retiró en el pasado del Líbano. Esperemos que esta vez se retire de Palestina. No puede haber una ocupación eterna. Eso genera odio entre las partes. La ocupación es siempre un desastre para todos. Para los ocupantes y los ocupados. Como pastores no podemos bendecir una ocupación militar.

Israel los acusaron de tener una posición pro palestina … Además, el embajador de Israel en el Vaticano hizo todo lo que pudo para sacar esa frase. Pero, ¿hay ocupación o no? Nosotros no podemos callar esa situación por el bien de Israel, por el bien de los palestinos, por el bien de todo Medio Oriente. Es normal que Israel no esté feliz con esa mención como lo es que nosotros hablemos de esa situación. Pero también tenemos en el mensaje muy buenas palabras para Israel y deseos de que viva segura. Por otra parte, los palestinos deben entender que es imposible que vuelvan todos los refugiados.

Ustedes piden que se cumpla con la ONU, que insta a retrotraer la situación a 1967 … Claro. Creo que por el bien de Israel como país democrático, debe respetar esas resoluciones. Hay una hermosa declaración de la Liga Árabe que dice que, si Israel regresa a las fronteras del ’67, el mundo árabe musulmán podría normalizar sus relaciones con esa nación. Ello sería la concreción de un sueño para Israel. Normalizar el vínculo con 57 naciones. Pero tiene miedo y se queda en la repetición del tema seguridad.

El Sínodo también critica los asentamientos y el muro … Es que yo no puedo construir mi casa en el jardín del vecino. Ni tengo derecho a hacer un muro en territorio ajeno por más que quiera seguridad. Además, ¿desde cuándo los muros son una protección para una nación? Pero es seguro que va a desaparecer. Como también nos duelen los puestos de control que dificultan la libre circulación de todo el mundo.

El Vaticano habló de un estatus especial para Jerusalén. ¿Qué opina? La Santa Sede lanzó en 1947 la idea de “ciudad abierta”. Hoy eso no lo acepta ni Israel ni los palestinos. Nosotros deseamos la entrada libre de los creyentes a los lugares santos. Y que ese acceso sea garantizado internacionalmente. Después, creemos que debemos dejar a Israel y los palestinos que se pongan de acuerdo en lo político.